La reputación de Sean Connery pudo verse dañada por una ex que no había visto en 37 años: su hijo lo defendió

• Sean Connery y Micheline Roquebrune criaron a cuatro hijos juntos, pero solo uno de ellos era hijo biológico del actor.

• La primera esposa de Connery publicó unas memorias en las que hablaba mal de las películas de “James Bond” y decía que el histrión había eliminado a su hijo de su testamento.

• Jason Connery, el hijo de Sean, negó los rumores de que su padre era un tirano.

Sean Connery era conocido como James Bond cuando comenzó la franquicia cinematográfica. Sin embargo, su cónyuge y su hijo lo conocían simplemente como esposo y padre. Eso fue hasta que su primera esposa lo dejó.

Luego conoció a Micheline Roquebrune. Los dos se casaron y ella trajo consigo a tres hijos de un matrimonio anterior. Los dos criaron a los niños juntos mientras mezclaban con éxito a sus familias.

Cuando el actor conoció a su segunda esposa, solo tenía a su hijo, Jason, de su matrimonio con su primera esposa, Diane Cilento, con quien estuvo casado ​​durante 11 años, de 1962 a 1973.

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Aunque Sean y Micheline criaron juntos a su familia mezclada, no tuvieron ningún hijo propio durante su matrimonio. Todos vivían felices hasta que Diane publicó sus memorias.

Memorias de su exesposa

Treinta y tres años después de que Cilento y Connery se divorciaran, en 2006, ella publicó unas memorias. En estas afirmó que era la heroína de su propia historia por haberse casado tres veces y haber superado los desafíos de relaciones fallidas.

Ella era una famosa actriz de teatro y cine por derecho propio. Sin embargo, afirmó que, después de que Connery protagonizara las películas de “James Bond”, la vida de la familia nunca volvió a ser la misma.

“No podría vivir el resto de mi vida a la sombra de 007”, escribió Diane en sus memorias.

La actriz confesó que Sean la había maltratado mental y físicamente durante años antes de divorciarse. Pero perder su identidad porque su esposo protagonizaba una de las franquicias cinematográficas más famosas había sido la gota que colmó el vaso.

Al hablar de su divorcio con el actor, Cilento se aseguró de dejar claro que había sido ella quien había dejado a Connery, y no al revés.

Según contó, la gente quería saber cómo era estar casada con el histrión, pero dijo que ella tenía una vida más emocionante que eso.

Más adelante en las memorias, Cilento también alegó que Connery había estafado a su hijo, Jason, pues aseguró que lo había eliminado de su testamento. El actor negó los rumores y dijo que no la había visto en más de 30 años y que ella no sabía nada sobre su vida actual.

Connery habló de las acusaciones de su exesposa sobre el maltrato y la retención de la herencia. “Diane no puede superar la ruptura de nuestro matrimonio, y ya he tenido que lidiar con sus acusaciones de que fui violento con ella”, dijo el actor.

“Ahora las mentiras parecen volverse aún más crueles y, lo que es peor, está arrastrando a nuestro hijo con eso”, agregó.

Su hijo lo defendió

Más tarde, Jason salió en defensa de su padre, diciendo que Connery no lo había eliminado de su testamento. Además, dijo que él y su papá compartían una relación cercana. De hecho, Jason fue quien anunció la muerte del famoso actor.

Cuando Sean falleció en las Bahamas a fines de 2020, su hijo biológico recurrió a sus redes sociales para compartir la noticia con el mundo. Reveló que su padre había estado enfermo durante algún tiempo y que era un día triste para todos los que lo conocían y lo amaban.

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Después de la muerte del actor, Jason se quedó sin padres biológicos, pues Cilento había fallecido el 6 de octubre de 2011 en el Hospital Base de Cairns, tras padecer cáncer. Ella se había casado dos veces más después de divorciarse de Connery.

Cansado de leer mentiras sobre su padre

Después de las acusaciones de Cilento contra el actor, la prensa tomó la información que ella había publicado en sus memorias y la difundió por todas partes. Mientras el mundo estaba conmocionado por lo que se decía, Jason sabía que no era cierto y así lo dijo.

Algún tiempo después de que la información comenzara a difundirse, el hijo del histrión compartió sus pensamientos sobre el asunto.

“Estoy realmente harto de leer sobre mi padre y nuestra relación y de que lo retraten como una especie de monstruo o tirano que gobierna mi vida al ‘privarme de su riqueza’”, dijo.

Jason luego agregó que su papá había trabajado duro para ganar su fortuna de millones de dólares, y que podía decidir qué hacer con ella y a quién dársela en caso de que falleciera. Confirmó que la acusación era “simplemente una mentira”.

Aunque el hijo de Sean se apresuró a salir en defensa de su padre, el actor, que tenía 77 años y vivía en las Bahamas en ese momento, se negó a comentar si le había dicho o no a su hijo que no recibiría una herencia.

Siguió los pasos de su padre

Jason es el doble de su padre, no solo en apariencia sino también en carrera. El joven siguió sus pasos como actor y tuvo muchos créditos de actuación. Sin embargo, comenzó a dirigir en 2006 y continuó ese camino.

Cuando él comenzó a actuar, recordó haber tenido que demostrar que era un actor digno, pues la gente pensaba que obtendría lo que quería porque sus padres eran famosos.

“Estaba muy consciente de quién era papá y de todos los demás. Sentía que tenía que defenderme o tenía que decir: ‘No soy solo su hijo. Puedo actuar’”, admitió.

El hijo de Sean también compartió que él y su padre tenían un amor común por el golf. Jugaban juntos siempre que era posible, y dijo que tenía recuerdos "soleados" de esos momentos.

En 2017, se le preguntó a Jason si Sean todavía jugaba al golf o no, y el joven confirmó que, a los 86 años, su padre todavía iba al campo de golf cuando tenía la oportunidad. Mencionó que cuando Connery vivía en España, jugaba mucho allí.

Jason recordó haber ido con su madrastra y su hermanastro a jugar con su padre. Admitió que lo idealizaba porque no siempre era fácil, pero tenía buenos recuerdos de jugar con su padre y su familia adoptiva.

Cuando Sean falleció en 2020, dejó atrás a Micheline Roquebrune, a Jason y a sus hijastros. Se estimó que su riqueza era de $350 millones en el momento de su muerte. Sin embargo, esa riqueza no se entregó de inmediato a ningún miembro de la familia del fallecido actor.

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A lo largo de su vida, todo el dinero que Connery acumuló por actuar se destinó a varios fideicomisos. Cuando él murió, no estaba claro exactamente a dónde iría el dinero después de eso. La información aún no ha sido dada a conocer.