Algunas personas nacen con pequeños agujeros sobre sus orejas. ¿Sabes lo que eso significa?

Un porcentaje muy pequeño de personas nacen con pequeños agujeros apenas visibles sobre sus orejas. Descubre el motivo aquí.

El cuerpo humano es algo extraño. Todos somos esencialmente lo mismo, pero definitivamente todos somos diferentes. Según un reportaje de The Sun, una de cada 100 personas tiene un pequeño orificio sobre su oreja.

Esta es una rara afección llamada seno preauricular. Este es un defecto congénito común que puede observarse durante un examen de rutina de un recién nacido.

Por lo general, aparece como un pequeño hoyo o foso revestido de piel, a menudo justo delante de la oreja superior, donde el cartílago del borde de la oreja se encuentra con la cara. Puede ocurrir en un solo lado de la oreja (unilateral), o en ambos lados (bilateral).

Las personas afectadas generalmente no tienen ningún síntoma adicional a menos que se infecte. Los signos comunes de infección incluyen hinchazón, enrojecimiento, drenaje de líquido y dolor.

En estos casos, el tratamiento generalmente incluye antibióticos sistémicos. Si hay un absceso, es probable que un médico tenga que hacer una incisión y drenar.

Mira el siguiente vídeo para que conozcas más detalles.

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La anomalía común se reportó por primera vez en 1864, en un estudio de un científico conocido como Van Heusinger. Algunas culturas han desarrollado su propia mitología sobre eso.

En Etiopía, se supone que son un signo de gran riqueza. Los senos preauriculares también son más comunes en personas con herencia africana y asiática, con hasta 10 por ciento de la población de Asia y partes de África que los tienen, y en Corea del Sur, esa cifra podría ser del 5 por ciento.

Se cree que los agujeros se forman como resultado de un pequeño defecto en la faringe, y algunos teorizan que en realidad podrían ser un remanente antiguo de branquias.

Por supuesto, actualmente esa es una teoría que no ha sido científicamente probada. Sin embargo, cuando piensas que todavía tenemos el coxis, la piel de gallina y apéndice de nuestros antepasados evolutivos, ciertamente no es imposible.