Todos bajan del avión, excepto la mujer que lloró durante todo el vuelo: "Debo ver al piloto", dice - Historia del día

Tras reconocer la voz del piloto durante el despegue, una mujer lloró durante todo un vuelo y se negó a bajar hasta encontrarse con él. Nadie entendía por qué hasta que el piloto la saludó.

Linda, de 39 años, no era nueva en volar, pero este vuelo en particular la entristecía. Se sentó junto a la ventanilla, fingiendo que estaba bien.

Gotas de lágrimas corrían por su rostro y ya no podía controlarlas. Lloró en silencio, pensando en las tumbas de sus padres que visitaría cinco horas después.

De repente, el anuncio del piloto rompió su silencio y su voz le resultó familiar.

"¡Buenos días, damas y caballeros! Es un placer darle la bienvenida a bordo del vuelo..."

Linda se sobresaltó y comenzó a llorar aún más después de escuchar su voz...

"Señora, ¿hay algo con lo que necesite ayuda?", preguntó la azafata después de notar que Linda no paraba de llorar.

"No. Estoy bien".

Pero Linda no era cierto. Recordó la voz del piloto, una y otra vez, llorando como una niña.

"Señora, ¿quiere un poco de agua?", preguntó la azafata. Linda estaba llorando tanto que todos los que la rodeaban se dieron cuenta. Mientras que algunos sonrieron, otros se preocuparon y finalmente llamaron la atención de la asistente de vuelo.

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"No, gracias".

"Está bien. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarle? ¿Por qué llora?".

Linda se negó a responder. Se volvió hacia la portilla y miró hacia afuera. "No puedo esperar para conocerlo", murmuró.

"¿Qué? ¿A quién?", preguntó de nuevo la azafata con bastante curiosidad.

"¿Puede por favor no molestarme?", dijo Linda, quien comenzaba a molestarse. "Por favor, déjeme en paz".

Ella lloró por el resto del viaje. Nadie estaba interesado en saber por qué después de observar su temperamento.

Cinco horas después, el vuelo aterrizó y todos, excepto Linda, comenzaron a bajarse del avión. La azafata notó que la mujer todavía estaba sentada y se acercó a ella.

"Señora, el vuelo aterrizó... ¿Quiere ayuda con su bolso?".

"¡No, no voy a bajar! ¡DEBO VER AL PILOTO! ¡No me moveré de aquí hasta que lo vea!".

La azafata no estaba segura de cómo manejar la situación.

"Señora, ¿qué sucede? No puede permanecer en el avión por mucho tiempo después de que haya aterrizado. Por favor, tendrá que desembarcar ahora".

"Dije que quiero conocer al piloto. Es urgente. Por favor, trate de entender", suplicó Linda.

"Está bien, se lo diré. Por favor, espere aquí".

Momentos después, Linda comenzó a llorar aún más después de ver al piloto salir de la cabina. Se acercó a ella sonriendo, pero su expresión se desvaneció después de verla.

"¡¿TÚ?! No tengo nada que decirte", gruñó, dándose la espalda y preparándose para salir del avión.

"Estarían orgullosos de ti, como yo estaba en el momento en que escuché tu voz cuando despegó este vuelo", dijo Linda. "Alex, espera, por favor, no te vayas... ¡Lo siento! ¡Por favor, perdóname!".

Alex se detuvo y, sin volverse atrás, le preguntó a Linda cómo aún reconocía su voz.

"Reconocería tu voz incluso en una multitud de millones. Lo siento mucho, Alex".

"He estado esperando escuchar esto de ti durante años", dijo Alex. "Todo lo que tenías que hacer era decir estas palabras para aclarar las cosas. ¿Por qué tardaste tanto en decir LO SIENTO?".

Al final, resultó que Alex era el hermano menor de Linda que había soñado con convertirse en piloto. Pero su padre nunca aprobó su ambición y, en cambio, constantemente se burlaba de él.

“No voy a gastar un centavo contigo para desperdiciarlo en una academia aérea”, fueron las últimas palabras que Alex, de 10 años, escuchó de su padre.

Sus padres murieron en un accidente automovilístico poco después, y una vez que pasó el caos de la tragedia, Linda recibió una herencia de ellos. El testamento decía que ella también estaría a cargo de la parte de Alex hasta que cumpliera 18 años.

Si bien Alex pensó que podría usar su herencia para ir a la escuela y luego a la academia aérea, Linda se negó.

"Podríamos usar este dinero para comprar una casa grande y bonita y un auto. ¿Por qué quieres desperdiciarlo cuando sabes que no serás un piloto exitoso?", le dijo a Alex cuando él le preguntó acerca de su parte.

Furioso, Alex le dijo a Linda que se quedara con todo el dinero y se fue a vivir con sus abuelos. "Ni siquiera quiero verte. Toma todo el dinero. Alcanzaré mi sueño sin tú ayuda. ¡Adiós!".

La relación de Linda y Alex permaneció tensa durante varios años. En un momento, Linda se arrepintió e incluso lo llamó para disculparse hace un año. Pero Alex le había colgado tan pronto como escuchó su voz y lo único que Linda alcanzó a oír de él fue: “¡Hola! ¿Quién es?”.

Fue esa misma voz la que la hizo derramar lágrimas cuando escuchó su anuncio durante el vuelo.

"No estoy listo para hablar contigo. Me voy", dijo Alex, haciendo que Linda volviera a la realidad.

"Alex, por favor, dame una oportunidad. Por favor, estoy aquí para visitar las tumbas de papá y mamá. Por favor, ven conmigo. Nos estarán observando desde el cielo y estarán orgullosos de ti".

Linda rogó y suplicó, pero Alex no quiso escuchar. Le dio la espalda y abandonó el avión sin mirar atrás.

Dolida y decepcionada, Linda se bajó del avión y esperó para encontrarse con Alex, pero él nunca apareció. Sintiéndose aplastada, tomó un taxi y se dirigió a las tumbas de sus padres para conmemorar el vigésimo aniversario de su muerte.

"¡Dios mío, no puedo creer esto!", dijo, disminuyendo la velocidad mientras las lágrimas brotaban. "¿Alex?". Ella lloró y corrió hacia él. Estaba de pie junto a las tumbas de sus padres.

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"Te perdono, Linda. No hablemos de lo que pasó hace años. Ya lo superé, y quiero que lo olvides también, ¿de acuerdo?".

Lágrimas de alegría empañaron los ojos de Linda mientras abrazaba a Alex. Colocaron coronas de flores en las tumbas de sus padres y permanecieron en silencio durante algún tiempo.

"¡Vamos a casa!", dijo Alex, invitando a Linda a su hogar.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• No decidas el futuro de tus hijos: Respeta sus sueños y déjalos perseguir sus ambiciones. Alex siempre había querido ser piloto, pero su padre pensó que no tendría éxito. Sin embargo, Alex demostró que su papá estaba equivocado al lograr su sueño años después.
• Nunca es demasiado tarde para disculparse con alguien a quien has lastimado: Linda tardó años en disculparse con su hermano. Afortunadamente, aceptó su disculpa y la perdonó para dar paso a un nuevo inicio entre los hermanos.

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Esta pieza está inspirada en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si desea compartir su historia, envíela a info@amomama.com.