Drew Barrymore se "divorció" de su mamá a los 14 y no obstante sintió "el peor dolor" tras echarla de su vida más tarde

La actriz podrá ser una gran celebridad ahora, pero tuvo una infancia difícil que la llevó a emanciparse de su madre antes de cumplir los 16 años.

Cuando Drew Barrymore tenía solo cinco años, se convirtió en un nombre familiar después de interpretar a Gertie en “E.T. The Extra-Terrestrial”.

Ella estaba siguiendo una larga línea de actores en su familia. Sus padres, Jaid Barrymore y John Drew Barrymore, también eran histriones.

RELACIÓN DE SUS PADRES

Jaid, cuyo nombre completo es Ildikó Jaid Makó, nació en un campo de personas desplazadas en Alemania Occidental. Sus padres eran refugiados húngaros de la Segunda Guerra Mundial.

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Ella se casó con John en 1971. El actor luchó contra la adicción durante años. En 1967, antes de que los padres de Drew se casaran, su papá fue encarcelado por posesión de sustancias ilegales después de un accidente automovilístico.

Dos años después, fue arrestado nuevamente por la misma razón. A mediados de los años 70, el padre de Drew dejó de trabajar como actor. Su esposa lo echó de su casa debido al abuso de sustancias. John se alejó de sus hijos a partir de ese momento.

El matrimonio de Jaid y John finalmente concluyó en divorcio cuando su hija tenía nueve años en 1984. El padre de Drew también era un alcohólico violento que apenas estaba presente en su vida y, según dijo la actriz, su mamá “no estaba preparada” para ser madre.

Al estar mal preparada y ser una madre soltera, Jaid no tomó las decisiones correctas al criar a su hija. Drew sufrió mucho en sus primeros años cuando estaba bajo el cuidado de su madre.

MOMENTOS DIFÍCILES EN SU INFANCIA

Cuando Drew tenía nueve años, después del divorcio de sus padres, su madre la llevó al Studio 54. Allí fue donde la joven actriz conoció las sustancias ilegales y fue animada a bailar con jóvenes famosos.

Sin embargo, a los ocho años, Drew ya se consideraba una “chica fiestera”. Cinco veces por semana, ella, Jaid y los amigos de su madre salían, pero la niña no se adaptaba a su estilo de vida.

Cuando tenía 12 años, la joven actriz ya había hecho un período de rehabilitación. Cuando tenía 13, Drew recayó y estuvo ingresada durante 18 meses en una institución mientras recibía tratamiento por abuso de sustancias y alcohol.

En una entrevista con The Guardian en octubre de 2015, la estrella de “Charlie's Angels” reveló que había estado trabajando desde los 11 meses. Sentía que ya estaba fuera de control porque tenía que crecer rápido.

Lo único positivo que encontraba en su vida era su trabajo, pero se lo quitaron cuando la institucionalizaron.

Jaid, que había “perdido credibilidad” como madre después del incidente de Studio 54, había ingresado a su hija en una institución porque se sentía impotente para criarla. Cuando el público se enteró de su institucionalización la tacharon de “dañada”.

En la edad adulta, la estrella reconoció que su madre había “creado un monstruo”. “Este fue su último intento, y yo realmente estaba fuera de control. Ella probablemente sentía que no tenía a quién recurrir”, contó Drew.

SU EMANCIPACIÓN

Drew sabía que quería más para su vida después de ser institucionalizada. “Cuando cumplí 14 años y quería comenzar mi vida de nuevo, quería hacer las cosas en mis propios términos”, dijo. Extrañamente, Jaid apoyó a su hija para que se emancipara.

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“Divorciarse” de su madre significaba que viviría de forma independiente incluso antes de cumplir los 16 años. La actriz y su progenitora se presentaron a una audiencia en la corte.

Drew nunca sintió que el procedimiento hubiera sido oscuro o pesado, pues consideró que tribunal estaba tratando de averiguar si podía ser tratada como adulta o no.

Cuando terminaron las deliberaciones, el juez le dijo que, una vez tomada la decisión, no había vuelta atrás. La joven dijo que estaba lista para las consecuencias y recibió su emancipación.

Después de que el magistrado dictó su sentencia, Jaid abrazó a su hija. Ella sabía que las cosas serían diferentes a como siempre habían sido.

Como ya era legalmente adulta, dejó la escuela porque odiaba cómo la trataban los demás chicos. Sin embargo, no quería quedarse sin educación, pero no quería estudiar actuación porque ya sabía cómo actuar y no estaba segura si la industria la aceptaría de nuevo.

SU VIDA TRAS EMANCIPARSE

La estrella decidió ser autodidacta. Compró un diccionario y comenzó a aprender palabras nuevas. Drew también se rodeó de las cosas que amaba y estaba decidida a no ser derrotada, aunque la gente pensara que estaba loca.

La actriz creó su propio plan de estudios y trabajo. Leía, limpiaba y trabajaba en una cafetería. A su jefe parecía no caerle bien y a menudo le decía que hacía mal su trabajo.

Drew finalmente reconoció que estar en la cafetería no era su destino. Renunció a su trabajo y le pidió a una vecina que se mudaran juntas para compartir un nuevo apartamento.

Aunque sus padres fueron la razón por la que terminó en esta situación, la actriz nunca pensó que estaban tratando de aprovecharse de ella.

En declaraciones a The Guardian, Drew confesó que nunca se sintió explotada por sus padres, ya que su padre simplemente no estaba disponible. Lo cierto es que la institución en la que la metió su madre fue la que le sugirió que se emancipara.

Los expertos creían que estaría mejor sola, y luego admitió que no se arrepentía de haber sido ingresada a la institución de salud. Sentía que la experiencia la había hecho ser más humilde y había tranquilizado su vida.

La estrella señaló que eso había sido necesario porque, cuando salió de la institución, era una persona más respetuosa. Eso no fue algo que sus padres o la vida le hubieran enseñado. Aunque salió como una persona diferente, aún seguía siendo ella misma.

PERDONÓ, PERO NUNCA OLVIDÓ

En 2014, en entrevista con Marie Claire, Drew confesó que “siempre había sido empática” con Jaid. La estrella dijo que el sentimiento fue aún más fuerte cuando tuvo un hijo, y ella y su madre lo discutieron en profundidad.

La actriz compartió que convertirse en madre no hizo que disminuyera la brecha entre ella y su mamá. Irónicamente, nunca se sintió enojada con Jaid, sino que se sentía empática, culpable y sensible con ella.

“Pero realmente no podemos estar en la vida de la otra en este momento”, agregó.

En febrero de 2021, Drew apareció en “The Howard Stern Show”. Allí explicó que sentía que su madre había soportado suficiente dolor por su distanciamiento. Se sentía culpable por negarle a Jaid cualquier acceso a ella.

“Es el sentimiento más duro que he experimentado. Definitivamente el peor dolor que he conocido”, dijo.

Aunque Drew pasó años sin hablar con su mamá, las dos comenzaron a enviarse mensajes de texto en 2021. La actriz compartió su felicidad de que ahora estaban curando su relación. Madre e hija comenzaron a estar en mejores términos.

“Como mujer, finalmente pude ver y entender eso y hemos hecho las paces. Ahora le he enviado mensajes de texto, le he hablado y me he acercado a ella”, dijo.

En 2021, la estrella de “50 First Dates” reveló que le permitió a Jaid de manera cautelosa entrar a la vida de sus dos hijas. La abuela pudo conocer a las niñas, pero Drew aún mantiene la distancia y los límites para mantener a su madre bajo control.

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La nueva relación que han forjado madre e hija implica mucho respeto. La actriz y Jaid han logrado avances impresionantes en la recuperación de su vínculo, por lo que Drew ahora publica fotos de su mamá en las redes sociales.