La inesperada pregunta de papá al hallar a hija con extraño en la cama

Todo el mundo sabe que la paternidad no viene con un manual de instrucciones y la forma en que los padres manejan las situaciones con sus hijos marcaría la diferencia.

En este relato, un padre ruso se despertó un día y fue a la cocina a preparar el desayuno cuando de repente notó que en el sofá de la sala de estar, su hija de 17 años estaba medio dormida con un hombre que no conocía.

En lugar de echarlo de la casa de inmediato y reprender a su hija, el padre decidió que manejaría la situación de otra manera.

Primero, les dejó seguir durmiendo, preparó el desayuno lo más silencioso posible y fue a decirle a su esposa lo que vería cuando bajara a comer.

Su esposa, su hijo mayor y la más joven de sus hijas se sentaron a desayunar y el padre llamó en voz alta al joven que dormía profundamente abrazando a su hija.

El padre no pudo evitar reírse a sí mismo al ver la sorpresa con la que el joven saltó del sofá y se vistió rápidamente frente a toda la familia. Con la mano derecha, el padre apartó una silla y le dijo al chico que se sentara a comer, nadie se atrevía a abrir la boca para decir nada.

Mirándolo directamente a los ojos, el padre le dijo al chico pálido con gran seriedad:

"Voy a hacerte una pregunta y la respuesta que le des será muy importante para ti".

En este punto, el chico sudaba profusamente y su apariencia era desafortunada, casi se podía oler su nerviosismo. El hombre finalmente preguntó:

"¿Te gustan los gatos?".

Después de ese día, el joven se comportó como el mejor novio de la historia con la hija del hombre que lo recibió en su mesa. Fue a buscarla todos los días a su casa para acompañarla a la escuela y luego a la salida la trajo de regreso, asegurándose de que hiciera su tarea.

Incluso aguantó su mal humor y la cuidó cuando se enfermó y sus padres estaban ocupados en el trabajo.

Después de pasar varios meses disfrutando de su romance, el padre descubrió que el chico no tenía familia; su padre había muerto y su madre había desaparecido debido a una fuerte adicción a las drogas.

Sin embargo, el joven aprendió a trabajar en la construcción y de esa manera se quedó. Desde ese día, el padre ruso le dio la llave de la casa y le exigió que ya no viviera dando tumbos en la calle. Ahora tenía una familia y un hogar.

El joven comenzó a ser oficialmente parte de la familia, desde ese día hasta el presente han pasado 18 años y el padre es ahora el abuelo de tres hermosos nietos, como resultado de la relación entre aquellos jóvenes que indiscretamente dormían juntos en su casa esa noche.

Relato cortesía de Newsner.