Paul Newman se sintió "culpable" por dejar a su primera esposa: sus 3 hijos se sentían marginados
Paul Newman no solo fue un galán, sino además uno de los más sofisticados actores de su generación. Sin embargo, eso no evitó que se sintiese terrible al dejar a su primera esposa.
En la industria del entretenimiento, la infidelidad es algo muy común. Las acusaciones de amoríos van y vienen, pero algunas parejas las superan y siguen unidos. Ese no fue el caso de Paul Newman y Jacqueline Witte.
Newman, ganador de un Oscar y tres Globos de Oro, fue infiel a Witte. Tras arruinar su matrimonio y abandonar a sus hijos sintió tanta culpa que tuvo que ir al psiquiatra.
Paul Newman en foto de estudio circa 1960 | Foto: Getty Images
Newman nació en 1925 en Ohio. Se crió junto a su hermano mayor en el seno de una familia de clase media. Su padre tenía una tienda deportiva, y su madre era ama de casa. Newman comenzó a actuar en secundaria, pero prefería el fútbol americano.
Tras graduarse de secundaria en 1943 fue a la universidad, pero eventualmente la dejó para unirse a la Marina. Su meta era ser piloto, pero le dijeron que nunca podría serlo porque era daltónico.
En vez de eso, tuvo que prestar servicio en el teatro de operaciones del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. Fue operador de radio hasta 1946, cuando dejó la Marina y volvió a la universidad.
Fue parte del equipo de fútbol americano por un tiempo, e incluso consiguió una beca para atletas. Pero fue arrestado, tras lo cual perdió su puesto en el equipo.
A pesar de todo, Newman terminó la universidad y comenzó a presentarse en teatros veraniegos en Wisconsin. Ahí conoció a su primera esposa, la actriz Jacqueline Witte.
Para la fecha, tenía 24 años y ya se había negado a trabajar en la tienda de su padre en Ohio. Witte tenía 19 años y aún no se había graduado de la universidad.
Más tarde ese año, se mudaron juntos a Woodstock, Illinois para trabajar en la misma compañía de teatro. Su relación avanzó rápidamente a partir de ese punto, y se casaron en diciembre.
Al principio, la gente asumió que su apresurada boda era debido a un embarazo. Pero cuando pasaron los meses y comprendieron que ese no era el caso, concluyeron que simplemente eran dos enamorados que querían sentar cabeza.
Paul Newman en Venecia en 1963. | Foto: Getty Images
La vida comenzó a complicarse. El gerente del teatro no lo consideraba un protagonista, por lo que su sueldo era más escueto de lo esperado. Cuando Witte quedó embarazada, Newman consideró renunciar a su carrera como actor.
Para cuando la actriz descubrió que estaba embarazada, el padre de Newman falleció. Él y Witte volvieron a Cleveland para hacerse cargo del negocio de la familia.
Teniendo una familia de la cual cuidar y un negocio que administrar en Ohio, los sueños de Newman de ser actor parecían muy lejanos. Sin embargo, no estaba listo para rendirse.
Se gastó todos sus ahorros estudiando una maestría en Teatro en la Escuela de Drama de Yale. Pensó que si no podía ser actor, al menos podría dar clases de actuación.
Luego de tan solo un año, abandonó Yale y se mudó a Nueva York, donde estudió con Marlon Brando, James Dean y Geraldine Page en el legendario Actors Studio.
Irse a Nueva York fue una gran decisión, pues debutó en Broadway poco después, en 1953, en la comedia "Picnic", de William Inge. En 1954 debutó en la gran pantalla con "The Silver Chalice". Entretanto, Witte tuvo a dos hijas, Susan y Stephanie.
En los años 50 y 60, Newman tuvo mucho éxito en el ámbito profesional. Fue nominado a múltiples premios de la Academia, aunque no se llevó la estatuilla a casa sino hasta 1987 por "The Color of Money".
Newman tuvo que trabajar mucho y pasar dificultades para tener éxito en la industria, pero siempre tuvo a Witte a su lado. Sin embargo, terminó siéndole infiel, tras lo cual la abandonó a ella y a sus tres hijos.
Paul Newman circa 1965. | Foto: Getty Images
En 1953, mientras trabajaba en 'Picnic', Newman conoció a la actriz Joanne Woodward, la suplente de la actriz principal. Solían ensayar sus líneas juntos, y con el tiempo se hicieron amigos.
Ella creía que él solo era una cara bonita, y el hecho de que estaba casado y con hijos hacía que Woodward lo viera como un fruto prohibido. Sin embargo, Newman se sentía muy atraído por ella.
Él la consideraba su chica ideal, especialmente porque era muy moderna e independiente, y él era algo tímido y conservador. La relación de Newman y Witte, entretanto, estaba cayéndose a pedazos.
Tras convertirse en madre, Witte dejó de estar interesada en la actuación. Sentía resentimiento por el tiempo que su esposo pasaba en Manhattan actuando, buscando trabajo y bebiendo con sus amigos.
Witte eventualmente comenzó a sospechar de Newman, especialmente por la cantidad de tiempo que él pasaba junto a Woodward. Sin embargo, siguieron juntos.
En 1956, luego del estreno de "Somebody Up There Likes Me", Newman y Witte contrataron a una niñera y fueron a celebrar en un restaurante. Poco después de medianoche, él la dejó a ella y a sus amigos y se fue a dar una vuelta en su auto.
El actor estaba ebrio, y terminó preso por conducir bajo la influencia del alcohol y arrollar un hidrante. Eventualmente reveló que se sentía culpable por poner en peligro su matrimonio, y recurrió al alcohol para aliviar su consciencia.
Paul Newman y Joanne Woodward en Beverly Hills, California, en 1958 | Foto: Getty Images
Tras el arresto de Newman, el actor le dijo a Witte que estaba enamorado de Woodward. Pero ella no estaba dispuesta a dejarlo ir, pues consideraba que su familia tenía derecho a parte de su éxito, especialmente porque él rompió sus votos.
Newman no estaba de acuerdo. Creía que Woodward era su pareja perfecta, así que dejó atrás a su familia sin pensar en qué significaría eso para su esposa o sus hijos. La separación fue dura para él, y tuvo que acudir al psiquiatra.
Witte accedió a firmar los papeles del divorcio luego de que Newman comenzara a salir con Woodward en público. Sin embargo, él admitió haberse sentido profundamente culpable, y esa culpa lo atormentó el resto de su vida.
Newman solo estaba seguro de una cosa: Woodward era su alma gemela. Se casaron en Las Vegas en 1958, y estuvieron juntos durante más de cinco décadas, hasta que él falleció de cáncer en 2008, a los 83 años.
Woodward y Newman tuvieron tres hijos: Nell, Melissa y Clea. Clea llegó a reconocer que sus padres estaban locamente enamorados, y que tenían una conexión inusualmente apasionada.
Sin embargo, el actor no fue un muy buen padre, ni con los hijos de su primer matrimonio, ni con los hijos del segundo. Todos llegaron a sentirse aplastados por su fama.
Sus hijos con Witte se sintieron especialmente heridos, pues él los hacía sentir como des-adaptados. Trágicamente, Scott, quien tuvo problemas con las drogas por largo tiempo, falleció de una sobredosis a los 28 años.
A Newman le dolió, pero no se sintió sorprendido. De hecho, llevaba una década esperando esa llamada. Luego del triste episodio, se dedicó a su trabajo y nunca volvió a hablar de Scott, pero su familia creó un centro de rehabilitación en su nombre.