La tragedia del avión brasileño: ¿Qué pudo haber ocurrido en el aire?

Mientras el mundo se tambalea por la estremecedora pérdida de un avión brasileño y sus pasajeros, se ciernen interrogantes sobre los misteriosos acontecimientos que se desarrollaron a miles de metros de altura. Mientras los investigadores examinan los restos y los datos del vuelo, la tragedia ha desatado una oleada de especulaciones.

El 9 de agosto de 2024 se produjo una tragedia cuando un avión se estrelló cerca de São Paulo, Brasil, donde murieron 62 personas. Desde el incidente, los expertos en aviación han iniciado investigaciones, analizando vídeos y otras fuentes para determinar la causa del accidente.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mencionó que murieron los 58 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación. El día del accidente, el presidente también declaró tres días de luto.

Afortunadamente, nadie en tierra en Vinhedo resultó herido cuando el avión se estrelló en ruta hacia São Paulo. Tras el incidente, la policía militar del estado, los bomberos y la autoridad de defensa civil enviaron equipos al lugar del accidente.

El avión volaba de Cascavel, Paraná, al aeropuerto de Guarulhos, y el presidente de Brasil conmemoró el accidente pidiendo a la nación que guardara un minuto de silencio por los fallecidos. La aerolínea VoePass declaró inicialmente que "no había confirmación de cómo ocurrió el accidente".

El 10 de agosto, los investigadores brasileños empezaron a analizar las dos cajas negras del vuelo 2283 de VoePass. Su objetivo es determinar por qué el avión cayó desde 17.000 pies, provocando la muerte de todos los que iban a bordo. Las cajas negras recuperadas incluyen una que contiene audio de la cabina y otra que contiene datos de vuelo.

Mientras las cajas negras están siendo analizadas en la capital brasileña, Brasilia, por el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos de la Fuerza Aérea, el ministro de Puertos y Aeropuertos, Silvio Costa Filho, reveló que el Centro también ha abierto una investigación penal.

Cabe señalar que la compañía aérea VoePass y el fabricante franco-italiano ATR están colaborando en las investigaciones. En un comunicado, el fabricante de ATR reveló que había sido informado del accidente en el que estaba implicado su modelo ATR 72-500.

Reveló que sus especialistas en ATR están "plenamente comprometidos para apoyar tanto la investigación como al cliente". El ATR 72 se utiliza generalmente para vuelos más cortos y los aviones son una operación conjunta de la italiana Leonardo S.p.A. y la francesa Airbus.

Según la base de datos de la Red de Seguridad Aérea, desde la década de 1990 varios modelos del ATR 72 se han visto implicados en accidentes que han causado más de 450 muertes. Este reciente accidente ocurrió en el Vecindario de Capela, un barrio alejado del centro de la ciudad, con 77.000 habitantes.

Afortunadamente, sólo resultó dañada una casa de un complejo de condominios local. Desde el incidente, expertos en aviación de todo el mundo han visto imágenes del avión girando lentamente mientras caía en picado hacia el suelo antes de estrellarse.

Una grabación compartida por un canal de noticias mostraba el avión antes de llegar al suelo y, tras el impacto, se veía una espesa humareda negra. El avión, de 89 pies de eslora, aterrizó casi directamente sobre su vientre, y la principal teoría de los expertos es que esto ocurrió porque entró en pérdida.

Es posible que las alas del avión perdieran la sustentación necesaria para mantenerlo en el aire, lo que provocó que dejara de volar y cayera. John Cox, piloto de líneas aéreas durante 25 años, dijo: "No puedes entrar en barrena sin entrar en pérdida". Cox, que ahora colabora en investigaciones de accidentes aéreos, añadió: "Es A más B igual a C".

La entrada en pérdida pudo deberse en parte a la fuerte formación de hielo. Se cree que se formó hielo en las alas u otras partes del avión, lo que redujo su capacidad aerodinámica y aumentó su peso. Los expertos señalaron que la fuerte formación de hielo obligaba al avión a viajar más deprisa para evitar entrar en pérdida.

Celso Faria de Souza, experto forense en accidentes aéreos e ingeniero aeronáutico brasileño, aportó más datos sobre la teoría. El experto dijo: "La forma en que cayó el avión, girando fuera de control, es característica de alguien que perdió la funcionalidad del ala y de los controles del avión".

De Souza dijo que esto podía ocurrir debido al hielo. Poco antes de que se estrellara el avión, otra aeronave distinta y cercana había sufrido congelación. Los aviones llevan incorporados sistemas para romper el hielo que se forma en sus alas.

El sistema del turbohélice ATR 72-500 tenía tubos de goma en las alas que debían inflarse y desinflarse para romper la acumulación de hielo. Jeff Guzzetti, antiguo investigador de accidentes de la Administración Federal de Aviación, se preguntó si la tripulación activó el sistema antihielo.

Guzzetti se preguntó si se activó en el avión antes de fallar. Los expertos se han preguntado por qué el avión, construido en 2010 y descrito como caído del cielo, se paró en primer lugar. Se han hecho preguntas como, ¿se elevó demasiado el morro? ¿O perdió el avión una velocidad significativa?

Tal vez se acumuló hielo en las alas del avión, o falló el motor. Tal vez los dos pilotos se distrajeron o se cansaron en pleno vuelo, o el sistema de aviso de pérdida de velocidad funcionó mal. El director del programa de seguridad aérea de la Universidad del Sur de California, Thomas Anthony, dice que saben que "nunca es una sola cosa" la que causa un accidente.

Según Metsul, una de las empresas meteorológicas más respetadas de Brasil, en el momento del accidente había informes de "fuerte formación de hielo" en São Paulo. Esto llevó a los expertos a creer que las condiciones meteorológicas podrían haber sido una causa potencial del accidente.

Sin embargo, el experto en aviación Lito Sousa advirtió que las condiciones meteorológicas por sí solas podrían no explicar totalmente por qué se estrelló el avión. Creía que analizar el accidente utilizando sólo fotos podría llevar a conclusiones incorrectas.

Sousa declaró: "Pero podemos ver un avión con pérdida de sustentación, sin velocidad horizontal. En esta condición de giro plano, no hay forma de recuperar el control del avión". El Centro del Ejército del Aire también compartió que los pilotos del avión no pidieron ayuda.

Tampoco declararon que estuvieran operando en condiciones meteorológicas adversas. Según FlightRadar24, un sitio web de seguimiento de vuelos, el aviso meteorológico se emitió a una altitud de entre 12.000 y 21.000 pies.

Los informes han revelado que la formación de hielo puede afectar a un avión "reduciendo su empuje, disminuyendo su sustentación y aumentando la resistencia". El Director de Operaciones de VoePass, Marcelo Moura, declaró que, aunque existía una alerta, el avión volaba a niveles aceptables.

El teniente coronel Carlos Henrique Baldi, del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos de la Fuerza Aérea Brasileña, reveló durante una conferencia de prensa que el avión está "certificado en varios países para volar en condiciones severas de formación de hielo, incluso en países distintos del nuestro, donde el impacto del hielo es más significativo".

Mientras Baldi dirige la división de investigación del Centro, la compañía aérea está tomando todas las medidas necesarias para apoyar a los afectados. Los pasajeros, empleados y familiares pueden obtener información las 24 horas del día a través del teléfono 0800 9419712.

Una residente y testigo que habló con la prensa, Ana Lucia de Lima, confesó: "Pensé que iba a caer en nuestro patio". De Lima admitió que fue una experiencia "aterradora" y dio gracias a Dios por que no hubo víctimas locales.

Entre las víctimas, cuyos cadáveres se recuperaron en el lugar del accidente, había un niño de tres años, una familia venezolana y su perro, médicos oncólogos y un abogado especializado en demandas contra compañías aéreas.

Liz Ibba dos Santos era la niña de tres años y la víctima más joven de la tragedia. La niña volaba con su padre, Rafael Fernando dos Santos, mientras que su madre, periodista, no iba en el vuelo. La Dra. Arianne Risso, de 34 años, fue una de los ocho médicos que murieron en el siniestro.

Su madre, Fátima Albuquerque, habló con los periodistas dos días después del accidente, y dijo que no fue Dios quien se llevó a su hija "porque la eligió para salvar vidas". La afligida mujer culpó del accidente a la negligencia de las autoridades y a los capitalistas ávidos de beneficios.

Risso y Mariana Belim eran médicos del Hospital Oncológico Uopeccan de Cascavel. La pareja, junto con otros seis médicos, se dirigía a asistir a una conferencia médica. Josgleidys González, su madre María Gladys Parra Holguín, su hijo pequeño Joslan Pérez y su perro regresaban a su Venezuela natal en el bimotor turbohélice.

Un amigo de la familia reveló en las redes sociales que el trío abandonó el país por dificultades económicas y se trasladó a Cascavel. Pérez nació en Venezuela y creció en Brasil, pero su familia no pudo tramitar su documentación.

La familia decidió regresar a su país natal para tramitar la documentación antes de instalarse en Colombia. El trío tenía intención de cambiar de avión en São Paulo y volar al norte de Brasil mientras completaban el resto del viaje en autobús. Lamentablemente, no lo consiguieron.

Thaiza Evangelista, amiga de la familia, contó que las tres víctimas tenían amigos en Colombia dispuestos a ayudarles a instalarse. González, que decidió llevarse a su perro porque no soportaba separarse de la mascota de su hijo, había enviado a Evangelista su último mensaje cuando estaban a punto de subir al avión.

Otra pasajera, Laiana Vasatta, era abogada y trabajaba como jueza legal en el Tribunal de Justicia de Paraná. También ayudaba a la gente subiendo vídeos a las redes sociales en los que ofrecía orientación a los consumidores.

El gobernador de Paraná, Ratinho Júnior declaró a los periodistas en Vinhedo que los médicos fallecidos "eran personas acostumbradas a salvar vidas, y ahora perdieron la suya en circunstancias tan trágicas". Júnior, que tenía amigos a bordo, describió la tragedia como "un día triste".

Los cadáveres de las víctimas, al parecer 34 hombres y 28 mujeres, fueron trasladados a un depósito de cadáveres de la policía de São Paulo. Allí serán identificados y entregados a sus familias. Las autoridades llamaron a las familias de las víctimas, pidiéndoles que trajeran exámenes dentales, historiales médicos o radiografías para ayudar en el proceso de identificación.

La Fuerza Aérea Brasileña emitirá un informe preliminar del accidente dentro de 30 días. Se dice que este accidente es el peor ocurrido en Brasil desde el de 2007, en el que murieron 199 personas cuando un avión de TAM Express se estrelló y estalló en llamas en el aeropuerto de Congonhas de São Paulo.

También se dice que el accidente de VoePass Airline es el más mortífero desde enero de 2023. En aquel momento, 72 personas murieron en un avión de Yeti Airlines en Nepal después de que entrara en pérdida y se estrellara mientras realizaba su aproximación de aterrizaje. También se trataba de un ATR 72, cuyo informe final achacaba el accidente a un error del piloto.

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El accidente de Brasil llamó la atención del gobernador Wilson Lima, del estado de Amazonas. Mientras circulaban por las redes sociales más imágenes del accidente, Lima envió sus condolencias a los afectados. También se han dado algunas orientaciones a los pilotos que vuelan en el Amazonas. Pulsa aquí para leer más sobre el accidente.

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