Mujer desesperada adopta a un niño que resulta ser el hijo que perdió hace 10 años - Historia del día
Diez años después de que su hijo pequeño fuera robado de un parque, una mujer adopta a un niño abandonado que le recuerda a él. Luego se enfrenta a una impactante noticia.
La vida de Gabriela Suárez solo tardó unos segundos en desmoronarse. Se había dado la vuelta para sacar un paquete de jugo de su mochila para su hijo, y en esos fatídicos segundos, alguien se lo robó.
Ella gritó, corrió por el parque, llamando a Bernardo, pero él ya no estaba allí. Las otras madres se habían unido a la búsqueda y también la policía, pero el pequeño había desaparecido sin dejar rastro. A pesar de todo, Gabriela nunca perdió la esperanza.
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Nunca dejó de creer que su hijo estaba vivo y que de alguna manera lo encontraría, pero su esposo pensó que se había obsesionado con una imposibilidad. Su matrimonio, una vez amoroso, se vino abajo y se divorciaron.
Durante los siguientes diez años, Gabriela continuó la búsqueda. Trabajó con asociaciones que localizaron a niños desaparecidos, contrató detectives y persiguió a los oficiales de policía que habían estado a cargo del caso de su hijo.
Pasaron los años y todavía no había ni rastro de Bernardo. Un día, estaba en un refugio para niños abandonados cuando uno de los terapeutas le dijo: "¿Por qué no le das tu amor a un niño que lo necesita hasta que encuentras a tu hijo?"
Gabriela pensó mucho en eso y comenzó a mirar a los niños con ojos nuevos. Había un chico en particular que la atraía. Se llamaba Tomás y tenía 12 años. Era pequeño para su edad y muy callado. No jugaba con los otros niños, simplemente se acurrucaba en un rincón y hacía dibujos.
Gabriela se acercó a él y le preguntó amablemente: "¿Puedo ver tu hermoso dibujo?".
El niño asintió y se lo entregó. La imagen mostraba a una mujer con una hermosa sonrisa radiante y las manos extendidas. "¿Quién es ella?", preguntó Gabriela.
"Esa es mi feliz mami", dijo Tomás. "Una vez mi mamá estaba feliz, pero un día se enojó mucho. Me gusta recordar su cara feliz".
"Lo siento, Tomás", expresó Gaby gentilmente. "¿Dónde está tu mamá ahora?".
El niño se encogió de hombros y volteó la cara para ocultar sus lágrimas. "Ella me abandonó. Bebía mucho, ya sabes". Siguiendo un impulso, Gabriela abrazó a Tomás, para su sorpresa, él le devolvió el abrazo y sintió sus lágrimas en la mejilla.
Más tarde, el terapeuta le reveló que era la primera vez que veía a Tomás conectarse con alguien. Esa noche, Gabriela no durmió y al día siguiente comenzó el proceso para convertirse en madre adoptiva.
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El día en que Tomás finalmente regresó a casa con Gabriela fue el más feliz de sus solitarias vidas. Al principio no fue fácil, porque el niño tenía muchos miedos y había sido muy maltratado, pero la paciencia amorosa de Gabriela lo ayudó a superarlo.
Tomás se convirtió en un niño más extrovertido y feliz, a pesar de que Gaby cambiaba un poco cada vez que tocaba el tema de su "mamá feliz".
Un día, Tomás estaba dibujando y Gabriela lo escuchó tararear. Nunca antes lo había escuchado cantar, así que se detuvo a oír. ¡Gabriela estaba atónita! ¡Ella conocía esa canción! Era una canción de cuna que su madre le había inventado y que le había cantado a Bernardo.
¿Cómo podría Tomás conocer esta canción de cuna? "Tomás, cariño", preguntó con la mayor naturalidad posible. "¿Cuál es esa linda canción que estás cantando?".
Él la miró y sonrió. "Esa es la canción que 'mamá feliz' siempre me cantaba. Me hace sonreír". Gabriela miró a Tomás. Tenía cabello oscuro y ojos oscuros como Bernardo, pero también lo tenían miles de otros chicos.
"Me estoy imaginando cosas...", pensó para sí misma, pero salió, se compró un kit de ADN y lo usó en Tomás. "¡Solo quiero ver si ese desagradable germen de la gripe se ha ido!", ella le dijo con una sonrisa.
Luego esperó la prueba de comparación y, cuando llegó, puso a Gabriela de rodillas. ¡Tomás era su hijo! ¡Tomás era Bernardo! Algún giro del destino le había devuelto a su niño después de años de sufrimiento.
Esa noche, Gabriela le preguntó a Tomás si recordaba dónde vivía 'mamá enojada'. Tomás lo hizo y, aunque se mostró reacio, Gaby lo convenció de que la llevara allí.
Ella se paró frente a esa puerta con Tomás de la mano y sintió crecer su ira. Llamó a la puerta y, en poco tiempo, una mujer con una bata sucia la abrió. "¿Qué quieres?", preguntó la mujer, luego vio a Tomás.
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"¿Qué es esto?", la mujer gritó, retrocediendo, "¿Cómo...?".
"¡Te llevaste a mi hijo, monstruo!", gritó Gabriela. "¡Me quitaste mi pedacito de felicidad y abusaste de él, y luego lo tiraste! ¡Ahora quiero que le digas la verdad!".
La mujer sollozaba. "Es verdad, Tomás. Mi hijo murió en un accidente automovilístico porque estaba borracho y tenía que tenerlo de vuelta, así que te tomé. Esta mujer es tu verdadera madre".
Tomás se volteó hacia Gabriela. "¿Eres 'mamá feliz'?", preguntó.
"Sí", dijo ella. "¡Sí, Tomás, hoy soy una mamá muy feliz!". Luego llamó a la policía e hizo arrestar a la mujer por secuestro y por poner en peligro a un menor.
La mujer fue declarada culpable y condenada a diez años de prisión. Tomás abogó por ella y pidió que la trataran por su adicción al alcohol. A Gabriela le sorprendió la compasión y la madurez de su hijo.
Gracias al continuo apoyo de Tomás y Gabriela, la mujer que les había traído tanta miseria entró en rehabilitación en prisión y se recuperó. Cuando fue liberada, se unió a Gaby para trabajar a favor de niños abandonados.
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Gabriela todavía llamaba a su hijo Tomás. Aunque ella lo bautizó como Bernardo, el otro nombre era al que había estado acostumbrado durante los últimos diez años. Estaba inmensamente feliz de tener a su hijo estaba de vuelta en sus brazos, sano y salvo.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Nunca pierdas la esperanza, porque a veces suceden milagros: Gabriela pasó diez años buscando a su hijo y el destino lo trajo de vuelta a su vida.
- A veces, un recuerdo feliz puede sostenernos en las horas más oscuras: Tomás nunca olvidó la canción que le cantó su 'mamá feliz' y eso revelo una inesperada verdad.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.