"Se lo debía": Desconocido le entrega bolso con $1 millón a chica pobre que acaba de perder a su padre - Historia del día

Una chica estaba sentada sola en su casa después de la muerte de su padre cuando alguien llamó a la puerta. “¿Quién podría ser?”, se preguntó. Abrió y vio a un hombre desconocido parado afuera de su casa, sosteniendo una bolsa. Lo que le dijo fue completamente inesperado.

Alicia tenía solo 18 años cuando perdió a su padre por una enfermedad que puso en peligro su vida. Cuando los médicos le dijeron por primera vez sobre la condición, Alicia pensó que su padre se recuperaría, pero el destino tenía otros planes.

Hacía años, había perdido a su madre en un accidente automovilístico y la muerte de su papá la convirtió en huérfana. Siempre se sintió mal por los niños de los orfanatos, pero ahora era como uno de ellos. Alicia no estaba preparada para vivir sola. La idea de no tener a su padre cerca la asustaba más.

La chica había vivido con su papá en la casa que había heredado de su abuelo. Después de que los médicos dijeron que su condición se estaba deteriorando, Alicia hizo todo lo posible para que su padre se sintiera a gusto. Ella lo cuidó, esperando que se recuperara pronto.

Un día después de su muerte, Alicia se dio cuenta de que tenía que pagar una enorme deuda. Había tomado préstamos para el tratamiento de su padre y pensó que los pagaría trabajando en varios trabajos. “Eso parece imposible”, pensó para sí misma después de calcular la cantidad total que necesitaba devolver.

Su padre solo le dejó su casa, la cual necesitaba arreglos en todas las habitaciones. Alicia no tenía idea de cómo pagaría la deuda, y al pensar en ello se dio cuenta de cuánto extrañaba a su papá.

"¡Ojalá estuvieras aquí, papá!", dijo Alicia mientras se limpiaba las lágrimas de sus mejillas. Siempre confió en él para resolver sus problemas, pero ahora tenía que pensar en una solución por sí misma.

Más tarde, esa noche, Alicia estaba sentada en el sofá de la sala de estar, pensando en su difunto padre, cuando escuchó que llamaban a la puerta. “¿Quién podría ser?”, pensó mientras se ponía de pie.

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Mientras caminaba hacia la puerta, Alicia pensó que no conocía a nadie que le pudiera hacer una visita en aquel momento. Todos sus amigos y familiares ya habían ofrecido sus condolencias en el funeral.

Cuando abrió la puerta, vio a un hombre parado en el umbral con un bolso en la mano. Alicia no tenía idea de quién era él.

"Lo siento mucho, llegué tarde", dijo el hombre y extendió su mano para darle el bolso a Alicia.

"Se lo debía".

Alicia no podía entender por qué el hombre le estaba dando el bolso. Ella lo sostuvo y lo miró confundida. "Ábrelo, por favor", pidió el hombre.

Una vez que Alicia abrió la cremallera del bolso, no pudo apartar la mirada de su contenido. Estaba lleno de dinero, pero Alicia no tenía idea de por qué el hombre se lo entregaba.

"¿Para qué es esto?", le preguntó con una expresión de sorpresa.

"Bueno, se lo debía a tu padre", explicó el hombre. "Mi nombre es Esteban. Yo era…".

"Lo siento, Esteban", se disculpó Alicia. "Olvidé invitarte a entrar. Por favor, pasa".

Le pidió a Esteban que se sentara en el sofá de la sala de estar. "¿Quieres una taza de café?", preguntó Alicia cortésmente.

"Gracias", respondió Esteban. "Pero solo estoy aquí para darte el dinero que le debo a tu padre. Fue el hombre más amable que he conocido".

Alicia se sentó en una silla al otro lado del sofá donde estaba sentado Esteban y le preguntó cómo conoció a su padre. "Conocí a tu padre hace 19 años cuando yo tenía nueve", explicó.

"¿En serio? ¿Dónde lo conociste?", preguntó Alicia.

"Después de que mis padres fallecieron, viví con una familia adoptiva que no me trataba muy bien. Vivir con ellos habría sido una pesadilla si no fuera por tu padre".

Alicia se sorprendió al saber que un hombre desconocido respetaba mucho a su difunto padre.

"Era mi vecino de al lado", recordó Esteban. "Él fue el único hombre que me ayudó cuando no tenía a nadie. Debido a la negligencia de mi familia adoptiva, no podía concentrarme en mis estudios".

"Oh, siento mucho que hayas tenido una experiencia tan horrible", dijo Alicia.

"Sí, pero tu padre me ayudó", respondió Esteban. "Cuando se enteró de mis bajas calificaciones y por qué no podía obtener mejores resultados en clases, inmediatamente se ofreció a ayudarme con mis estudios de forma gratuita".

Luego, Esteban explicó que el padre de Alicia lo ayudaba con la tarea todos los días después de la escuela y le enseñó todas las materias desde cero.

"Fue como un segundo padre para mí", dijo Esteban. "Nunca podré agradecerle lo suficiente por ayudarme cuando estaba en mi punto más bajo".

Esteban obtuvo las calificaciones más altas de su clase después de que el padre de Alicia lo ayudara con sus estudios. "Cuando le pregunté cómo podía agradecerle, respondió en broma: 'Puedes darme tu primer millón'", recordó Esteban.

"Simplemente, sonreí cuando dijo eso, pero me había fijado la meta de pagarle", agregó Esteban.

"Le traje mi primer millón, pero llegué demasiado tarde".

Alicia se sorprendió al enterarse de que Esteban valoraba mucho a su padre. Sabía que él nunca había querido un millón de dólares. "Pero sabes que no hablaba en serio, Esteban", dijo Alicia. "Él solo quería que tuvieras éxito".

"Lo sé", respondió Esteban. "Soy el director ejecutivo de mi empresa de TI gracias a él. Gano una buena cantidad todos los meses y creo que tu padre desempeñó un papel muy importante en el desarrollo de mi carrera".

Alicia estaba sorprendida y feliz al mismo tiempo, pero deseaba que su padre todavía estuviera vivo para ver cómo había influido positivamente en la vida de Esteban.

"Mi papá una vez me habló de un niño huérfano, y creo que fuiste tú", dijo Alicia. "¡Habría estado tan orgulloso de ti!".

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Al día siguiente, Alicia llevó a Esteban a la tumba de su padre y oraron juntos por él. Pronto se hicieron amigos y meses después decidieron casarse para pasar el resto de sus vidas juntos.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

• Siempre hay luz al final del túnel: Después de la muerte de su padre, Alicia no sabía cómo pagaría sus deudas hasta que conoció a Esteban y recibió un millón de dólares. No tenía idea de que los planes del destino eran mejores que los suyos.

• Siempre sé amable con los demás: Aunque el padre de Alicia no conocía a Esteban, ayudó al niño porque sabía que nadie más lo haría. No tenía idea de que su amabilidad daría sus frutos años después.

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Esta pieza está inspirada en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si desea compartir su historia, envíela a info@amomama.com.info@amomama.com