Niño de 5 años es testigo del secuestro de su hermanito y decide encontrarlo sin importar lo que cueste
Los padres que han perdido a sus hijos nunca dejan de desearlos. Lo mismo puede decirse de un hombre que pasó más de tres décadas buscando a su hermano perdido hace mucho tiempo.
Los niños son vulnerables a muchos peligros y, lamentablemente, en 1988, le sucedió lo impensable a una familia que vivía en Bogotá, Colombia. Un pequeñín vio a su hermano alejarse con un amigo de la familia y nunca más lo vio regresar a casa.
La experiencia dejó a la madre del niño desconsolada y pasaron 32 años antes de que su corazón finalmente se recuperara. La historia a continuación es la muestra desgarradora del amor inquebrantable de un hermano.
UNA BÚSQUEDA DE TODA LA VIDA
Juan Jiménez se llenó de culpa y dolor después de la desaparición de su hermanito. Vio el dolor de su madre y juró buscar a su hermano, sin importar el tiempo que tardara en encontrarlo.
“Crecí viendo sufrir tanto a mami… ese era mi gran deseo, tratar de hacer algo en esta situación”, manifestó.
Jiménez finalmente descubrió que su hermano, Jhonatan, probablemente fue llevado a los Estados Unidos. Se mudó allí en 2007 y emprendió la misión de encontrar a su ser querido desaparecido.
SU FE LO AYUDÓ
Jiménez tuvo muchos contratiempos en la búsqueda de Jhonatan, pero nunca se dio por vencido. Le dio crédito a su fe en Dios por la fuerza y determinación para seguir buscando a su hermano.
“En una entrevista que le hicieron a Denzel Washington. Le preguntan, '¿Con qué código vives?' Y esto me cambió para siempre. Él dijo: 'Leo la Biblia todos los días'”, comentó.
A partir de ese momento, Jiménez también comenzó a leer su Biblia con regularidad. Dijo que su fe lo ayudó a creer que nada era imposible, ni siquiera encontrar a su hermano después de décadas de haber sido secuestrado.
PRUEBAS DE ADN AYUDARON EN SU BÚSQUEDA
Mientras estuvo en Estados Unidos, Jiménez vio un proyecto sin fines de lucro realizado por DNA Quest de MyHeritage. Estaban donando kits a la gente y le enviaron un pedido.
No sabía cuánto ayudaría el kit en su búsqueda. Sin embargo, otro hombre también se hizo una prueba de ADN a miles de kilómetros de distancia: era Jhonatan.
Una pareja de Noruega había adoptado a Jhonatan y lo rebautizaron como John Erik Aarsheim. Karen y Gunnar Aarsheim pensaban que su hijo adoptivo fue abandonado por sus padres biológicos en Colombia. No tenían idea de lo que realmente le había sucedido.
John creció en Stad y vivió una vida tranquila en un hogar amoroso. Sin embargo, tenía curiosidad sobre sus orígenes y decidió hacerse una prueba de ADN para saber más.
GRAN SORPRESA
La prueba de ADN no reveló mucho al principio, pero finalmente Aarsheim se hizo una prueba de ADN de MyHeritage para descubrir información sobre sus genes. Los resultados lo sorprendieron: mostraron que tenía una coincidencia con Jiménez, un posible medio hermano, tío o sobrino.
John estaba extasiado y entabló comunicación con Jiménez. Ambos hombres se quedaron sin palabras. Juan inmediatamente le contó a su madre las buenas noticias y también habló con Aarsheim sobre lo que le sucedió cuando era niño.
John estaba abrumado. No solo tenía una familia completamente nueva, sino que lo habían estado buscando durante décadas. En 2020, unos meses después de su primera comunicación, Jiménez viajó a Noruega para encontrarse con su hermano.
Su esfuerzo de 32 años había terminado, y el momento en que se vieron fue increíblemente emotivo. Un video del encuentro mostró a ambos hombres llorando y abrazándose repetidamente. Entre lágrimas, Jiménez compartió: "Treinta y dos años hermano. Mírate. Mírate".
REGRESAR A COLOMBIA
Los hermanos partieron hacia Colombia, donde John tuvo una gran bienvenida por parte de sus familiares y miembros de la comunidad. Banderas noruegas y carteles con su nombre ondeaban en el aire cuando llegó a casa con escolta policial.
La madre, que nunca vendió su casa por si su hijo regresaba, sostenía un cartel que decía: "Te extrañé mucho, hijo mío. Bienvenido a casa. Te amo". Significó mucho para John, quien siempre anheló encontrar a su familia biológica.
Aarsheim mantuvo actualizada a su familia Noruega que lo apoyaba a medida que aprendía sobre sus orígenes mientras pasaba un tiempo en su Colombia natal. Estaba agradecido de tener dos familias amorosas.
"Nunca podremos recuperar los 32 años que nos perdimos. Pero podemos hacer de los próximos 32 los momentos más increíbles de nuestras vidas", expresó.
HERMANOS DE POR VIDA
Aarsheim y Jiménez compartieron un vínculo especial a pesar del tiempo que estuvieron separados. Están decididos a mantenerse conectados, y Jiménez compartió que no podía expresar con palabras lo que significaba haber encontrado a su hermano.
John sintió lo mismo y agregó: "Ahora, tengo un hermano que me protege y que siempre me defiende".
Su mensaje de aliento a otras familias que esperan encontrar a sus seres queridos fue simple: "Es posible. Los milagros existen. Los milagros existen".
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El amor de los hermanos conmovió a la comunidad en línea y aplaudieron a Jiménez por nunca haber dejado de buscar a John, a pesar de haber enfrentado varios desafíos. Decenas de usuarios se conmovieron por el reencuentro.
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