Hombre se burla de azafata de 63 años, luego se entera de que ella salvó la vida de su madre hace 35 años - Historia del día

Un joven está en un largo vuelo a casa cuando la azafata le derrama una bebida encima. Él le grita, amenazando con hacer que la despidan. Más tarde se entera de que si no fuera por su amabilidad años atrás, es posible que no hubiera estado vivo.

"¡Tienes que estar bromeando!", gritó Carlos, mirando enojado a la azafata. Ella le estaba entregando su bebida cuando el vaso se le resbaló de las manos y derramó su contenido sobre él.

Estaba en un largo vuelo tras un viaje de negocios de cinco días y no veía la hora de llegar a casa. ¿Y ahora tenía que lidiar con una azafata vieja y torpe?

"¡Eres demasiado vieja para este trabajo, mujer! ¡Deberías ir a casa y cuidar a tus nietos y dejar el trabajo a alguien capaz!", manifestó.

"¡Lo siento mucho, señor! El vidrio se resbaló", fueron las palabras que salieron de su boca, mientras su rostro estaba rojo de vergüenza.

"¡Escucha, anciana, esto es inaceptable! ¡Tus supervisores se enterarán de esto!", continuó gritando Carlos, temblando de ira.

Olivia se disculpó profusamente, pero sus súplicas cayeron en saco roto. Intentó frotar la camisa de Carlos, pero eso lo enfureció aún más. "Fue un error, señor. ¡Por favor, perdóneme!", gritó desesperada.

"¡Me aseguraré de que nunca vuelvas a trabajar aquí!".

"Señor, por favor, amo mi trabajo. Esto fue un accidente…".

"¡Fuera de mi vista, anciana!". Olivia salió corriendo de su camino y regresó al compartimiento de descanso de la tripulación, derrotada.

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Olivia tenía 63 años. Había trabajado con la aerolínea durante décadas y amaba su trabajo, pero no diría que todo había sido fácil. Había tenido que lidiar con pasajeros enojados, pero nunca con uno tan enojado como Carlos.

Por lo general, ella era competente en su trabajo, pero un percance aquí y allá era inevitable. O tal vez su enojado pasajero tenía razón. ¿Era hora de considerar retirarse?

En el aeropuerto...

El avión finalmente aterrizó y Carlos se encontró con su madre, que había venido a recogerlo. Él finalmente se alegró de estar de vuelta en su ciudad natal y no veía la hora de llegar a casa y tomar un merecido descanso.

Puso una mano sobre el hombro de su madre mientras esperaban en la cinta transportadora de equipaje. Su madre estaba ansiosa por escuchar sobre su experiencia en el extranjero y charlaron mientras esperaban.

Entonces, los ojos de su madre se entrecerraron mientras miraba a una corta distancia. Carlos miró en esa dirección, solo para ver a la anciana azafata, acercándose, junto con el resto de la tripulación de vuelo.

La madre de Carlos, Adelaida, pareció reconocer a Olivia. A medida que el equipo se acercaba a donde ella y Carlos estaban parados, ella se interpuso en el camino de Olivia, deteniéndola en seco.

"¿Olivia?".

"¿Adelaida?", respondió Olivia antes de que se abrazaran felizmente.

Hablaron un rato e intercambiaron detalles de contacto, prometiendo ponerse al día pronto.

Cuando Adelaida regresó a donde estaba su hijo, pudo ver la confusión en su rostro. "¡Esa mujer es una joya!".

Explicó que hace 35 años había estado a bordo de un vuelo mientras estaba embarazada de Carlos y necesitaba atención médica. Como no había un doctor a bordo, Olivia la atendió durante todo el vuelo, asegurándose de que ella y su bebé permanecieran seguros y saludables.

“Si no fuera por esa mujer, hoy no estaríamos vivos”, concluyó. "Todavía creo que Dios la puso en ese vuelo ese día para salvar nuestras vidas".

Carlos quedó impactado. Se puso rojo de vergüenza, pero no le contó a su madre lo que había ocurrido en el avión. Una vez que llegó a casa, Carlos se retiró a su habitación y trató de dormir un poco, pero los incidentes en el avión y en la cinta transportadora de equipaje seguían repitiéndose en su cabeza.

Finalmente, decidió acercarse a Olivia y pedirle que se reunieran para disculparse por cómo la había tratado. Al día siguiente, consiguió su número telefónico y la llamó.

Dijo que quería disculparse en persona y le pidió que se reunieran. Olivia dijo que estaría trabajando toda la semana, pero que estaría libre el fin de semana.

Unos días más tarde...

Carlos se encontró con Olivia en el café del aeropuerto. Una vez que se sentaron y ordenaron, Carlos miró a Olivia a los ojos. "Quiero disculparme sinceramente por cómo reaccioné durante el vuelo. No debería haber sido tan grosero".

"Entiendo. Fue un vuelo largo, y debes haber estado cansado", dijo Olivia.

"Todavía no era excusa para tratarte como lo hice, y lo siento".

"Disculpa aceptada."

Carlos dijo que se había enterado de su bondad hacia su madre hacía 35 años y le agradeció inmensamente por sus actos desinteresados. También expresó su curiosidad por saber por qué ella todavía trabajaba para la aerolínea tantos años después.

Olivia reveló que había tomado su primer vuelo cuando era adolescente y se enamoró de los cielos. Una vez que se graduó de la escuela, estudió para convertirse en azafata y ha estado trabajando como tal desde entonces.

"Me da tanta alegría servir a los pasajeros tan alto en el cielo", dijo riendo. "Podría decir que es mi vocación".

Carlos pensó en su trabajo y cuánto lo odiaba. De repente se dio cuenta de que había estado en la profesión equivocada toda su vida. Justo en ese momento, decidió que dejaría su trabajo y encontraría algo que lo hiciera feliz.

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Agradeció a Olivia por abrirle los ojos a las posibilidades que la vida tenía para ofrecer y se fue de ese café como un hombre diferente. Adelaida y Olivia también comenzaron a ponerse más al día y se convirtieron en mejores amigas.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Todo el mundo merece respeto: Las personas deben aprender a respetar a los demás, ya sean jóvenes o mayores. Carlos debería haber manejado mejor el incidente del avión y respetar a Olivia a pesar de derramar una bebida sobre él.

• Esfuérzate siempre por hacer lo que te hace feliz: A pesar de su edad, Olivia todavía trabajaba como asistente de vuelo y eso la hacía feliz. Y ella le enseñó lo mismo a Carlos.

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