Niño visita a su anciana vecina 5 veces al día: la nieta se da cuenta y le pregunta por qué

Cuando una nieta notó que un niño visitaba a su abuela cuatro o cinco veces al día, quedó impresionada. Por curiosidad, ella le preguntó por qué lo hacía. La respuesta del niño la conmovió hasta las lágrimas.

Los actos de bondad al azar nunca pasan desapercibidos. Son lo suficientemente poderosos como para alegrar la vida de las personas y servir como un faro de esperanza en momentos de desesperación.

Uno podría esperar que los adultos defiendan la empatía y la amabilidad, pero imagina a un pequeño encarnando estas virtudes.

AMOR DE UNA NIETA POR SU ABUELA

Darrien Middleton de Jackson, Tennessee, trabajaba en el departamento de emergencias de su hospital local. Su trabajo era muy exigente y agotador. Tenía un horario estricto y hacía malabares con el trabajo mientras era estudiante de tiempo completo.

Lee más: Abuela de 97 años vence al cáncer para asistir a la boda de su nieto

Ella estaba profundamente apegada a su abuela, Wilma Bray, y su vínculo se hizo más profundo a medida que se hacía mayor. Se refería cariñosamente a Bray como “Nana” y le encantaba pasar tiempo con ella.

Pero cuando su abuela se enfermó y no pudo cuidarla como quería debido a su trabajo de tiempo completo, Middleton se sintió terrible. Sin su conocimiento, Wilma ya tenía un ángel guardián en la tierra cuidándola.

UNA MIRADA DOLOROSA

En 2016, el mundo de Darrien se puso patas arriba cuando descubrió que su abuela tenía cáncer de pulmón. En consecuencia, la mujer mayor se sometió a una cirugía y se extirpó una parte de su pulmón.

Wilma todavía estaba increíblemente frágil por la operación cuando Middleton recibió otra noticia desgarradora seis meses después. Su abuela había desarrollado cáncer de mama.

UNA LOCALIDAD CARIÑOSA

Durante años, Middleton trató de convencer a su abuela de que se mudara con ella para poder cuidarla mejor mientras luchaba contra la enfermedad. Pero Bray se mantuvo firme y se negó a abandonar la casa en la que había vivido durante 38 años.

“Mi papá y yo somos la única familia que tiene, pero ambos trabajamos a tiempo completo y yo estoy en la escuela a tiempo completo”, le dijo Middleton a Yahoo Lifestyle.

Y

: “Hay dos vecinas que viven a ambos lados de su casa y se han ofrecido para ayudarme a llevarla a las citas y controlarla durante el día”.

La joven señaló que su abuela se negó a mudarse con ella porque amaba su independencia y su hogar. La residente de Tennessee reveló que estaba aliviada de que Wilma viviera en un vecindario amigable donde la gente no dudaba en prestar ayuda.

LOS MEJORES AMIGOS

La mujer compartió que apreciaba a los vecinos de su abuela por estar pendiente de ella constantemente y llevarla a las citas con el médico. Todos en el vecindario conocían a la anciana e incluso la ayudaban a llegar a sus citas de quimioterapia y radiación.

Wilma tenía la suerte de tener una comunidad de apoyo, pero disfrutaba especialmente de la compañía de un vecino, un niño pequeño llamado Caleb. Él vivía con su abuela, su padre y dos hermanos en la casa de al lado de Bray.

La primera vez que la abuela conoció al niño ella le ofreció un plato de comida. Después de eso, los dos se convirtieron en los mejores amigos y les encantaba conversar y compartir comida. Eran un dúo dinámico y eran prácticamente inseparables.

UNA RESPUESTA CONMOVEDORA

En 2018, Middleton notó a Caleb sentado en el porche hablando con Bray. El increíble vínculo entre la anciana y el niño la conmovió profundamente.

Luego, se enteró de que el pequeño visitaba a su abuela cuatro o cinco veces al día y tenía curiosidad por saber por qué lo hacía.

Caleb le dijo a Darrien que visitaba a Wilma para ver cómo estaba y “asegurarse de que se despertara de todas sus siestas”.

Su respuesta conmovió a la joven hasta las lágrimas. Ella le agradeció al chico por ser tan amable y gentil con su abuela y mostrarle amor y afecto.

“Aunque todo lo que escuchamos en el mundo hoy es odio y dolor, sepan que en el pequeño pueblo de Jackson, Tennessee, sentados en el porche, Caleb y Nana eligieron el amor”, expresó.

LO QUE IMPORTA ES EL AMOR

Middleton señaló que su abuela estaba lista para comenzar otra ronda de radioterapia. Aún así, era optimista de que superaría todas las adversidades y se recuperaría con su familia, vecinos y su mejor amigo Caleb a su lado.

Con todo lo que sucedía a nuestro alrededor, en el porche de Bray no había diferencias de edad, género y raza. Lo único que importaba era un corazón amoroso y un vínculo excepcional entre una abuela de 78 años y un niño de siete años.

Lee también: Abuela generosa dona parte de su hígado para salvar a su nieto con rara condición genética

Gracias, Caleb, por restaurar nuestra fe en la humanidad e inspirarnos a elegir la bondad y el amor. Necesitamos más jóvenes como este niño.