Abuela que gastó sus ahorros pagando la boda de su nieto tiene prohibido asistir a la ceremonia - Historia del día
Cuando una abuela gastó todo el dinero que había ahorrado para su vejez en la boda de su nieto, no imaginó que su nuera le prohibiría asistir a la ceremonia por estar mal vestida.
El día de la boda de Jerry, de 21 años, sus ojos estaban fijos en la entrada, anhelando la llegada de la persona más importante para él: su abuela Wendy. Aunque su nombre encabezaba su lista de invitados, no se la veía por ninguna parte.
La novia caminó por el pasillo con un hermoso vestido, pero Jerry seguía buscando a su abuela con la mirada. Su corazón comenzó a acelerarse, simplemente no estaba allí.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash
“¿Dónde está mi abuela?”, se preguntó al borde de las lágrimas. Justo antes de ponerle el anillo a su novia, descubrió por qué su abuela no estaba...
De todas las personas que Jerry quería en su boda, Wendy era la más importante. Ella no faltaría. Su nieto era todo su mundo.
Después de que los padres de Jerry murieran cuando él tenía cinco años, Wendy lo tomó bajo su protección. Le prometió a su difunto hijo que convertiría a Jerry en un ser humano maravilloso. Y había cumplido su promesa de la manera más hermosa posible.
Wendy era cocinera en una escuela local e invirtió una buena parte de sus escasos ingresos en la educación de Jerry. Estaba encantada cuando se graduó con honores y pensó: “¡Muy bien! ¡Mi nieto está listo para iniciar su carrera!”.
Mientras Wendy esperaba escuchar buenas noticias sobre el nuevo trabajo de Jerry, se sorprendió cuando él le dijo que quería casarse.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels
“¿No es demasiado pronto?”, dijo ella decepcionada. “Apenas te acabas de graduar y acabas de comenzar en un nuevo trabajo. Además, eres demasiado joven para formar una familia”.
Pero Jerry no quiso escucharla; estaba ciegamente enamorado de Natalie, su novia.
“No puedo decirle que no a Natalie. Quiere que nos casemos lo antes posible. La amo mucho, abuela”.
Como de costumbre, Wendy confió en la decisión de Jerry y estuvo de acuerdo. Pero a medida que pasaban los días, notó que a menudo llegaba a casa muy tarde en la noche, agotado.
Wendy estaba preocupada porque parecía que Jerry no era feliz. Siempre estaba exhausto y apenas disfrutaba de la cena.
“Te ves tan cansado. ¿Por qué estás trabajando tanto?”, le preguntó Wendy una noche. Su respuesta la sacudió.
“Abuela, Natalie quiere casarse el segundo sábado del próximo mes. No tengo suficiente dinero, así que estoy trabajando medio tiempo en una tienda para ganar más dinero”.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash
“Habíamos decidido contribuir equitativamente a los preparativos de la boda porque su madre es viuda y no puede cubrir todos los gastos sola”.
Al escucharlo, Wendy se sintió muy preocupada...
“Solo nos quedan unos días para la boda. ¿Crees que puedas reunir lo suficiente?”. Podía ver un extraño dolor en los ojos de Jerry. Él le dijo que todavía no, que aún no tenía lo necesario para la ceremonia.
“Y ella pelea conmigo casi todos los días y eso me destruye, abuela. A veces, pienso que debería cancelar la boda y romper con ella. Siento que nunca me entiende”, lloró.
El corazón de Wendy se agitó. Sabía lo emocionado que estaba Jerry por la boda y no quería que la cancelara. Así que retiró todo el dinero que había ahorrado para su vejez y se lo dio para que lo usara en la ceremonia.
El amor de Wendy por Jerry no le permitió ver lo que se avecinaba. Su nieto estaba tan feliz y solo eso le importaba; estaba ansiosa por ver el hermoso resultado. Pero esa alegría vino con un alto precio: se había quedado sin ahorros.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels
“Muchas gracias, abuela. Prometo pagarte muy pronto”, le dijo Jerry. Wendy se alegró de escuchar esto, aunque no esperaba que él le devolviera ni un centavo.
Llegó el gran día. Los invitados comenzaron a llegar al lugar de la boda. El salón principal se llenó de risas y el comedor olía a comida deliciosa. Era una vista tan hermosa, y pronto, la novia caminaba hacia el altar, sonrojada bajo el velo.
El corazón de Jerry comenzó a latir muy rápido. El momento tan esperado por fin había llegado. Era hora de sus votos. Se giró hacia su costado para sostener la mano de su abuela, pero no estaba allí.
Jerry se puso ansioso. Le había dicho a Wendy que se parara a su lado cuando fuera el momento de intercambiar los anillos de boda. Quería que ella estuviera en todas las fotografías.
“¿Dónde está la abuela? No la veo por ninguna parte... ¿A dónde se fue?”, se preguntó, preocupado.
“Jerry, ¿qué pasa? Ponme el anillo”, susurró Natalie, mirándolo con hostilidad. “La gente está mirando. ¿Qué te pasa?”.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash
“¿Dónde está mi abuela? No puedo hacer esto sin ella”.
Natalia hizo una mueca.
“Tu abuela no es importante ahora. Ponme el anillo y no hagas una escena. Debe estar perdida entre la multitud o algo así”.
Pero el corazón de Jerry no le permitiría hacerlo. “No, No me casaré sin mi abuela. ¿Dónde está ella?”, insistió.
Natalie se puso roja de furia. “Tu abuela no asistirá a esta boda. Le dije que no podía entrar... ¡Ahora termina de ponerme el anillo!”, dijo, con furia.
Jerry se sobresaltó. “¿Excluiste a mi abuela de nuestra boda? ¿Pero por qué?”.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash
Resultó que a Wendy no le había quedado dinero para comprar un vestido para la boda, así que se puso lo mejor que había encontrado en su guardarropa. Natalie la vio y decidió que ese traje viejo y gastado no cumplía con el código de vestimenta de la boda.
“Entonces, CORTÉSMENTE le pedí que no asistiera a nuestra boda. Se habría visto como un payaso con su vestido viejo y sucio y nos habría arruinado el día. Ella solo sonrió y se alejó. Estoy segura de que lo entendió”, reveló Natalie, lo que enfureció a Jerry.
“¿Cómo te atreviste a hacerle eso a mi abuela? ¡Hoy no habría habido boda sin ella!”, gritó, lanzando el anillo a la cara de Natalie.
Jerry salió furioso a ver a Wendy en su casa porque sabía lo herida que debía estar.
“Hijo, ¿qué haces aquí? Se supone que debes estar en tu boda. ¿Por qué has venido aquí?”, preguntó Wendy, ocultando sus lágrimas.
Jerry, que ahora se daba cuenta de lo egoísta que era Natalie, ya había decidido que no se casaría con ella.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pixabay
“¿Boda? ¿Hablas en serio, abuela? ¿Por qué no me dijiste que ella te había pedido que abandonaras la boda? ¿Y cómo puedes siquiera pensar que me casaría sin ti? Eres más importante para mí que cualquier otra persona”. Lloró en el regazo de Wendy.
“Pero, ¿qué va a pasar con Natalie?”.
“Ella no nos merece, abuela. Olvidemos a esa mujer egoísta y concentrémonos en nuestras vidas ahora”.
Aunque Wendy estaba triste por lo ocurrido, respetó su decisión. También pensó que quizás tenía razón y él merecía una mujer más generosa.
A partir de ese día, Jerry trabajó muy duro. Consiguió un mejor trabajo y pudo reintegrarle a su abuela lo que había gastado en la boda, triplicado.
Tres años más tarde, Jerry se casó con otra mujer en presencia de su abuela y con su bendición. Fue el día más feliz de sus vidas, y Wendy no pudo evitar derramar lágrimas de alegría ese día.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Unsplash
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- La familia es lo más importante. Cuando Jerry supo que Natalie había echado a su abuela de su boda, canceló toda la ceremonia y se disculpó con su abuela.
- La apariencia no puede ser lo más importante. A Wendy se le prohibió asistir a la boda de su nieto porque su novia pensó que no cumplía con el código de vestimenta ceremonial. Eso le hizo saber a Jerry lo superficial que era su novia.
Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Te puede interesar: Niña con muletas ayuda a madre que no puede comprarle un juguete a su hijo: al otro día se ve a sí misma en la tele - Historia del día
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.