logo
Una niña andando en bicicleta en un parque | Foto: Shutterstock
Una niña andando en bicicleta en un parque | Foto: Shutterstock

Mamá nota que hombre extraño llora cada día mientras ve a una niña en el parque - Historia del día

La madre de un niño se sorprendió al ver llorar a un hombre mientras miraba jugar a una niña. Luego quedó maravillada por la paciencia del señor.

Publicidad

La vida pasa muy rápido y a veces, en nuestras prisas, perdemos de vista lo que realmente importa y nos olvidamos de vivir cada momento.

Abigail Pérez estaba sentada en un banco del parque viendo jugar a su hijo de cinco años y mirando su reloj con impaciencia.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

¡Tenía muchas cosas por hacer! Era sábado, todavía tenía que preparar la cena para la familia, y quería seguir adelante con su nuevo proyecto, el proyecto que podría hacer despegar su carrera. “¡David!”, llamó a su hijo. “¡Es hora de irse a casa!”.

Pero el pequeño la ignoró y corrió a subir la escalera para lanzarse nuevamente en el tobogán. “Hijo”, dijo enfadada. “¡No tengo tiempo para esto!”.

Publicidad

El hombre a su lado preguntó: “¿Ese es su hijo?”. La mujer había visto antes al hombre en el parque con una niña de la edad de David.

Siempre había pensado que él era un poco extraño por la forma en que vigilaba a su hija con lágrimas en los ojos, extraño y obsesivo.

Pero ella le respondió cortésmente: “Sí. Es un amor, ¡pero a veces pone a prueba mi paciencia!”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

En ese momento, la hija del hombre pasó en una bicicleta rosa, tocó el timbre y lo saludó. El padre levantó la mano y le devolvió el saludo, y Abigail vio que las lágrimas le corrían por la cara de nuevo.

Publicidad

“¿Esa es su hija?”, preguntó la mujer. “¡Es muy linda!”.

El hombre se secó las mejillas y sonrió. “¡Sí, se llama Emilia!”. Levantó la mano y saludó a la pequeña. “¡Emilia, cariño! Es hora de irse a casa. ¡Mami te está esperando!”.

Emilia siguió pedaleando e hizo pucheros. “¡Por favor papá! ¡Cinco minutos más!”. El hombre asintió y respondió: “Está bien, mi amor, ¡solo cinco minutos más!”. Emilia sonrió y pedaleó más rápido. Sus coletas volaban.

Abigail suspiró. “¡Mi David hace lo mismo! ¡Siempre pide cinco minutos más! Honestamente, ¡estoy ansiosa porque sea más independiente!”.

El hombre apartó la mirada. “¿En serio? Yo quiero disfrutar cada segundo de la infancia de mi Emilia. Sigo rezando para que no crezca demasiado rápido y me siga necesitando...”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Publicidad

“Ah”, dijo la madre. “¡Pero es que tengo muchas cosas que atender! Y ahora mi carrera está empezando a despegar... ¡Debería estar en casa tomando notas para mi nuevo proyecto y no aquí en el parque viendo a David pulir el tobogán con su trasero!”.

El hombre volteó a ver a la mujer. Él tenía treinta y tantos años, pero había profundas líneas de sufrimiento marcadas alrededor de su boca y tristeza en sus ojos. “Solía ​​pensar como usted”, dijo en voz baja. “Pero la vida me enseñó mi lección...”.

En ese momento, la pequeña Emilia pasó a toda velocidad y gritó: “Papá, ¿me das cinco minutos más?”. El hombre levantó la mano para saludarla y le devolvió una sonrisa de aprobación.

Abigail suspiró. “Bueno, debo decir que no tengo su paciencia”, dijo la mujer. Luego llamó a su hijo nuevamente. “¡Vamos, David, ya te he llamado dos veces!”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Publicidad

El hombre sacudió su cabeza. “Yo tampoco era paciente”, confesó. “Pero hace seis años, mi hijo Jaime, que tenía 10 años, me pidió que fuera a andar en bicicleta con él. Yo tenía trabajo que hacer, así que le dije que fuera con sus amigos, que lo acompañaría en otra ocasión”.

“Pero no hubo una siguiente ocasión. Jaime iba con sus amigos y un conductor perdió el control de su automóvil. Mi hijo perdió la vida tras ser arrollado y nunca superé la idea de que si hubiera ido con él las cosas hubieran sido diferentes”.

“Entonces me di cuenta de cuántos momentos importantes de la vida de Jaime me había perdido mientras estaba ocupado construyendo mi marca y llevando mi carrera al siguiente nivel. Entonces, cuando mi esposa quedó embarazada de Emilia, hice una promesa”.

“Me prometí a mí mismo que estaría presente en cada momento de la vida de mi hija, cada fiesta de cumpleaños, cada paseo en bicicleta”.

“Cada cinco minutos adicionales que Emilia me pide para andar en bicicleta, son cinco minutos adicionales que puedo disfrutar de mi hermosa niña, algo que no hice con Jaime”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Publicidad

Abigail apartó la cara para que el hombre no viera las lágrimas rodando por sus mejillas. “Siento mucho su pérdida”, susurró la mujer. De repente se imaginó perder a David. No poder volver a ver su dulce rostro. Entonces, un dolor terrible golpeó su corazón.

Se giró hacia el hombre y le agarró la mano. “Gracias”, susurró ella. “Gracias por compartir su historia. ¡No sabe lo que significa para mí!”.

El hombre sonrió y saludó a Emilia, que estaba acercando su bicicleta. “¡Estoy lista para irme a casa, papá!”, dijo la pequeña. “¡Tengo MUCHA hambre!”.

Abigail observó con lágrimas en los ojos cómo el hombre y la niña se alejaban. Luego se giró hacia el tobogán. Allí estaba su hijo, deslizándose con las manos en alto, gritando de alegría. “¡Mírame, mami!”, dijo el pequeño. “¡Cada vez voy más rápido!”.

La madre le devolvió el saludo. “¡Sí, vas muy rápido! ¡Sigue, hijo!”. Luego se recostó en el banco y vio a su pequeño hijo correr y jugar a sus anchas, y no miró su reloj otra vez.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Unsplash

Publicidad

Abigail y David llegaron a casa después del anochecer y su esposo le preguntó qué prepararía para cenar. “¡Pide una pizza!”, dijo la mujer. “¡Es la comida favorita de David y acabamos de tener el día más hermoso de todos!”.

A partir de ese momento, la mujer nunca volvió a contar el tiempo que pasaba con su hijo.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • No dejes pasar las oportunidades. Es posible que no tengas una segunda oportunidad. El hombre se había enfocado en su carrera y perdió la oportunidad de pasar todo el tiempo que podía con su hijo y lo lamentó por el resto de su vida.
  • Lo más preciado en tu vida es tu familia. Ninguna cantidad de dinero, prestigio o éxito puede compensar la pérdida de un ser querido.

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

Publicidad
Publicidad
Publicaciones similares

Rompí un portarretratos en casa de mi suegra y descubrí que escondía una segunda foto

24 de junio de 2024

Cajera se entera de que es propietaria de una empresa de 3,8 millones de dólares tras encontrar un testamento a su nombre - Historia del día

13 de junio de 2024

Escuché a mi esposo decirle a su amigo que está conmigo por mi dinero – La lección que le di fue dura

26 de abril de 2024

Mamá engreída exige que yo obedezca los deseos de su hijo adolescente - La azafata les da una buena lección

27 de mayo de 2024

Mi esposo, que es la razón por la que no puedo tener hijos, me engañó - Me rompió el corazón y me vengué discretamente

23 de abril de 2024

5 historias de personas que tuvieron que convertirse en detectives para conocer la espeluznante verdad sobre sus seres queridos

26 de abril de 2024

5 inolvidables historias reales sobre pruebas de paternidad con giros inesperados

25 de marzo de 2024

Jefe despide a mesera por llevarse sobras del restaurante, al día siguiente le da todo su dinero - Historia del día

26 de junio de 2024

3 historias alucinantes sobre maridos que se niegan a ayudar a sus esposas — Las lecciones que aprenden no tienen precio

26 de abril de 2024

Mi cuñada menospreció a mi esposa por ser masajista - Mi esposa rió al último cuando el karma le devolvió el golpe

18 de junio de 2024

Rompí con mi novio infiel hace 5 años - Hoy, me ha llamado desde su boda y ha puesto mi vida patas arriba

27 de junio de 2024

Madre pretenciosa deja que su hijo me robe mi bastón guía - El mesero se venga por mí

08 de mayo de 2024

Me vengué de mi prometido infiel dejándole "sorpresas" en su casa antes de marcharme – Ahora me manda mensajes rogándome que deje de hacerlo

23 de mayo de 2024

Un año después de la muerte de su hijo, una joven con un bebé aparece en la puerta de la desconsolada madre - Historia del día

07 de junio de 2024