Piloto encuentra a un bebé abandonado en el aeropuerto y lo adopta: 20 años después la mamá biológica regresa - Historia del día

Un piloto adoptó y crio a un niño que encontró abandonado en el aeropuerto. 20 años después, la madre biológica del chico aparece.

La vida de Jack cambió por completo cuando su hijo Toby murió ahogado. Tras la partida del chico, su mujer se divorció de él y le quitó a su otro hijo, y Jack no dijo nada.

El piloto nunca luchó por la custodia de su otro hijo porque se culpaba de todo. Mientras su esposa visitaba a sus padres, él había llevado a sus hijos a la playa. Los había dejado solos unos minutos para llevarles perritos calientes. Si no lo hubiera hecho, su hijo seguiría vivo. Había intentado salvar a Toby, pero ya era demasiado tarde.

Solo y sin el amor de una familia, Jack se convirtió en una máquina. Todo lo que hacía era trabajar, comer y dormir. No tenía ni idea de cómo cambiaría su vida cuando se encontró con un bebé abandonado en el aeropuerto.

Ese día, Jack pasaba por delante de la sala VIP del aeropuerto cuando oyó un fuerte llanto y se detuvo. Cuando miró a su alrededor, se sorprendió al ver a un niño solo en un cochecito llorando.

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Jack se acercó al niño y le dijo: "Hola campeón, no pasa nada. Vas a estar bien".

Pero el bebé no paraba de llorar. Jack aún tenía un par de horas antes de su vuelo, así que decidió quedarse con el pequeño hasta que alguien llegara a buscarlo. Pero después de esperar casi 30 minutos, se preocupó.

El niño había dejado de llorar. Jack le compró un juguete en una de las tiendas del aeropuerto para que se entretuviera, pero le preocupaba saber si el tutor o quien le acompañara estaba a salvo.

Así que Jack notificó la situación a las autoridades del aeropuerto, pero pasaron las horas y nadie vino a llevarse al bebé.

"Esto es una locura. Informen a la policía", dijo finalmente Jack al personal del aeropuerto. Entonces, cuando se agachó para despedirse del niño antes de salir para su vuelo, vio una nota que asomaba del bolsillo del pequeño.

"Un segundo, amigo, parece que tienes algo ahí". Jack sacó la nota y la leyó.

"Lo siento. Me siento fatal por hacer esto como su madre, pero no puedo darle una buena vida. Espero que tú puedas. Por favor, quiérelo".

Jack se dio cuenta de lo que estaba pasando. El niño había sido abandonado por su madre en el aeropuerto.

Incluso Jack no podía explicar por qué, pero el niño le recordaba a Toby. Sintió como si Dios le hubiera dado otra oportunidad de estar con su difunto hijo. Quizá se necesitaban el uno al otro.

Así que seis meses más tarde, después de que la familia del niño no pudiera ser localizada, Jack adoptó al niño y lo llamó Terry. El pequeño llegó a querer a Jack como padre.

Tener a Terry en su vida le permitió a Jack liberarse de su soledad y darle sentido a su vida. Nunca intentó ocultarle a Terry que había sido adoptado tras ser abandonado en el aeropuerto.

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"Me diste un hogar lleno de amor, papá", solía decir siempre. "Tú eres mi familia. No me importa si eres mi padre biológico o no".

Veinte años después, un Terry adulto siguió los pasos de Jack y se hizo piloto. Padre e hijo tuvieron la increíble oportunidad de pilotar juntos el avión el día del cumpleaños de Terry, y no podían estar más contentos.

"¡Es el mejor día de mi vida, papá!", exclamó Terry cuando el avión se encontraba a miles de metros sobre el nivel del mar. "¡Estoy haciendo lo que me gusta y tengo conmigo a la mejor persona de mi vida!".

En ese momento, Jack y Terry nunca podrían haber imaginado lo que les esperaba. Mientras el vuelo aterrizaba, una mujer con ropa sucia irrumpió en la cabina a pesar de los esfuerzos de la tripulación por detenerla.

"¡Llevo 20 años esperándote!", gritó la mujer, con la mirada fija en Terry. Se acercó a él y le susurró al oído: "Sé que tienes una marca de nacimiento en la espalda. Solo una madre lo sabría, cariño, ¡YO SOY TU MADRE!".

"¡Señora, por favor, no puede entrar aquí!", gritó la azafata. "¡Váyase, por favor!".

Pero Terry la detuvo. "No, espere", le dijo. "Por favor, ocúpese de los otros pasajeros que bajan. Yo hablaré con ella".

Cuando la mujer, Terry y Jack se quedaron solos en la cabina, Terry miró a Jack y le dijo: "Papá, creo que es mi madre".

"Soy tu madre, sí", dijo la mujer. "Te dejé esa nota, ¿recuerdas?".

"Entonces, ¿por qué estás aquí?", preguntó Jack. "¡Espero que no esté aquí para el drama de devolverme a mi hijo!".

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"No me importa por qué está aquí, papá", dijo Terry. "Ya me ha hecho bastante daño. No quiero estar relacionado con ella de ninguna manera. Así que déjame ser muy claro. No me importa por qué está aquí", le dijo a la mujer, "pero este hombre que está a mi lado es mi única familia. Es mi padre, ¡y no le dejaré por nadie!".

A la mujer se le humedecieron los ojos.

"Arrepentimiento", susurró. "Arrepentimiento es lo que tengo. Por cierto, soy Edith. Solo quiero que sepas que no fui una mala madre. Me vi obligada a hacer lo que hice, hijo. Realmente lo estaba…", dijo mientras empezaba a narrar su historia.

"Eras la estrella más brillante de mi oscuro cielo cuando te tuve, cariño. Tu padre no te quería y me abandonó a mi suerte cuando quedé embarazada. Me empeñé en darte a luz, y lo hice. Pero la vida no siempre sale como la planeamos, ¿verdad?".

"No podía encontrar trabajo, a pesar de que lo intente una y otra vez. No quería que sufrieras, así que tuve que dejarte. Me alegro de que no te perdieras el amor. Ahora, no estoy diciendo esto porque quiera que te sientas mal o algo así, pero solo me quedan unos meses de vida. Tumor cerebral, dijeron los médicos. Quería pedirle perdón a mi hijo antes de morir".

"Siento lo que hice, cariño", continuó. "Lo siento mucho. Espero que perdones a tu madre. Siempre estaba a tu lado, observándote desde lejos. Siento no haber tenido el valor de acercarme a ti y abrazarte. Lo siento".

Edith estaba llorando como una niña cuando sintió un cálido abrazo alrededor de su hombro. Era Terry.

"Los padres son algo más que personas que quieren lo mejor para sus hijos. Están realmente presentes en la vida de sus hijos, para mejorarla. Así que no puedo decir que todo esto sea fácil para mí", dijo. "Pero me alegra saber que no me odias. Podemos hacerlo, mamá. Haremos que te traten, ¿ok? Aunque necesite tiempo para procesarlo todo, quiero que sepas que te perdono".

Jack no podía estar más orgulloso. Admiraba lo que Terry hacía. Incluso ayudó con el tratamiento de Edith, pero tristemente, unos meses después, Edith falleció.

Terry le sostenía las manos cuando murió, y lo último que le dijo fue: "Siempre te he querido, hijo. De verdad. Pero el hombre que te ha criado es mejor padre que yo".

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Perdonar no es fácil, pero un corazón puede y debe hacerlo: Aunque no fue fácil para Terry perdonar a Edith, lo hizo porque sabía que ella no tenía toda la culpa de lo que había hecho.
• Los padres son algo más que personas que quieren lo mejor para sus hijos: Mejoran la vida de sus hijos. El daño que se le hace a un hijo nunca puede deshacerse. A Terry le dolía que Edith le hubiera abandonado, y no le resultó fácil perdonarla.

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