Michael Jordan cumplió 60 años y es un abuelo cariñoso: ahora se dedica a su amada esposa y a su primer nieto

La superestrella del baloncesto Michael Jordan no es ajeno a la fama y los logros legendarios, pero también ha enfrentado problemas en su vida personal: fue objeto de una demanda de divorcio de 168 millones de dólares. A pesar de ello, sigue siendo un gran padre y abuelo.

La vida de Michael Jordan ha sido de todo menos tranquila. Aunque el campeón de la NBA suele ser visto como un atleta estricto, la gente cercana al deportista sabe que es un abuelo tierno y amable, siempre dispuesto a ayudar a los necesitados.

Desde sus días como estrella del baloncesto en la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos, hasta su ascenso como héroe deportivo, Jordan se ha enfrentado a muchos retos y dificultades. Quizá uno de los acontecimientos más difíciles fue su divorcio de su primera esposa, Juanita Vanoy.

Michael, que nació el 17 de febrero de 1963 en Brooklyn, Nueva York, es ampliamente reconocido como uno de los mejores jugadores de baloncesto y uno de los deportistas con más éxito de la historia.

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Apodado “Air Jordan”, su enfoque estricto y exigente del juego lo ayudó a convertirse en uno de los deportistas más emblemáticos de todos los tiempos.

Sus compañeros de equipo recordaban que le temían por su fuerte personalidad. No todos apreciaban su actitud feroz, pero muchos de los jugadores entendían el método que había detrás de sus acciones.

Mientras lidiaban con el factor miedo que Michael traía a cada entrenamiento, seguía existiendo un gran respeto por él. Al respecto, un compañero, Bill Wennington, compartió:

“Nos empujaba a todos a ser mejores porque quería ganar. Y adivinen qué, funcionaba”.

El problemático primer matrimonio de Michael Jordan y su costoso divorcio

La historia de amor de Michael y Juanita comenzó en Chicago, la ciudad de los vientos. La pareja se conoció en 1985, cuando Jordan era una estrella emergente del baloncesto en la NBA y Juanita una agente de préstamos que trabajaba para obtener su título universitario.

Los presentó un amigo común que pensó que harían una pareja perfecta, y resultó que tenían razón. Empezaron a salir y se casaron en noviembre de 1989 en la Little White Chapel de Las Vegas.

Para entonces, ya eran padres de un niño nacido el año anterior. En una entrevista, Michael dijo que estaba contento con su decisión de casarse y que eso lo había ayudado a madurar.

Michael y Juanita permanecieron juntos 17 años y tuvieron tres hermosos hijos. A pesar de haber tenido una lujosa vida en el centro de atención, el matrimonio de los dos fue difícil.

En 2002 se separaron y Juanita solicitó el divorcio ese mismo año, alegando diferencias irreconciliables. La separación fue un proceso largo e interminable, pero la pareja llegó a un acuerdo en 2006. El acuerdo, de 168 millones de dólares, fue uno de los más importantes de la época.

Tras el divorcio, los exesposos se mantuvieron en buenos términos y se centraron en la paternidad compartida de forma amistosa por el bien de sus hijos.

La principal prioridad de Michael siempre fueron sus retoños. Él se esforzaba para mantener una relación sana con ellos. La estrella del deporte hacía todo lo que podía para asegurarse de que su familia estuviera cuidada y se supiera querida.

Jeffrey Jordan es el orgullo de Michael y su primera esposa, Juanita. Como primogénito e hijo mayor, Jeffrey siempre ha sido una estrella brillante en la familia. Desde muy pequeño demostró aptitudes para los deportes, sobre todo el baloncesto.

Jugó en la Universidad de Illinois y en Florida Central antes de pasar a los negocios, donde ahora dirige la innovación digital de la marca Jordan.

Jeffrey se ha convertido en una figura clave del negocio familiar, impulsando la empresa hacia el futuro. Hace que sus padres se sientan orgullosos de él, ya que sigue liderando la marca, demostrando su creatividad y empuje.

Él reveló que su padre los había educado a él y a sus hermanos para ser fuertes. Sabían que su padre les valoraba, pero en casa siempre había un ambiente competitivo. Él agregó:

“Siempre nos pareció que el ambiente competitivo nos formó para bien y nos preparó para lo que nos esperaba en el mundo real. Lo aceptamos, pero el interruptor estaba encendido”.

Marcus Jordan es el hijo mediano de Michael. Al crecer, también le interesaba mucho el baloncesto y llegó a jugar en la Universidad de Florida Central, donde estudió hostelería.

Al graduarse, se introdujo en el mundo de los negocios. Marcus estaba decidido a hacerse un nombre, lo que lo llevó a crear una empresa de calzado y ropa llamada The Trophy Room.

La hija de Michael, Jasmine Jordan, no era una niña típica. Con un padre tan legendario, ella ya era conocida en el mundo del deporte, y su afición por los zapatos deportivos la llevó aún más lejos en el ámbito de la NBA.

Estudió gestión deportiva en la Universidad de Siracusa y trabajó como embajadora de Nike Jordan. Jasmine también trabajó con los Charlotte Hornets, el equipo de la NBA del que es dueño su padre.

En 2018, Jasmine dijo que no había entendido el alcance de la carrera de su padre hasta que entró en la preadolescencia. Recordó que sus compañeros de clase le decían lo afortunada que era por tener a Michael Jordan como papá:

“Entré en YouTube y busqué ‘Michael Jordan’ para ver por qué todo el mundo estaba tan obsesionado. Mis compañeros siempre me preguntaban cómo era tenerlo de padre, y yo sólo podía decirles: ‘es solo mi papá, y es divertido’”.

De adulta, Jasmine estaba cada vez más asombrada por el éxito de su padre. Estaba agradecida de poder seguir sus pasos en el mundo del deporte, aunque de forma un poco diferente. Jasmine también dijo que para ella y sus hermanos era vital proteger el legado de su papá; están orgullosos de hacerlo.

La estrella de la NBA se volvió a casar en una bonita ceremonia que englobaba el amor y la intimidad

En 2008, Michael encontró de nuevo el amor. Tras una exitosa carrera en la NBA y su matrimonio con Juanita, Michael estaba listo para encontrar a su nueva alma gemela. No sabía que su futuro le esperaba en un club nocturno de Miami.

Cuando Michael conoció a Yvette Prieto, una exmodelo cubanoamericana, fue amor a primera vista y ambos congeniaron rápidamente. Al año siguiente, se fueron a vivir juntos y, tras tres años de noviazgo, la pareja anunció su compromiso.

El 27 de abril de 2013, Michael e Yvette contrajeron matrimonio ante 500 invitados, muchos de ellos estrellas. Michael ha dicho que encontrar a Yvette fue la mejor decisión que tomó en su vida, y está agradecido por su amor y alegría en su vida.

Cuando Yvette se casó con Michael, se vieron inmediatamente catapultados al centro de atención. Aunque él ya se había retirado del baloncesto, Michael seguía siendo un icono de renombre, y su nueva esposa tenía que adaptarse a la seguridad adicional que ello conllevaba.

Un equipo de seguridad privada acompañaba a la pareja en sus viajes al extranjero. Para garantizar que sus verdaderas identidades se mantuvieran en secreto, los dos adoptaron nombres en clave y los utilizaban durante sus viajes. El nombre en clave de Yvette era “Harmony”, y el de Michael, “Yahweh”.

El nacimiento de las gemelas Victoria e Ysabel Jordan en febrero de 2014 fue un momento de alegría para Michael y su esposa Yvette. Al ser las primeras hijas en común de la pareja, las mellizas fueron recibidas con inmensa emoción.

Michael es famoso por su vida familiar privada. Por lo tanto, poco se sabe de las gemelas, que tienen nueve años.

El famoso padre no comparte fotos de las mellizas en sus redes sociales, y su esposa tampoco tiene una presencia significativa en Internet. Los dos valoran su vida personal y comparten los detalles a su manera.

La condición de abuelo de Michael Jordan saca a relucir su gran corazón

Desde el nacimiento de su nieto, a Michael lo llaman cariñosamente “abuelo Mike”. Su hija Jasmine es la madre del pequeño Rakeem.

El niño lleva el nombre de su papá, pero sus padres no dejaron de lado a Michael y decidieron ponerle el segundo nombre de su adorado abuelo al pequeño. La familia adora a Rakeem Michael Christmas, y la leyenda del baloncesto disfruta pasando tiempo con él. Él dijo:

“Es divertido. Puedo tomarlo en brazos y jugar con él. Me divierto viéndolo”.

Además de ser un padre y abuelo cariñoso, Michael también tiene un corazón de oro. Cada año dona millones de dólares a organizaciones benéficas cercanas a su corazón.

Una de sus causas es una clínica para personas desfavorecidas en su estado natal, Carolina del Norte. Donó 7 millones de dólares de su propio bolsillo y se emocionó dando un discurso en la ceremonia de inauguración de las instalaciones, expresando:

“Como pueden ver, es algo muy emotivo para mí, poder devolver algo a una comunidad que me ha apoyado a lo largo de los años. Desde que jugaba al baloncesto hasta ahora, que formo parte de la comunidad”.

El propósito de la leyenda de ayudar viene de ver una necesidad y querer marcar la diferencia. Retribuirle algo a la gente le da una sensación de calidez, y espera elevar a las comunidades.

No ha financiado proyectos filantrópicos para hacerse un nombre o ampliar su legado. Él declaró que retribuía a los necesitados con el único propósito de dar, sin ninguna motivación oculta.

La voluntad de servicio de Michael se ha contagiado a sus hijos y los ha convertido en personas con una gran ética de trabajo y empuje. Su hija Jasmine quiere dejar huella y dejar su propio legado. Ella dijo:

“Voy a asegurarme de que, cuando entre en una habitación, escuchen a Jasmine antes que a la hija de Michael Jordan”.

Michael inspiró a Jasmine, y el puro compromiso y dedicación que él vivía en casa y en la cancha se los inculcó a ella, por lo que a la joven le apasiona abrirse camino.

No quiere dejarse llevar por el apellido y le encanta trabajar duro y dar ejemplo a su hijo. También dijo que su padre era un abuelo "blando":

“Mi hijo definitivamente tiene a mi papá comiendo de su mano. A él encanta ser abuelo, y mi hijo es su primer nieto”.

Michael es un ejemplo increíble de gran padre y abuelo. Es conocido por haber sido un jugador estricto y competitivo en la cancha de baloncesto, pero tiene un corazón enorme y le apasiona retribuir a su comunidad.

En 2020, su patrimonio neto se estimaba en 1.900 millones de dólares, y él se ha esforzado por hacer un buen uso del dinero. Ha demostrado su generosidad apoyando a los damnificados por huracanes, construyendo instalaciones médicas y yendo más allá de lo esperado para marcar la diferencia.

Como padre, Michael ha criado a tres hijos que siguen llevando su legado. Les ha inculcado la importancia del trabajo duro y la dedicación, lo que es evidente en sus exitosas carreras.

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Michael cambió los zapatos de baloncesto por el papel de padre y abuelo. Su ejemplo de amor y generosidad como padre de familia y filántropo seguirá influyendo positivamente en las generaciones futuras.

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