Alan Alda fue taxista mientras criaba a 3 hijas en una casa diminuta e hizo sacrificios en su carrera para mantenerlas escolarizadas
Alan Alda es conocido por interpretar a Hawkeye Pierce en la exitosa serie "M*A*S*H". Sin embargo, antes de ser famoso, el actor tuvo una vida dura. Cuando se casó luchó por mantener a su familia a flote con tres trabajos.
Alan tuvo su gran papel en la serie "M*A*S*H" a principios de los años setenta. Interpretó a un cirujano llamado Capitán Benjamin "Hawkeye" Pierce. Después actuó en varias series, como "30 Rock" y "The West Wing".
El padre de Alan, Robert Alda, actuó en el vodevil y en el burlesque y escondía a su hijo entre bastidores. Aunque el hecho de estar rodeado de fama y de teatro le inspiró su amor por la actuación, la vida escénica no fue propicia para su niñez.
Alan Alda en una escena de la película "The Moonshine War", 1970. | Foto: Getty Images
Alan cuenta que veía a las chicas de escena semidesnudas, tanto dentro como fuera del escenario. El niño solía estar en la habitación mientras ellas se desnudaban. Todavía recuerda el olor a perfume y a sudor de sus trajes.
Por desgracia, al actor le diagnosticaron poliomielitis cuando tenía siete años. El tratamiento consistió en envolverlo en mantas insoportablemente calientes, lo que le dejó agonizando. Por suerte, Alan sobrevivió a la enfermedad. Pero, poco después, su madre fue diagnosticada de esquizofrenia paranoide.
El famoso habló sobre los efectos del trastorno de su progenitora en él y confesó que fue como no tener una madre.
Sin embargo, Alan no dejó que su pasado se interpusiera en su camino para construir un futuro mejor. A finales de los años 50, se casó. A los 21 años, ya tenía hijos. Estaba en camino de formar la familia feliz que tanto deseaba. Pero tenía un obstáculo en su camino: encontrar trabajo como actor.
Alan Alda en el estreno de "Marriage Story" en Nueva York en el Teatro París el 10 de noviembre de 2019 en Nueva York. | Foto: Getty Images
Sobrevivir como un artista hambriento
Alan recuerda los primeros días de su carrera y lo duros que fueron. Hasta un paquete de cuatro cervezas era caro. Sin trabajo como actor, tenía cuatro bocas que alimentar, sus hijas, Beatrice, Eve y Elizabeth, junto con su mujer, Arlene.
"Para pagar el alquiler, fui taxista, vendí fondos de inversión y fui portero. Nuestro primer apartamento era tan pequeño que la cocina estaba en realidad en un clóset", declaró.
Finalmente, después de trabajar en un sinfín de empleos que pagaban muy poco, la gran oportunidad de Alan pareció llegar en forma de "M*A*S*H". El guión era excelente y el personaje le gustaba mucho. El único problema era que la serie se grabaría en California mientras él vivía en Nueva Jersey.
En ese momento, las hijas del actor estaban en el colegio y creía que trasladarse a California sería demasiado perturbador. Durante un tiempo, pensó en rechazar el papel, pero finalmente decidió ir al plató todos los días durante ocho años.
Alan Alda, su esposa Arlene Alda y sus hijas, Beatrice Alda y Eve Alda alrededor de 1981 en Nueva York. | Foto: Getty Images
Con el papel de Hawkeye Pierce, los problemas de dinero de Alan mejoraron. Pero nunca lo hizo por la fama. Dijo que, para él, todo era cuestión de pasión. Es impresionante que Alan, de 86 años, siga trabajando. Afirmó que sin su mujer, Arlene, no habría tenido la fuerza de voluntad para persistir tanto tiempo como lo ha hecho.
El famoso ha superado una gran cantidad de retos en su vida, desde una enfermedad en la infancia hasta una madre distante y, más tarde, la lucha por entrar en el mundo de la interpretación. Pero nunca se rindió. Recientemente, el actor se ha volcado en proyectos filantrópicos para ayudar a los más necesitados.
Proyectos humanitarios de Alan Alda
A lo largo de los años, el trabajo de Alan con causas humanitarias y proyectos filantrópicos ha tomado muchas formas. El actor y su esposa, Arlene, crearon la Fundación Jenjo, cuyo objetivo es ayudar a mujeres y niños con bajos ingresos. Alan también ha colaborado con el hospital infantil St. Jude. Jude.
"Trabajo mucho con St. Jude, un maravilloso hospital de investigación que ayuda a los niños y no cobra nada a las familias", dijo.
Como ávido creyente en la accesibilidad de la ciencia, Alan también ha participado en proyectos destinados a educar al público en general.
Alan Alda habla durante el National Women's Political Caucus en L'Enfant Plaza Hotel, Washington DC, 23 de octubre de 1985. | Foto: Getty Images
El filántropo también ha colaborado en la obtención de apoyo para la Enmienda de la Igualdad de Derechos y es un feminista declarado.
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Alan le ha impartido la pasión por la improvisación a sus hijas y nietos. Explicó que la improvisación no solo le ha ayudado a confiar más en sí mismo, sino también a censurarse menos.
Gary Burghoff y Alan Alda en un episodio de "M*A*S*H" en California, 1976. | Foto: Getty Images
"Tengo tres hijas y ocho nietos, y muchos de nosotros hemos improvisado juntos. Me encanta que se interesen por ello, porque ciertamente me cambió la vida", declaró.
El artista también cree que la improvisación puede cambiar la vida de otras personas para mejor. Señaló que esta acción puede enseñar a la gente a escuchar a los demás y reforzar la capacidad de comunicación de las personas.
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