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Hijo dado en adopción encuentra a padres biológicos y marcha con ellos al altar 36 años después
A los 36 años, un hombre adoptado decidió ponerse en contacto con su madre biológica. Ninguno de los dos imaginó que después de tanto tiempo se iban a reencontrar.
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Michele Newman tenía solo 16 años cuando dio a luz a su hijo Martin Schmidt, durante una fuerte tormenta de nieve.
La tormenta le impidió a la madre salir del hospital durante unos días, lo que le permitió pasar tiempo con su recién nacido. Estando aún en el centro de salud, Dave Lindgren, padre del niño, lo dio en adopción. Después la pareja se separó.
William y Cynthia Schmidt, fueron quienes adoptaron a Martin. Cuando el chico cumplió 18 años, le proporcionaron documentos para ayudarlo a encontrar a sus padres biológicos. Sin embargo, no fue hasta los 36 años, cuando se puso en contacto con su madre.
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RECONECTANDO CON EL PASADO
Cuando Martin logró comunicarse con Michele, ella trabajaba en una organización sin fines de lucro contra la violencia doméstica contra los hombres en Hilo (Hawai). Rememorando la primera vez que hablaron, Newman recordó:
"Llamé a mi madre. Luego volví al trabajo y le dije a mi jefe: 'Tengo que irme a casa el resto del día'".
Tras su llamada, Michele decidió ponerse en contacto con Dave, el padre de Martin. Vivía en Wisconsin y se había divorciado tres veces.
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Estuvieron conversando por teléfono durante horas y, unas cuatro semanas después, acordaron que Lindgren haría un viaje a Hawai.
Al hablar de su encuentro después de tantos años, Lindgren expresó: "Cuando me bajé del avión en Hawai y bajé las escaleras del aeropuerto... pude verlo, lo sentí".
El romance estaba en el aire mientras pasaban el tiempo juntos nadando con mantarrayas y comiendo sushi. Con el tiempo, empezaron a salir, Newman optó por mudarse a Wisconsin y decidieron casarse.
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LA BODA
En agosto de 2018, ante un centenar de invitados bajo una carpa blanca, ambos se dieron el "sí quiero" mientras su hijo biológico, oficiaba la ceremonia. Al principio de la boda, Schmidt comentó:
"Para los que no me conocen, soy Martin Schmidt. Soy su hijo, y parientes o no, este es el grupo de personas al que llamamos familia".
Hablando de lo que le ha enseñado todo este viaje, Lindgren, que ahora se ha reunido con su hijo biológico y su alma gemela, dijo: "Los milagros ocurren".
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