Chico cuida a niña cuyo papá militar está lejos: un día ve una multitud de soldados afuera de su casa - Historia del día
Chico cuida de una niña cuyo padre trabaja en el ejército y recibe una reconfortante sorpresa por su buena acción.
Samuel, de 11 años, vivía con su madre Linda, y era un niño muy responsable. Su padre murió luchando por la patria cuando él tenía cinco años, por lo que se vio obligado a convertirse en el hombre de la casa a una edad temprana.
Samuel admiraba a su papá y deseaba ser tan valiente como él. Respetaba su heroísmo y su valor como soldado, e hizo todo lo posible para que se sintiera orgulloso cuando aún estaba vivo.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pixabay
Un día, el chico estaba jugando cuando vio a una niña sentada en la acera. La reconoció inmediatamente, ya que vivía a un par de casas de la suya. Al observarla, Samuel se preguntó por qué parecía tan triste. Decidió hablar con ella.
"¡Hola! Te he visto por aquí. ¿Qué te pasa? Te ves triste", dijo, tomando asiento junto a ella. "Soy Samuel, por cierto".
"Soy Melanie", dijo la chica. "Mi mamá se fue al cielo y la extraño. Estoy triste por eso".
"También mi papá. Yo también lo extraño", dijo Samuel. "¿Te gustaría jugar conmigo?", ofreció. "No tengo muchos amigos".
"¿Puedo?", sonrió ella, y Samuel asintió.
Ese día marcó el inicio de la amistad de Samuel y Melanie. Jugaban todas las tardes. A veces, los amigos de Samuel se burlaban de él cuando lo veían con la niña de cinco años, pero a Samuel no le molestaba.
Un día, antes de ir al colegio, Samuel vio a Melanie sentada fuera de su casa llorando. No había nadie a su alrededor y Samuel estaba preocupado, así que corrió hacia ella.
"¿Melanie? ¿Qué haces aquí sola?", le preguntó preocupado.
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"¡Extraño a mi papá!", respondió ella.. "¡Me ha dejado! ¡Le dije que no se fuera! Pero me ha dejado".
"No pasa nada, Melanie. Pronto volverá a casa. Escucha, mi padre también fue soldado, y su trabajo es muy bueno. Trabajan duro por nuestro país. ¿No estás orgullosa de tu padre?".
"Pero... no hay nadie en casa para llevarme al colegio. Mi abuela está enferma. Solo quiero que papá esté en casa".
"Puedo ayudarte", se ofreció Samuel. "Solo un minuto".
Samuel entró corriendo a la casa de Melanie y le pidió a su abuela la dirección de la escuela. Usando Google Maps, se las arregló para dejar a Melanie en el colegio.
"No tienes que preocuparte por venir sola al colegio porque yo te llevaré todos los días, ¿de acuerdo?", le prometió.
Desde entonces, Samuel siempre llevaba a Melanie a la escuela y su abuela solo tenía que recogerla. Un día, Samuel se levantó tarde y se retrasó. Sabía que si dejaba a Melanie primero, no podría llegar a tiempo a sus clases, pero decidió ayudarla.
Su profesor se puso furioso con él cuando llegó a clase. "¡La próxima vez que llegues tarde, Samuel, me gustaría que trajeras a tu madre!", exclamó.
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Los compañeros de Samuel se rieron a sus espaldas, ya que sabían que llegaba tarde porque había dejado a Melanie en la escuela. Sin embargo, el chico siguió haciéndolo, mientras ayudaba a la abuela de Melanie en la casa.
Aunque solo tenía 11 años, Samuel se desvivía por ayudar a la niña en casi todo mientras su padre estaba fuera. Sabía lo mal que se sentía no tener a tu papá cerca, así que nunca se reprimió cuando se trataba de cuidar a la pequeña Melanie.
Un día, Samuel se ofreció a recoger a Melanie del colegio porque la abuela no se encontraba bien. Cuando Samuel y Melanie llegaron a casa después del colegio, se encontraron con una gran multitud en la puerta.
"¿Qué está pasando? ¿Por qué están todos aquí? Oh no, ¿la abuela está bien?", preguntó Samuel, preocupado. Poco después, el padre de Melanie salió de entre la multitud.
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"¡Papá!", gritó Melanie y corrió hacia él. "¡Te he echado mucho de menos, papá! ¡Este es Samuel! Es igual que tú, papá. ¿Sabías que Samuel ayudó a la abuela mientras tú estabas fuera?".
El padre de Melanie, David, sonrió. "¡Claro que sé lo útil que fue Samuel! Después de que mamá me contara cómo un jovencito la ayudó en la casa en mi ausencia, tuve que hacer esto... ¡Esto es para ti, Samuel!", dijo, y los soldados lo saludaron al unísono, seguidos por David, quien le agradeció por cuidar a su hija.
"Eres un chico increíble, Samuel. Estoy seguro de que tu padre estará orgulloso de ti. Mamá me dijo que él también era un soldado. Hoy le has hecho sentirse orgulloso", dijo.
Al mencionar a su padre, Samuel rompió a llorar.
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"Si no le importa", consiguió decir entre lágrimas. "¿Puedo abrazarlo? Por alguna razón, hoy estoy echando mucho de menos a mi padre".
"Por supuesto, Samuel. Ven aquí".
Samuel abrazó a David con fuerza y lloró a mares. Había aguantado todo y fingido ser muy fuerte desde que su padre había fallecido. Pero, al fin y al cabo, él también era un niño que ansiaba el amor y los elogios y los cuidados de un padre.
"Nunca escuché esas cosas de mi padre", le dijo a David. "Nunca pensé que un soldado como él estaría orgulloso de mí. Pero lo está... gracias por ello".
"Debería agradecértelo, Samuel", respondió David. "Créeme; deberías estar increíblemente orgulloso de ti mismo".
Ese día, David visitó la casa de Samuel, y cuando le dijo a Linda lo orgulloso que estaba de Samuel, los ojos de Linda también se llenaron de lágrimas. "Estoy muy orgullosa de ti, cariño", dijo, abrazando a Samuel.
A partir de entonces, David trató a Samuel nada menos que como su hijo, y pronto, las dos familias se acercaron. No pasó mucho tiempo hasta que Linda y David se enamoraron y decidieron empezar una nueva vida juntos.
Samuel y Melanie, por supuesto, estaban muy contentos de tener dos padres y de vivir bajo el mismo techo. Y Samuel se convirtió en un valiente militar.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Hay pequeños héroes entre nosotros que necesitan ser valorados: Para un niño de 11 años, las acciones de Samuel fueron nada menos que las de un héroe. Cuidó de Melanie, ayudó a la abuela de la niña y cuidó de su madre siempre que pudo.
- Elogia a tus hijos por las buenas acciones que hacen cada día: Samuel siempre anhelaba los elogios de su padre, pero nunca los recibía. Cuando David por fin lo colmó de elogios, Samuel se sintió muy feliz al darse cuenta de que era digno.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.