Fallece la esposa de Robert F. Kennedy, Ethel Kennedy - Se revela la causa de la muerte

Ethel Kennedy, destacada voz de la justicia social, ha fallecido a los 96 años, según ha anunciado su familia en sentidos mensajes en las redes sociales.

Ethel Kennedy, viuda de Robert F. Kennedy, falleció en Boston, rodeada de sus seres queridos. Su muerte marca el final de una vida extraordinaria marcada por el activismo, la resistencia y una profunda devoción a su familia.

El nieto de Ethel, Joseph "Joe" Kennedy III, compartió la noticia en Twitter: "Ha muerto esta mañana por complicaciones relacionadas con un derrame cerebral sufrido la semana pasada". Señaló que deja nueve hijos, 34 nietos y 24 bisnietos.

Joseph describió a su abuela como una católica devota y comulgante diaria, que encuentra consuelo en la creencia de que ahora se reúne con su difunto esposo, Robert, así como con sus hijos David y Michael, su nuera, Mary, sus nietos, Maeve y Saoirse, y sus bisnietos, Gideon y Josie.

El tío de Joseph, Robert Kennedy Jr. también expresó su pérdida en la misma tribuna, reflexionando sobre el espíritu vibrante de su madre a pesar de su reciente deterioro de salud: "Nunca perdió su sentido de la diversión, su humor, su chispa, su coraje y su alegría de vivir".

Robert Jr. también mencionó que Ethel hablaba a menudo de reunirse con sus seres queridos fallecidos: "Nunca estaba más entusiasmada con la otra vida que cuando consideraba que también se reuniría con sus muchos perros, incluidos 16 setters irlandeses, todos convenientemente llamados 'Rusty'".

Llegaron más homenajes, celebrando la vida y el legado de Ethel. Maria Shriver, su sobrina, compartió un sentido mensaje: "Qué vida llevó. Qué gran familia creó y deja tras de sí. Estoy tan contenta de haber podido reír con ella este verano, de compartir recuerdos con ella".

Maria pasó a describir las notables cualidades de Ethel, calificándola de intrépida, divertida, inteligente, una atleta increíble, patriota y profundamente enamorada de Robert, a quien llamaba cariñosamente "tío Bobby".

También destacó la profunda espiritualidad de su tía: "Cuando las cosas se ponían difíciles, y hubo muchos momentos difíciles, se atrincheraba. Se apoyaba en su fe como mi propia madre".

Tras el homenaje de Maria, la nieta de Ethel, Michaela Kennedy Cuomo, compartió una foto en su Instagram Story, en la que se veía su mano sosteniendo la de Ethel, adornada con un gran anillo de diamantes. La imagen, ambientada con la canción "Starlight" de Taylor Swift, captaba su cercanía en los últimos momentos de Ethel.

Mientras tanto, el ex presidente de EE.UU. Bill Clinton expresó sus condolencias y las de Hillary, uniéndose a la familia de Ethel y a personas de todo el mundo para honrar su larga y significativa vida. Describió a Ethel como una "feroz luchadora por la justicia y la igualdad, una mujer cálida y maravillosa, una gran madre y una amiga muy querida".

Bill elogió el compromiso de Ethel de continuar la obra inacabada de su difunto marido mediante la creación de RFK Human Rights, y señaló que era "intrépida e infatigable, una verdadera fuerza de la naturaleza".

Más allá de su vida pública, Bill recordaba con cariño que Ethel enviaba "las mejores tarjetas de San Valentín" a su familia. "Hillary y yo la queríamos mucho y siempre nos sentiremos honrados por la amistad, la amabilidad y el apoyo que nos brindó a lo largo de los años", añadió.

Ethel nació en el seno de una familia acomodada el 11 de abril de 1928, en Chicago. Su padre, George Skakel, construyó un próspero negocio de carbón, lo que llevó a la familia a establecerse en una gran finca de Greenwich, Connecticut, donde Ethel creció con sus seis hermanos.

Estudió en la Academia Greenwich de Greenwich, sólo para chicas, y luego en el Convento del Sagrado Corazón del Bronx y, más tarde, en el Colegio Manhattanville del Sagrado Corazón. Fue en la universidad donde conoció a Jean Kennedy, y se hicieron íntimas amigas y compañeras de habitación. Esta amistad pronto cambiaría el curso de su vida.

En 1945, Ethel, que entonces tenía 17 años, conoció a Robert, el hermano de Jean, durante una excursión de esquí a Mount Tremblant Resort, en Quebec (Canadá). Por aquel entonces, Robert salía con la hermana de Ethel, Patricia Skakel. Sin embargo, tras el fin de esa relación, Ethel y Robert empezaron a salir, lo que marcó el inicio de su relación de por vida.

La dedicación de Ethel fue mucho más allá de su matrimonio con Robert. Obtuvo reconocimiento público por su apoyo a la campaña de John F. Kennedy, hermano de Robert, y más tarde a la exitosa candidatura de su marido a un escaño en el Senado de EE.UU. en representación de Nueva York.

Ethel incluso intensificó su activismo tras el asesinato de su esposo en junio de 1968, poco después de que anunciara su candidatura presidencial.

Ethel fue una incansable defensora de la justicia social y los derechos humanos, dejando un legado perdurable que dio forma al profundo compromiso de la familia con las causas humanitarias durante generaciones. Robert Jr. recordaba: "Desde el día en que conoció a mi padre, su nueva familia observó que ella era 'más Kennedy que los Kennedy'".

La muerte de Ethel se produjo tras su reciente hospitalización debido a un derrame cerebral que sufrió mientras dormía, según Joseph, que compartió la noticia en las redes sociales el 9 de octubre. Reveló que Ethel había disfrutado de un verano maravilloso y de la transición al otoño, pero que su salud había dado un giro inesperado.

También reveló que su abuela estaba descansando cómodamente y "recibiendo los mejores cuidados posibles", rodeada de su familia.

Antes de la hospitalización de Ethel, consiguió celebrar su cumpleaños el pasado mes de abril. En una conmovedora foto en X, Joseph mostró al mundo cómo disfrutó de su día especial con su gran familia. Subtituló la publicación: "¡Felices 96 años a la abuela más increíble del mundo! 🎂".

La hija de Ethel, Kerry Kennedy, también celebró el cumpleaños de la matriarca, destacando algunos de sus mayores logros. Escribió en Instagram: "Mi madre fundó @rfkhumanrights en otoño de 1969 para continuar el legado de mi padre. Durante más de medio siglo, mi madre ha sido una defensora de la justicia, al lado de los defensores de los derechos humanos de todo el mundo".

Kerry, presidente de Robert F. Kennedy Human Rights, declaró que la valentía y la dedicación de Ethel a los derechos humanos inspiraban diariamente al equipo. La organización sin ánimo de lucro trabaja para garantizar la rendición de cuentas de los gobiernos y aboga por la educación en derechos humanos y la organización de los jóvenes.

También promueve la dignidad y la igualdad en los lugares de trabajo y en el sector de las inversiones, al tiempo que apoya a los agentes de cambio de base. En reconocimiento a los logros de Ethel, Kerry expresó su admiración diciendo: "¡Feliz cumpleaños a la mejor madre que jamás podría imaginar! 🎂❤️".

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Desde los homenajes hasta las felicitaciones de cumpleaños, está claro que la influencia de Ethel fue profunda. Será recordada por sus esfuerzos humanitarios y por el profundo amor que compartió con su familia y amigos a lo largo de sus 96 extraordinarios años.

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