"Él está conmigo por puro amor": señora de 70 se casa con hombre de 27 y defiende su unión
Una pareja con una historia de amor poco convencional desafió los pronósticos eligiéndose el uno al otro por encima de todo. A pesar de su diferencia de edad de 43 años y de las críticas que recibían, sellaron su amor en una gran ceremonia nupcial que se convirtió en lo más destacado de su ciudad.
El amor trasciende todas las fronteras y es uno de los sentimientos más bellos y valiosos. En medio de las muchas pruebas y tribulaciones de la vida, saber que podemos contar con alguien y tomarle de la mano basta para calmar nuestros corazones y tranquilizar nuestras mentes.
Independientemente de lo profunda y afectuosamente que los enamorados sientan el uno por el otro, no siempre pueden convencer a quienes los rodean de sus verdaderas intenciones. La historia que compartimos hoy con ustedes gira en torno a un tema similar.
Rufina Ibarra y Juan Portillo sonríen y saludan a los invitados sentados en su mesa nupcial. | Foto: facebook.com/Aguaray-Press
Rufina Ibarra y Juan Portillo, de Lima, San Pedro, Paraguay, se enfrentaron a duras críticas y, al parecer, fueron atacados por su decisión de estar juntos. Pero no dejaron que nada se interpusiera en su amor y sus sentimientos mutuos.
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Empezaron a chatear a través de mensajes de texto y, un día, el joven le envió sus fotos.
Tras siete años de sólida relación, Ibarra, de 70 años, y Portillo, de 27, decidieron ponerle un anillo a su amor. A pesar de la enorme diferencia de edad y de que los detractores se burlaban de su noviazgo, el dúo se comprometió a pasar juntos el resto de sus vidas mortales y se convirtió en una de las parejas más queridas de su ciudad.
Cuando anunciaron que estaban listos para casarse, causaron un gran revuelo en su comunidad local. Nada se lo impidió a la pareja sudamericana porque lo único que les importaba era lo que sentían el uno por el otro.
La celebración del gran día de Ibarra y Portillo se retransmitió por televisión. Sus vecinos fueron lo suficientemente amables y solidarios como para pagar el atuendo nupcial, el peinado, la despedida de solteros y otros gastos relacionados. Además de las críticas, la pareja tuvo la suerte de contar con amigos que compartieron su alegría.
La novia Rufina Ibarra y el novio Juan Portillo fotografiados el día de su boda. | Foto: facebook.com/Aguaray-Press
Detalles de la histórica boda de la pareja paraguaya
Ibarra, locutora de una emisora de radio local, agradeció el cariño y el apoyo de la gente. Describió cómo sus simpatizantes les regalaron todo a ella y a Portillo, incluidos los trajes de boda, las sillas y las tarjetas de invitación.
La novia, emocionada, dijo que estaba encantada de empezar un nuevo capítulo de su vida. La municipalidad de Lima puso a disposición de la pareja un espacio para celebrar su boda, con 60 mesas, 3.000 aperitivos y ocho grupos musicales que se ofrecieron para hacer que la velada fuera inolvidable.
Las autoridades locales se encargaron de la seguridad de los novios y de los casi 2.000 invitados para garantizar un evento seguro y libre de caos. Portillo lució un traje negro y corbata morada, mientras que Ibarra deslumbró con un vestido marrón de Jackie, que combinó con un tocado de flores.
El novio Juan Portillo llega en un jeep adornado con globos verdes. | Foto: facebook.com/Aguaray-Press
El novio llegó al lugar de la boda en un viejo jeep adornado con globos verdes, saludando calurosamente a la gente. Le siguieron amigos y familiares que llegaron en una furgoneta que el Club de Vehículos Clásicos y Antiguos de Santa Rosa del Aguaray prestó al dúo para la ceremonia.
La novia habría llegado en otro vehículo. La boda de ensueño de Ibarra y Portillo fue calificada de "boda del año" por la comunidad local. El lugar brillaba en tonos blancos, y no faltaron las flores, el champán ni el amor.
Después de pronunciar sus votos, intercambiar anillos y compartir su primer beso como marido y mujer, la pareja de San Pedro adornó la pista de baile con un vals tradicional y romántico a la vez. Los invitados contemplaron atónitos cómo los recién casados se robaban el espectáculo con una actuación de infarto.
Rufina Ibarra aparece en la foto con su vestido de novia y un ramo de flores en la mano el día de su boda. | Foto: facebook.com/Aguaray-Press
Muchos medios de comunicación locales cubrieron la boda del dúo limeño en abril de 2023, considerada la más multitudinaria de su ciudad. Tras la ceremonia, los novios mostraron a todo el mundo sus regalos de boda, que incluían cocinas, frigoríficos, ollas, batidoras, una lavadora y artículos de alimentación.
Hasta ocho grupos musicales amenizaron y alegraron gratuitamente la boda. Los miembros de la comunidad también donaron pastel, aperitivos y otros materiales decorativos. El ayuntamiento de Lima facilitó un terreno a los recién casados para que pudieran construir su refugio.
Rufina Ibarra y Juan Portillo fotografiados el día de su boda. | Foto: facebook.com/Aguaray-Press
Walter Candia, vecino de la pareja y organizador de la boda, reveló encantado que no esperaba que la ocasión se convirtiera en una celebración masiva. Dijo que inicialmente había planeado celebrar una ceremonia a pequeña escala, pero que se quedó atónito al ver a tantos asistentes.
Candia contó que, antes de la boda, él y su equipo crearon un grupo de WhatsApp y, con el tiempo, mucha gente se unió a él para mostrar su apoyo a Ibarra y Portillo.
¿Cómo se conoció la pareja y cómo responden a las críticas?
Ibarra presentaba un programa de radio en 89.9 Corazón del Norte cuando Portillo se hizo fan de su voz y no pudo evitar pedirle su número de teléfono. Empezaron a chatear a través de mensajes de texto y, un día, el joven le envió sus fotos.
Rufina Ibarra y Juan Portillo comparten su primer baile como recién casados. | Foto: facebook.com/Aguaray-Press
Un mes después, la visitó, y 30 días después de su primer encuentro, empezaron a vivir juntos. En una entrevista, Ibarra expresó lo rápido que podía empezar el amor, y que la edad no importaba para dos personas enamoradas.
Señala que ella y Portillo han pasado juntos por los altibajos de la vida y que se entienden y respetan mutuamente. Además, dijo que ella y su ahora esposo trabajaban juntos para ganarse la vida y se apoyaban mutuamente.
Antes de casarse con Portillo, Ibarra explicó que había estado sola durante nueve años hasta que llegó él y llenó su vida de amor y alegría. A pesar de su gran diferencia de edad, la pareja se lleva muy bien y se quieren muchísimo.
Rufina Ibarra se fotografía con invitados el día de su boda. | Foto: facebook.com/Aguaray-Press
Ibarra, exultante, dijo sentirse bendecida y agradecida a Dios por haber enviado a Portillo a su vida. "Dios me envió este muchacho tan bueno", dijo Ibarra. Desmintiendo las afirmaciones y acusaciones de la gente de que su esposo estaba con ella por una casa grande o por dinero, Ibarra declaró:
"Él está conmigo por puro amor. Yo no tengo casa ni dinero”.
Ibarra reveló que sus detractores y sus comentarios despectivos ya no la enfadaban porque estaba contenta, feliz y enamorada. Afirmó que a su esposo se le permitía vivir su vida, divertirse y hacer sus cosas favoritas, como ir a eventos deportivos.
Juan Portillo y Rufina Ibarra. | Foto: twitter.com/CallejerosUni
La residente en San Pedro se definió a sí misma y a su compañero de vida como personas humildes que venden piezas de ropa usada y sienten amor puro el uno por el otro.
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La fenomenal historia de Portillo e Ibarra demuestra que el amor verdadero puede superar todos los obstáculos y salir victorioso.
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