Estudiantes se burlan de niña pobre que trabaja limpiando para ayudar a mamá enferma: una semana después se mueren de envidia - Historia del día
Los compañeros de clase de una niña se burlan de ella después de descubrir que trabaja como barrendera, solo para arrepentirse de sus acciones una semana después, cuando ella recibió la mejor sorpresa de su vida.
Jenny vivía con su madre, Annika, quien trabajaba barriendo las calles. Ella nunca había conocido a su padre, y desde que tenía memoria siempre habían sido solo ellas dos.
Su vida había sido difícil. Su madre sufría de dolores en las articulaciones y una mañana llegó a casa y le dijo que el dolor estaba empeorando. “Se ha vuelto más difícil para mí limpiar las calles todo el día, cariño”, admitió.
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“¿Por qué no vas al médico, mamá?”, preguntó Jenny. Annika negó con la cabeza y le dijo que solamente necesitaba trabajar un poco menos.
“Ganaré menos, así que ya no podré comprar algunas cosas. Tendremos que ser más cuidadosas con el dinero”, explicó Annika.
Jenny se dio cuenta de que su madre necesitaba su ayuda. Pensó que ya era lo suficientemente grande para ir a trabajar con ella; entre las dos lograrían limpiar la misma cantidad de calles que antes, o incluso más.
La niña también concluyó que si limpiaba más calles, ganarían más dinero y tendrían suficiente para pagar las medicinas que necesitaba. Se lo sugirió, pero ella no estuvo de acuerdo.
“Eres muy pequeña, Jenny. Tienes apenas 11 años, tu único trabajo debe ser estudiar”, le dijo a su hija. La niña no insistió en su idea y se dedicó a su escuela.
Sin embargo, después de algunas semanas, su madre se dio cuenta de que no podía arreglárselas sola y permitió que Jenny la ayudara todos los días después de la escuela.
Y así fue como Jenny comenzó a barrer las calles. Estaba acostumbrada a hacer las tareas del hogar, por lo que ese trabajo no era nada nuevo.
La niña cantaba las canciones de su cantante favorita mientras barría. Así, el tiempo pasaba rápidamente, y, antes de darse cuenta, madre e hija estaban de regreso a casa.
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Jenny amaba tanto a la cantante que tenía sus fotos y carteles colgados en las paredes de su habitación. Su historia la inspiraba: había tenido un comienzo humilde antes de triunfar, y al igual que ella, la niña creía que algún día alcanzaría sus sueños.
Una tarde, el compañero de clase de Jenny la vio barriendo la calle. Tomó un video y lo compartió con sus amigos. Al día siguiente, un grupo de chicas se burlaron de ella.
“¡Tu madre es una barrendera y tú también lo eres!”, le gritó una niña, señalándola.
“¿Para qué sigues estudiando? No necesitas un título para barrer las calles”, se burló otra chica.
Jenny podía escuchar sus insultos, pero decidió no prestarles atención. Continuó tarareando su canción favorita mientras barría. Irritadas por su indiferencia, las chicas tomaron fotos y videos de Jenny y las publicaron en las redes sociales.
“¡Nuestra compañera de clase es una barrendera!”, escribieron en el título de su publicación.
Si bien las chicas esperaban que otros se rieran de Jenny con ellas, se sorprendieron al ver que la publicación se volvió viral. Miles de personas compartieron la historia de Jenny, con mensajes de apoyo y solidaridad.
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Una semana después de que la publicación se volviera viral, algunas buenas personas se acercaron a ellas para ofrecerles ayuda económica. Un donante anónimo les envió tratamiento para la artritis, suficiente para todo un año.
En poco tiempo, tenían suficiente dinero en su cuenta bancaria para cubrir sus gastos diarios por un buen tiempo, por lo que Annika pudo descansar lo suficiente para recuperar su salud.
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Para que no perdiera su trabajo, Jenny siguió cubriéndola en su tiempo libre, y sus compañeros de clase continuaron molestándola. Un día, mientras la seguían con insultos, una camioneta negra con vidrios polarizados se detuvo cerca de ellos.
“¡Jenny!”, llamó la mujer desde el lujoso vehículo. La niña reconoció esa voz.
Una hermosa mujer salió del auto y, de inmediato, Jenny gritó de emoción. Era su cantante favorita.
“¡Eres tú! ¡Realmente eres tú!”, repetía Jenny, saltando de alegría.
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“Hola, cariño. Quería hacerte una visita en persona”, dijo la amable mujer.
“¡Eres mi ídolo! ¡Te admiro tanto!”, dijo Jenny entre lágrimas.
“Cariño, tú eres la heroína de esta historia. Cuando vi tus videos donde cantas mis canciones mientras barrías las calles, no pude evitar sentir que eres una inspiración para muchos. Todos queremos apoyarte a ti y a tu madre”, le dijo la cantante, abrazándola mientras hablaba.
“Cuando tengas tiempo, te daré acceso a los vestidores de mi concierto. Aquí está mi número de teléfono. Llámame cuando tú y tu mamá quieran venir a uno de mis shows”, dijo la artista.
Los compañeros de clase de Jenny quedaron sorprendidos. Ellos también idolatraban a la cantante, pero ella no les había prestado atención. Sus ojos estaban fijos solo en Jenny.
La celebridad también les hizo una gran donación, con un suministro de por vida de medicinas para Annika, lo que les permitió usar el resto de las donaciones para terminar de pagar la hipoteca de su hogar.
Tiempo después y gracias a la bondad de tantas personas, Annika pudo renunciar a su trabajo y abrió una confitería donde podía trabajar rodeada de niños felices.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- El trabajo honrado jamás debe ser motivo de acoso o maltrato. Los niños se burlaron de su compañera por trabajar barriendo las calles para ayudar a su madre. Por fortuna, sus burlas tuvieron el efecto contrario, al generar una ola de empatía y generosidad en las redes sociales. Sin embargo, las malas acciones de esos chicos pudieron haber ocasionado un gran daño emocional en la niña.
- Las redes sociales pueden ser una valiosa herramienta de empatía y altruismo. Aunque la intención al publicar el video fue burlarse públicamente de una niña que barría las calles, las personas detrás de sus teclados pudieron ver más allá y respondieron en forma positiva.
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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.