Mujer encuentra una postal vieja en la casa de su difunto abuelo: se da cuenta de que puede ayudarla a recuperar su herencia - Historia del día
Bridget había heredado el negocio de su abuelo y se sentía emocionada de administrarlo hasta que apareció un hombre afirmando haber tenido la idea original de la empresa. Ella tenía que encontrar pruebas para refutarlo, pero todo dependía de una vieja postal de cumpleaños.
“Bridget, es en serio. Salazar parece tener derecho legítimo sobre el negocio. Él nos dará problemas”, le advirtió Isaac a Bridget, pero ella se mostraba escéptica.
“Por favor, Isaac. ¿Una foto de una vieja postal de cumpleaños? ¿Eso podría quitarme la compañía que me dejó mi abuelo?”, se burló, sacudiendo la cabeza y recostándose en la silla de su oficina.
“Por lo menos causará un escándalo y las acciones caerán. No es así como quieres comenzar tu tiempo como líder de esta empresa”, continuó el hombre con seriedad.
“Este individuo quiere demandar por parte del negocio y, por supuesto, también quiere una compensación”, agregó.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
“Pero hay algo extraño en esta foto. Quiero decir... Recuerdo vagamente algo sobre mi abuelo escribiendo la idea en una postal de cumpleaños, pero ni siquiera sabría por dónde empezar a buscar”, dijo Bridget.
“El abuelo tenía muchas casas, y quién sabe si en realidad guardó esa postal en alguna de sus viviendas”, agregó la mujer. “Además, la foto que ese hombre te envió parece fuera de lugar, como si estuviera retocada con Photoshop o algo así”.
“Bridget, la solución es tratar de encontrar esta postal de cumpleaños, no importa cuánto tengas que buscarla. Es una prueba sólida de todo. Yo haré lo que pueda, no quiero que nada manche tu liderazgo”, agregó Isaac.
“Es por eso que está haciendo esto. Probablemente sea un viejo compañero de trabajo celoso que odiaba que tu abuelo tuviera éxito. Pero tal vez tenía miedo de probar esta payasada cuando estaba vivo. Por eso esperó a que el Sr. Lara muriera. Por favor, encuentra esa postal de cumpleaños”.
Bridget todavía pensaba que la idea era absolutamente loca. Su abuelo había fallecido y ella inmediatamente heredó sus acciones, convirtiéndose en CEO de su empresa.
Pero cuando se anunció su nombramiento apareció un hombre de la nada con esta “prueba” de que él era quien había ideado el negocio.
Sin embargo, esa prueba era solo una fotografía de una vieja postal de cumpleaños. Él dijo que tenía escondida la postal original, pero algo dentro de Bridget le decía que el hombre estaba mintiendo.
De lo contrario, habría demandado años atrás. El negocio había estado ganando millones durante mucho tiempo.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Bridget sabía que sus abogados intentarían desmantelar toda la tramoya del individuo, pero este hombre podía arruinar su imagen pública y era algo que, les gustara o no, afectaría los precios de sus acciones.
Ella necesitaba llegar al fondo del asunto, por lo que llamó a su madre y abuela, quienes reunieron a todo el personal que pudieron para iniciar la búsqueda de la postal de inmediato.
Tenían sirvientas, mayordomos e incluso personal en la oficina revisando cajas de documentos y cartas viejas. Bridget también participó de la búsqueda porque tenían que revisar años de recuerdos en las tres casas de su difunto abuelo.
“Sra. Lara, ¿esto será de utilidad?”, le preguntó una criada a Bridget, quien frunció el ceño ante una carta vieja.
“¿Qué es esto?”, preguntó ella.
“Parece ser una carta de amor. Bueno, más como una despedida, pero mire lo que dice: ‘Ojalá nunca te hubiera dado esa postal’”, señaló la doméstica.
Bridget miró los detalles. La carta parecía ser una nota de despedida, y quienquiera que la hubiera escrito no estaba contento con el negocio de su abuelo.
Aparentemente, estaba saliendo con una mujer y estaba tan ocupado con el trabajo que terminaron. “Necesito encontrarla”, dijo Bridget mientras doblaba la carta en sus manos. Por suerte, había un remitente y el nombre completo de la mujer que la escribió: Angélica.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
Bridget le pidió a su asistente que confirmara que la mujer todavía vivía en esa dirección y, una vez que lo hicieron, condujo sin parar hasta allí.
“Oh, cielos. No puedo creer que haya guardado esta carta”, dijo la anciana mirando fijamente el papel que Bridget le estaba mostrando mientras le explicaba su terrible situación.
“Por favor, Sra. White. Necesito saber todo sobre esa postal”, suplicó Bridget, usando sus manos para aumentar su desesperación.
“No te angusties, querida. A tu abuelo se le ocurrió esa idea por su cuenta. La anotó en una postal de cumpleaños que le di. Estábamos en un restaurante y la idea le llegó de repente a su mente. No podía parar de garabatear sobre la postal”, explicó Angélica, pero sus ojos se tornaron nostálgicos.
“Desafortunadamente, ese día perdí a tu abuelo, todo por culpa de esa idea de negocio”.
“¿Sabe dónde pudo haber guardado mi abuelo esa postal? Quiero decir, como él guardó su carta, también pudo haber guardado la postal. ¿Verdad?”, preguntó la joven directora ejecutiva, mordiéndose el labio inferior.
“¿Buscaste en la casa de Palo Verde?”, preguntó la anciana.
“¿La casa en Palo Verde? No sabía que tenía una allí. La casa del abuelo en California está muy lejos de allí, y ya revisamos la de Las Vegas y la de Aspen”, dijo Bridget negando con la cabeza.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
“Mira, no sé si la vendió, pero unos años atrás pasé por allí en una ocasión y estaba completamente vacía”, dijo Angélica.
“Solíamos vivir allí. Íbamos a construir una vida juntos antes de que él tuviera esa idea. Yo decidí no estar con alguien que priorizara el trabajo. Si no la vendió, esa casa es tu mejor oportunidad”.
“¿Podría darme la dirección exacta?”, preguntó la joven, con los ojos muy abiertos y esperanzados. Angélica le dio la dirección y Bridget llamó a su personal. Su asistente confirmó que era propiedad de su difunto abuelo y logró obtener las llaves en la casa de su abuela.
Se apresuró hasta la vivienda con algunos de sus empleados y, cuando llegaron, comenzaron a revisar todo, cada caja, juego de papeles, mostradores, esquinas y... nada. La postal no estaba allí.
“Tiene que estar aquí”, dijo Bridget, frotándose la frente con frustración.
“Sra. Lara, siéntese”, sugirió su asistente, acercando una silla. “Trate de descansar un rato mientras nosotros continuamos con la búsqueda”.
“Gracias, Alex”, dijo ella y se sentó. Él tenía razón, por supuesto. Estaba muy estresada y su corazón latía demasiado rápido para ser productiva en esta búsqueda.
Después de unos minutos, se levantó y caminó por la casa, mirando todo y asimilando todo. Esta era la otra vida posible de su abuelo. Había estado por casarse con otra persona y vivir una vida simple y suburbana.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
“Tal vez yo ni siquiera estaría aquí si él no hubiera tenido esa idea”, murmuró Bridget, mirando el cuadro en la oficina de su difunto abuelo. Estaba torcido por alguna razón y fue a arreglarlo.
Lo tomó y lo volteó, sin saber por qué, pero su instinto le dijo que lo hiciera, y allí mismo, pegada en la parte posterior del cuadro, estaba una postal de cumpleaños.
“Dios mío”, dijo y la agarró rápidamente. “¡Alex! ¡Alex! ¡La encontré!”.
Su asistente y los demás empleados entraron corriendo y ella saltó, mostrando la postal de cumpleaños. Justo en la parte de atrás estaba el plan completo del negocio de su abuelo.
“¿Lo hicimos? ¿La encontramos?”, preguntó Alex maravillado y Bridget asintió emocionada. Pero luego, ella fue directo al grano.
“Llama a Isaac. Vamos a pelear esa estúpida demanda y ganaremos”, dijo, arreglándose la chaqueta y el cabello. Su confianza estaba de vuelta. Tenía en sus manos la prueba de su empresa y nada le iba a quitar su legado.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels
A pesar de mostrarle al Sr. Salazar su prueba, él continuó con la demanda. Sin embargo, los mejores abogados del país, que eran los representantes legales de la empresa de Bridget, demostraron que él había manipulado la fotografía.
El caso fue desestimado y el público apenas se enteró. Bridget comenzó su liderazgo con fuerza y se aseguró de que la postal de cumpleaños estuviera guardada en un lugar seguro.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Mantén siempre los papeles esenciales donde puedas encontrarlos fácilmente: El difunto abuelo de Bridget debería haber guardado esa postal de cumpleaños cerca de él o en una caja fuerte para evitar lo que sucedió después de su muerte.
- Muchas personas malvadas en el mundo mentirán y engañarán para salirse con la suya, pero la honestidad siempre prevalecerá: Bridget y su personal lograron encontrar la prueba que necesitaban para demostrar la verdad para que nadie intentara quitarle su compañía.
Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.