Conoce a la madre del supuesto hijo de Jay-Z, Rymir — Ella cedió el cuidado de su hijo a otra persona antes de su propia muerte

Wanda Satterthwaite pasó sus últimos años luchando por demostrar que Jay-Z era el padre de su hijo, Rymir, tras un breve encuentro con el rapero en la década de 1990, una lucha que continuó más de una década después y que dio lugar a una compleja e histórica batalla legal.

Antes de fallecer, una mujer llamada Wanda Satterthwaite afirmó que tuvo una breve relación con Jay-Z, nacido Shawn Carter, en 1992. En una declaración jurada ante notario, detalló cómo su supuesto encuentro dio lugar al nacimiento de su hijo al año siguiente.

Según la declaración jurada de Wanda, conoció a Jay-Z, conocido entonces por el nombre callejero de Rock, a través de su amiga Kaleesha Allen. "Me hacía llamar Carmel o Precious", escribió Wanda.

Al parecer, el rapero viajó a Filadelfia para recoger a Wanda y Kaleesha en la calle 24 con Bolton. El grupo, formado por Kaleesha y el amigo de Jay-Z en la parte delantera y Wanda y el rapero en la trasera, se dirigió después a un apartamento de Brooklyn, donde, según ella, pasaron la noche.

Al parecer, Kaleesha salió de la habitación con el amigo de Jay-Z, mientras que Wanda dijo que ella y Jay-Z se fueron a otra habitación. En la declaración jurada, Wanda afirmó que el rapero y su amigo -que no se nombraba en el documento- volvieron dos semanas después para verla a ella y a Kaleesha, aunque esta última no estaba disponible.

"Shawn me pidió que me fuera con él, pero le dije que no podía porque mi madre se enfadaría", escribió. Wanda añadió que no volvió a ver a Jay-Z hasta que lo reconoció en televisión un año después, sin saber su nombre real ni cómo ponerse en contacto con él.

La declaración jurada fue firmada por Wanda, Kaleesha y un notario de Nueva Jersey. Se convirtió en una prueba fundamental en la batalla legal que duró años para obligar a Jay-Z a someterse a una prueba de paternidad, a la que se negó.

La lucha de Wanda comenzó cuando enfermó gravemente de una afección cardiaca y ya no pudo cuidar de Rymir, transfiriendo la custodia a su madrina, Lillie Collie, en 2011. Lillie, actuando como tutora legal de Rymir, llevó el caso a los tribunales, alegando que Jay-Z era el padre biológico de Rymir.

"Solo intentaba ayudar al hijo de mi ahijada a tener una relación con su padre", explicó Lillie. "Fue muy duro para él porque le arrancaron de su madre y no tenía a nadie a quien llamar papá".

Cuando nació Rymir, en julio de 1993, Robert Graves, el novio de Wanda en el instituto, estaba presente y firmó el certificado de nacimiento como padre del niño. Sin embargo, más tarde se convenció de que Robert no era el padre biológico, pues no se parecía a su hijo.

A los ocho años, Wanda le dijo a Rymir que su padre era Jay-Z, y una prueba de paternidad demostró que Robert no estaba emparentado con Rymir. Así pues, su nombre se eliminó del certificado de nacimiento. A pesar de ello, el espacio para el nombre del padre permaneció en blanco, y Wanda alegó que Jay-Z era el único otro candidato posible.

La batalla legal entre Rymir y Jay-Z ha durado más de una década, y comenzó en 2012, cuando Lillie y Rymir presentaron formalmente una demanda contra el rapero. Sin embargo, la declaración jurada de Wanda y otros documentos judiciales describen una serie de obstáculos en su búsqueda de una prueba de paternidad.

Esto incluye supuestos esfuerzos del equipo jurídico de Jay-Z por desestimar el caso por motivos jurisdiccionales. En una vista previa al juicio, los abogados del rapero argumentaron que el asunto debía tramitarse en Pensilvania, donde se presentó la documentación inicial, y no en Nueva Jersey, donde posteriormente se siguió el caso.

Rymir ha declarado repetidamente que su objetivo no es la compensación económica, sino el reconocimiento. Insiste en que lo único que desea es que se haga justicia, y que no se detendrá ante nada para conseguirlo.

"No dejaré de luchar por esto hasta que gane, y ganaré porque la ley está de nuestro lado. Esto no terminará hasta que se haga justicia. Solo quiero vivir mi vida y, cuando todo esté dicho y hecho, espero que Jay-Z quiera formar parte de mi vida, si esa es la voluntad de Dios", dijo.

También acusó al equipo legal de Jay-Z de manipular el sistema para evitar someterse a una prueba de paternidad, que cree que pondría fin definitivamente al caso.

Al parecer, en febrero de 2023, Rymir presentó una moción ante el Tribunal Supremo de Nueva Jersey para que se desclasificaran los documentos relacionados con el caso, argumentando que los expedientes sellados le impedían hacer justicia.

La petición fue denegada, alegando el tribunal limitaciones jurisdiccionales. Un recurso posterior ante la División de Apelaciones también fue rechazado en mayo de 2023. La batalla de Wanda por obtener el reconocimiento de Jay-Z empezó cuando este era un hombre normal, mucho antes de que se convirtiera en un icono mundial casado con la sensación del pop Beyoncé.

Cuando el proceso judicial cobró fuerza, su equipo legal se apresuró a desestimar las acusaciones. Su fallecimiento en 2019 marcó el fin de su implicación personal en el caso, pero su hijo ha prometido continuar la lucha en su memoria.

"A pesar de mis esfuerzos, el Sr. Carter ni una sola vez me ha escrito una carta para abordar estas alegaciones, ya sea para negar o reconocer la paternidad [...]", declaró Rymir.

"Si el Sr. Carter valora los ideales del honor y la protección de los niños, como afirma en su carta, debería dar un paso al frente con transparencia. Sigue desviándose y evadiéndose", continuó. Aunque Rymir aún tiene que demostrar que Jay-Z es su padre biológico, al igual que el rapero, siguió una carrera musical, con unos cuantos temas en su haber.

La batalla de Rymir para demostrar que Jay-Z es su padre sigue sin resolverse, pero su determinación se hace eco de la implacable lucha que llevó su madre hasta sus últimos días. Mientras persigue justicia, la cuestión de su paternidad sigue sin respuesta.