Dueño de motel se niega a dejar entrar a mujer helada de frío sin imaginar que ella frenará su negocio - Historia del día
Arthur era dueño de un motel y soñaba con hacerlo exitoso. Sin embargo, después de un encuentro con una joven necesitada, aprende una necesaria lección sobre la compasión.
Arthur era el dueño de un pequeño motel que esperaba llevar a mayores alturas en el futuro. El lugar era su orgullo y la imagen representaba todo para él.
Lo consideraba uno de los mejores y más prestigiosos moteles de la región. Su esperanza era algún día transformarlo en un hotel, y creía que la próxima competencia de hospitalidad de moteles era su oportunidad para lograrlo.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images
La competencia de hospitalidad de moteles era una prestigiosa competencia anual que permitía a los integrantes de la industria hotelera local la oportunidad de expandir su negocio.
Arthur se había postulado y estaba esperando una comisión. Ganar un premio en esta competencia le daría buena publicidad, y podía imaginarlo convertido en un pequeño hotel muy pronto.
Una noche, Arthur observó que el gerente del motel, Danny, estaba hablando con una mujer llamada Jessica. Ella deseaba desesperadamente un lugar donde pasar la noche.
La mujer estaba empapada de pies a cabeza por la lluvia, y las temperaturas eran increíblemente bajas ese día.
"¿Hay algún problema, Danny?", preguntó Arthur. Antes de que el gerente pudiera responder, intervino Jessica, suplicando sinceramente.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images
"Por favor, ayúdeme, señor. Necesito desesperadamente un lugar para pasar la noche. Aceptaré cualquier cosa que tenga; no tengo dinero conmigo, pero…", dijo Jessica antes de ser interrumpida bruscamente.
"¿No tiene dinero?", preguntó con rudeza el dueño del motel.
"No, señor. Solo necesito un lugar para descansar por la noche", suplicó Jessica.
"Esto no es una caridad o un refugio para personas sin hogar, señora. Es un negocio. Si no puede pagar, no puede quedarse", espetó Arthur.
"¡Por favor, señor! Es solo por una noche. Me iré a primera hora de la mañana", suplicó Jessica.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images
"Danny, llama a seguridad y pídeles que acompañen a la señora a la salida", dijo fríamente, mientras el joven gerente hacía señas a los guardias de seguridad.
"¡Señor, por favor! ¡Se lo ruego! Solo una noche", suplicó Jessica mientras los guardias de seguridad se acercaban a ella y la conducían hacia la puerta.
"Adiós, señora. Vuelva cuando pueda pagar una habitación", dijo Arthur con frialdad. Luego se volvió hacia Danny, quien miraba con compasión a la mujer.
"Asegúrate de que todo esté perfecto para mañana. El jurado de la competencia estará aquí. ¡Ganar un premio en esta competencia convertiría este lugar en un hotel muy pronto!", le dijo Arthur a Danny.
"Así lo haré, señor", respondió Danny, vacilante.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images
A la mañana siguiente, Arthur acompañó a la comisión de la competencia a la última ronda de inspecciones. Se sentía muy seguro de que lo había hecho muy bien. Los jueces parecían estar satisfechos con las instalaciones de su motel.
El día de la ceremonia de premiación, Arthur estaba bastante ansioso. Deseaba que todo el proceso pudiera acelerarse para poder reclamar su premio. Su mayor competidor también estaba en la competencia, y eso le preocupaba.
Arthur apartó nerviosamente a uno de los miembros del jurado para preguntar el motivo del atraso. La premiación debía haber comenzado hacía un buen rato, y eso lo estaba llenando de inquietud.
"Lo siento, pero ¿sabes cuándo comenzará la ceremonia? Lleva casi una hora de atraso", le preguntó Arthur al miembro del jurado.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images
"¡Oh, Arthur! No te angusties. Lo hiciste bastante bien. De todos modos, debería comenzar pronto. Solo estamos esperando que aparezca la presidenta. Se ha retrasado por el tráfico", dijo el miembro del jurado.
"Oh, está bien. Entiendo", dijo Arthur.
"Está llegando. Creo que estamos listos para comenzar", dijo el miembro del jurado, señalando hacia la entrada. Arthur volteó para ver quien era, y de inmediato sintió cómo su estómago se encogía.
Arthur se acercó para asegurarse de que sus ojos no lo engañaran. Cuanto más se acercaba, más concreto se volvía su miedo. La presidenta no era otra que Jessica.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images
Cuando finalmente subió al podio, la mujer cruzó una significativa mirada con Arthur. Él estaba incrédulo y muy avergonzado; no se parecía en nada a la joven mendiga de la noche anterior.
Jessica explicó a la multitud que había hecho un experimento y que solo había recibido ayuda de uno de los dueños de los moteles. Luego otorgó el premio al competidor de Arthur, quien había mostrado compasión y le había permitido usar una pequeña habitación para pasar la noche.
Después de esto, Arthur aprendió una valiosa lección y comenzó a tratar con más empatía a sus clientes y a las personas en general. Y aunque su negocio se vio afectado por un tiempo, pudo recuperarse eventualmente.
Arthur se convirtió en un mejor ser humano y eso se reflejó en su negocio y en su vida, por lo que lo ocurrido se convirtió para él en un certero y oportuno llamado de atención.
Imagen con fines ilustrativos | Foto: Getty Images
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Siempre que puedas, ayuda a tu prójimo: Si Arthur hubiera mostrado un poco más de compasión y empatía por la mujer, podría haber ganado la competencia.
- Aprende de tus errores: Arthur aprendió una lección sobre la compasión después de perder la competencia y eso lo llevó a hacer grandes cambios en su forma de tratar a las personas en los negocios y en la vida.
Te puede interesar: Hombre adopta gemelos con síndrome de Down y se entera de que serán millonarios cuando cumplan 18 años - Historia del día
Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.