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Tres niños frente a una tumba | Foto: Shutterstock
Tres niños frente a una tumba | Foto: Shutterstock

Madre soltera de 4 muere en accidente de tránsito con su hijo mayor, los niños sobrevivientes conocen a su padre en el funeral - Historia del día

Mayra Pérez
22 nov 2022
10:00

Cuando una terrible tragedia se llevó a su familia, tres niños de cinco años permanecieron en silencio frente a las tumbas. Se preguntaban adónde los llevaría la vida, sin imaginar que su padre estaba entre la multitud.

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Ese día, la ligera llovizna contrastaba con los rayos de sol que se asomaban entre las nubes grises. En el cementerio, tres niños pequeños veían cómo enterraban a su madre y a su hermano mayor.

Se quedaron en silencio mientras las personas a su alrededor no podían dejar de llorar y de hablar sobre las injusticias del destino. Especialmente para los trillizos de 5 años.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

La historia de la familia Campos era muy diferente media década antes… estaba enraizada en un amor que se suponía duraría para siempre.

Anna y Brandon fueron novios en la escuela secundaria y se casaron el mismo día que se graduaron de la universidad. Pronto, se convirtieron en los orgullosos padres de su precioso primer hijo, James.

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La familia era maravillosa, pero tenían que trabajar el doble para mantener a su hijo. Anna comenzó a vender mermeladas caseras mientras Brandon estaba en reuniones, giras y conferencias.

Con el tiempo, el amor fue superado por el cansancio y la pareja, que alguna vez había sido inseparable, se distanció sin siquiera darse cuenta. Sin embargo, James fue el pegamento que los mantuvo juntos.

Pasaron quince años, y un día, la imagen que el adolescente tenía su padre, su héroe, se hizo añicos ante sus ojos. Corrió hacia Anna con lágrimas en los ojos y dijo:

“¡Mamá! Vi algo terrible. Papá estaba con otra mujer. ¿Cómo pudo hacer eso? No quiero estar más con él. ¡Vámonos de aquí!”.

Anna estaba destrozada, pero había tenido sus sospechas durante un tiempo, por lo que no fue una sorpresa. Esa noche, hubo feo enfrentamiento entre los esposos, y en medio de la noche, ella empacó lo que pudo y se marchó de la casa con su hijo.

No tenía muchos ahorros, pero su anciano padre estaba feliz de acogerlos. Era una vida difícil, en la que Anna tenía dos trabajos y luego debía regresar a casa para cuidar a su padre e hijo.

Apenas comenzaba a adaptarse a esta nueva etapa cuando una noticia inesperada sacudió su mundo nuevamente. Dos meses después de dejar a su esposo, Anna descubrió que estaba embarazada.

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“¡Son trillizos!”, lloró impotente mientras James trataba de consolarla.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Era un sentimiento confuso; aterrador y desgarrador, por un lado, e inmensamente alegre por el otro. Fue James quien alivió el dilema en la mente de su madre.

“Mamá, demos la bienvenida a mis hermanos agradecidos y felices. Trabajaremos más duro. Ahorraremos más. ¡Me aseguraré de que los niños tengan la infancia más hermosa de todas!”, prometió a su madre, agarrando su mano.

Y James cumplió esa promesa. Estaba allí al lado de su madre cuando nadie más lo estaba. Se tomó un descanso de la universidad para trabajar y apoyarla. Él estuvo allí en las emergencias, en los momentos más felices, y durante la noche en que nacieron los trillizos, un mes antes de la fecha prevista.

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“Ustedes son mis rayos de sol: uno, dos y… ¡tres!”. James acariciaba suavemente la nariz de los trillizos todas las noches antes de dormir en la cama junto a ellos.

Después de un difícil año, Anna se recuperó y pudo reiniciar su negocio, mientras que Brandon encontró un trabajo estable en un centro de llamadas. Con cada año que pasaba, se les hacía más fácil lidiar con todo.

Una noche lluviosa, cuando Anna y James regresaban del mercado de agricultores para recoger a los trillizos del jardín de infantes, un camión que se aproximaba chocó contra ellos, y ambos perdieron la vida.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

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Los trillizos Judy, John y Julia estaban parados con un ramo de flores en sus manos frente a sus tumbas, sin saber a dónde los llevaría el destino. En ese momento, los niños no sabían que el hombre que lloraba y besaba las lápidas era su padre.

Brandon parecía un hombre diferente. Sus ojos lucían enrojecidos, su físico era más débil y sus manos temblaban por la desesperada necesidad de otro trago de alcohol.

Resultó que su vida entró en una espiral descendente poco después de que Anna y James lo dejaran. Nunca se perdonó por engañarla y trató de ahogar su angustia y devastación en el alcohol. Pero nada podía hacerle olvidar la vida dichosa que había tirado por la borda.

Cuando supo que el amor de su vida y su amado hijo habían muerto, apenas pudo llegar al cementerio. Ya nunca podría disculparse con Anna y James.

Se había enterado de que tenía tres hijos pequeños de los que nunca había oído hablar antes. Y la esperanza de poder ver sus rostros le dio la fuerza para mantenerse de pie.

Algunas personas reconocieron a Brandon y fruncieron el ceño. Murmuraron críticas entre ellos mientras lo veían besar las lápidas con lágrimas en los ojos.

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“¡Lo siento mucho, Anna! ¡Lo siento mucho, James!”. Brandon lloraba como un niño, casi sin respirar, mientras los demás lo miraban con rabia y disgusto.

De repente, Brandon sintió la ternura de las pequeñas manos de los tres niños y sus tiernas voces que lo consolaban.

“No llores. Están en el cielo”.

“Ellos no están enojados contigo”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images

Los dolientes observaron sin palabras cómo los niños abrazaban y consolaban al hombre como si supieran que era su padre por alguna suerte de instinto.

A partir de ese día, Brandon trabajó con determinación para mejorar su vida y ayudar a sus hijos. Dos meses después de que Anna y James fueran enterrados, Brandon obtuvo la custodia de los trillizos.

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Nunca dio por sentado su segunda oportunidad con la familia. El hombre consiguió un trabajo estable, se esforzó cada día en mantener la sobriedad y trató de ser una presencia edificante en la vida de los niños.

Brandon vivió el resto de su vida amando y cuidando a los niños. Ellos eran todo lo que quedaba de su amada Anna.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Tu familia es tu mayor fuente de amor; no la traiciones: Brandon cometió el error de traicionar a su esposa y perdió toda una vida de alegría con su amada familia.
  • Los niños tienen corazones puros: Cuando todos los demás se negaron a acercarse a Brandon y consolarlo por la pérdida de su esposa e hijo, Judy, John y Julia lo abrazaron y lo consolaron, sin saber quien era.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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