Bebé nace con solo 30 minutos de esperanza de vida: 3 años después, se va a casa por primera vez

Después de perder a su hijo cinco días después de su nacimiento, una pareja estaba encantada de dar la bienvenida a otro bebé. Sin embargo, su peor pesadilla comenzó cuando los médicos les dijeron que solo le quedaban 30 minutos de vida.

Priscilla y Emanuele Bruno vivían con sus seis hijos en su hogar de Chicago, Illinois, Estados Unidos. La pareja les brindaba lo mejor de todo y quería tener más bebés.

La familia Bruno estaba encantada de descubrir que Priscilla estaba embarazada de nuevo. No podían esperar para tener en brazos a su séptimo bebé, sin imaginar que dejaría este mundo días después de su nacimiento.

El séptimo hijo

El séptimo bebé de la pareja, Giovanni, fue diagnosticado con una rara condición genética llamada displasia esquelética, que afectaba su calidad de vida. Desafortunadamente, el niño solo pudo vivir cinco días.

Priscilla y Emanuele estaban devastados después de perder a su séptimo bebé. Ni en un millón de años se habían imaginado ver morir a su hijo, pero se sentían impotentes ante los planes del destino.

Después de esa dolorosa pérdida, Priscilla volvió a quedar embarazada. La pareja había estado anhelando escuchar esa noticia, sin imaginar que su bebé nacería con la misma condición rara.

Bienvenido Francesco

Priscilla y Emanuele dieron la bienvenida a su hijo, Francesco Bruno, en diciembre de 2019. Una vez más, estaban emocionados de tener a su bebé en sus brazos, pero los médicos les dijeron algo que puso su mundo de cabeza.

"Al nacer nos dijeron que solo iba a vivir 30 minutos", dijo Priscilla a CBS News.

La familia Bruno no estaba lista para perder a otro bebé por el mismo trastorno genético. Fue desgarrador para Priscilla y Emanuele ver el dolor de su bebé. Su condición le dificultaba respirar de forma independiente, por lo que los médicos lo conectaron a un ventilador.

Sus posibilidades de supervivencia eran escasas, pero el niño no se dio por vencido. Francesco desafió todas las probabilidades y ha vivido más de lo que habían predicho los médicos.

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Como tenía la misma condición que Giovanni, sus padres estaban preparados para lo peor. Emanuele dijo, según ABC News: "Éramos muy conscientes de que su fallecimiento era algo muy posible".

Entre hospitales

Con el paso de los días, la familia Bruno vio luchar a su pequeño por su vida. Lo trasladaron de un hospital a otro, sin saber cuánto tiempo le quedaba.

En marzo de 2021, el pequeño fue trasladado al Hospital Infantil La Rábida, donde permaneció hasta octubre de 2022. Los médicos se aseguraron de que fuera tratado de la mejor manera posible mientras sus padres rezaban para no perder otro bebé.

"Somos personas que siempre hemos buscado la ayuda de Dios en nuestra vida", dijo Emanuele.

El pequeño Francesco pasó hospitalizado unos 1000 días de su vida antes de que los médicos de La Rabida le permitieran volver a casa. El niño de dos años no tenía idea de que había todo un mundo fuera de los hospitales.

Mientras tanto, sus seis hermanos estaban ansiosos por pasar tiempo con él en casa. Querían tenerlo en sus brazos y jugar con él. Antes de que Francesco volviera a casa por primera vez en su vida, el personal del hospital capacitó a sus padres sobre cómo cuidarlo.

"Estamos encantados y muy, muy felices y listos para comenzar un nuevo capítulo, una nueva aventura", dijo Priscilla, según recoge FOX 32 Chicago. Ella y su esposo nunca imaginaron que algún día finalmente podrían llevar a su bebé a casa.

En el hogar

El 11 de octubre de 2022, el pequeño Francesco se dirigió a casa con sus padres por primera vez en su vida. El pequeño había entrado en una nueva y feliz etapa de su corta existencia.

Emanuele confesó sentir una mezcla de emociones: "feliz, nervioso, tenso, asustado, abrumado"; todo al mismo tiempo.

"Es realmente un milagro que esté con nosotros hoy", dijo Priscilla, según cita People. Para ellos, el arduo trabajo de los médicos y sus oraciones han valido la pena.

Como el personal del hospital había pasado tanto tiempo con Francesco, tenían lágrimas en los ojos cuando llegó el momento de despedirse de él. Aunque estaban felices por su partida, el niño se había convertido en una parte importante de sus vidas.

Priscilla y Emanuele consideran que la recuperación de su hijo es un milagro. Creen que su fe católica les ayudó a lidiar con la peor etapa de sus vidas, donde no había garantía de que Francesco viviría más allá de los primeros 30 minutos de su vida.

"Sentimos que tenemos una garantía, que es la garantía del cielo", dijo Emanuele.

Los seis hermanos de Francesco cantaron canciones, jugaron con él y lo colmaron de amor. Sus padres siguen rezando para que su bebé se quede con ellos durante mucho tiempo.

Oramos para que el pequeño Francesco pueda vivir una buena vida y que nunca tenga que volver al hospital. Esperamos que la familia haya organizado una fantástica fiesta de tercer cumpleaños para el valiente niño.

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