Chofer de bus deja a niña de 6 años en carretera concurrida: ella llora hasta que aparece un desconocido

Cuando dejaron a una niña inocente frente a su casa, se echó a llorar y comenzó a vagar sola por las calles. Ella trató desesperadamente de localizar su guardería y estaba en riesgo de varios peligros.

Los niños son vulnerables a todo tipo de maldad en el mundo, y sin la protección de sus padres o de adultos que los cuiden, las cosas pueden volverse peligrosas rápidamente.

En 2017, dejaron a una niña de seis años en el lugar equivocado después de la escuela. Cuando ella notó que no había nadie en casa, trató de caminar hasta su guardería. Descubre qué sucedió cuando un extraño la vio deambular.

EL ERROR DE LA CONDUCTORA

La conductora del autobús de Julianna Pimentel la dejaba en la guardería después de la escuela porque sus padres tenían trabajos de tiempo completo.

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La pequeña estaba familiarizada con la rutina, pero las cosas salieron mal cuando una conductora sustituta se hizo cargo de su ruta.

Cuando la conductora Shelley McKinley le preguntó a Julianna dónde estaba su casa, la niña le mostró el camino y la mujer la dejó rápidamente frente a su residencia. Sin embargo, nadie estaba en casa para recibir a la pequeña.

Confundida y asustada, Julianna comenzó a caminar en dirección a su guardería. Caminó por Canton Highway en Georgia en un frío día de invierno sin una chaqueta para abrigarse.

UNA DESCONOCIDA LA VIO

Era casi la hora pico y la carretera estaba muy concurrida, con muchos autos y transeúntes. Julianna estaba aterrorizada y las lágrimas corrían por sus mejillas mientras trataba frenéticamente de encontrar a alguien o algo familiar.

Un automóvil se detuvo junto a la carretera por donde ella caminaba y una desconocida preguntó: “¿Qué pasa?”. Con voz temblorosa, Julianna respondió: “¡Perdí a mi familia! El autobús me llevó a mi casa y no había nadie”.

SABÍA QUE ALGO ESTABA MAL

Milagrosamente, la investigadora privada Jane Holmes se dirigía al juzgado del condado de Forsyth y se dio cuenta de que la niña parecía perdida. La detective se ocupaba de los casos de personas desaparecidas con regularidad y sabía que algo andaba mal.

“Veo a esta niña corriendo: corre, camina y llora. Es una de las carreteras más transitadas de Georgia”, compartió la mujer.

Después de hablar con Julianna, que sollozaba, Holmes inicialmente pensó que podría haberse escapado de casa, así que la llevó a la oficina del alguacil por seguridad.

FUE PUESTA EN GRAVE PELIGRO

La cámara del tablero de Holmes grabó toda la experiencia y las imágenes mostraban a la niña perdida, que ya había caminado unos 400 metros. La investigadora privada pensó en los peligros y en todo lo que podría haber salido mal.

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“No dejaba de pensar en todas las cosas malas que podrían haberle pasado. Podría haber sido secuestrada, podría haber sido golpeada, podría haberse caído por el borde... Da mucho miedo”, expresó Holmes.

LOS PADRES QUEDARON DEVASTADOS

Gilberto Pimentel y su esposa se encontraban trabajando mientras su hija, sin saberlo, estaba en peligro. El padre se sorprendió cuando la guardería le envió un mensaje para decirle que la conductora del autobús había pasado sin dejar a Julianna.

El padre preocupado dijo: “Tenía el presentimiento de que algo malo estaba pasando. Lo que me vuelve loco es que la conductora del autobús escolar reconoció a la señora de la guardería que estaba parada afuera, pero nunca se detuvo”.

La esposa devastada de Gilberto finalmente lo llamó, y ella estaba agitada cuando compartió: “Encontraron a Julianna... la encontraron al costado del camino”.

LA CONDUCTORA FUE DESPEDIDA

Los padres se sintieron aliviados cuando llegaron a la oficina del alguacil y vieron a su hija sana y salva. Holmes estaba igualmente encantada de que el caso tuviera un final feliz y siguió siendo amiga de Julianna después del incidente.

La conductora Shelley McKinley fue despedida rápidamente y Gilberto estaba considerando presentar cargos contra ella. El padre dijo: “¿Eso es justicia? Ella puso a mi hija en peligro. Es una adulta, debía saber lo que hacía”.

También calificó las acciones de la conductora como “completamente incorrectas” y quedó estupefacto por la forma descuidada en que dejó sola a una niña sin garantizar su seguridad.

LA NIÑA QUEDÓ TRAUMATIZADA

Julianna también sufrió efectos y traumas a largo plazo después del incidente. La pequeña volvió a la escuela, pero tenía miedo de volver a usar el autobús.

Les decía a sus padres que no quería estar sola y ellos comenzaron a buscar una solución. Gilberto dijo que el sistema de transporte perdió su confianza.

“Alguien podría habérsela llevado diciendo: ‘Te llevaré a un lugar seguro’ y es posible que nunca la hubiéramos vuelto a ver. No puedo dormir pensando en todas las cosas malas que podrían haber pasado”, agregó el padre.

NORMAS PARA LOS CONDUCTORES

Para evitar incidentes similares en el futuro, todos los proveedores de transporte deben familiarizarse con las pautas presentadas por la División de Transporte Estudiantil del Departamento de Educación de Georgia.

Proporcionan un manual que explica lo que deben hacer los conductores de autobuses cuando dejan a los niños en sus paradas. Una sección estipula: “Si el padre no está en casa, NUNCA deje a un niño solo en casa sin el permiso por escrito de los padres”.

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Se indica a los conductores de autobús que pasen por el hogar de los niños nuevamente al final de la ruta. Si el segundo intento de dejarlos también falla, deben llevarlos al departamento de transporte, donde se puede hacer un plan alternativo.