El príncipe Guillermo y Kate rompieron el protocolo real durante la Pascua y eso podría molestar a la reina

Los duques de Cambridge rompieron el protocolo real durante el domingo de Pascua.

Aunque algunos han dicho que la reina Isabel II puede haberse enojado con la pareja, otros afirmaron que no ocasionó ningún disgusto, ya que la razón del error de la pareja fue un embotellamiento.

Según lo informado por la revista Hello!, el Príncipe William y la duquesa Kate Middleton llegaron tarde al servicio de la iglesia de Pascua en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor el 1 de abril de 2018.

El medio de comunicación explicó que la pareja había roto el protocolo real, ya que llegaron después de la Reina.

Emily Nash, la corresponsal real de la publicación, dijo que la familia real usualmente llega a los eventos por orden de rango, lo que significa que Su Majestad debe ser la última persona en llegar al evento.

Esta vez, debido al tráfico causado por las obras viales en la M4, Middleton y Prince William fueron los últimos en llegar.

Como se informó, pasaron su fin de semana de Pascua en la casa de los padres de Middleton en Bucklebury junto con sus dos hijos, el Príncipe George y la Princesa Charlotte.

Algunos fanáticos de la realeza expresaron en Twitter su enojo con los duques de Cambridge, ya que hicieron esperar a la Reina, pero un usuario defendió a la pareja y culpó al embotellamiento por todo el incidente.

Se suponía que la pareja llegaría a las 10:45 a.m., pero llegaron un poco después.

Otros miembros de la familia real británica también estuvieron presentes, como la princesa Eugenie y Jack Brooksbank, la princesa Anne y Zara Tindall. El Príncipe Felipe no estuvo presente ya que algunos informes afirman que está teniendo problemas con su cadera.

El príncipe Harry y Meghan Markle tampoco asistieron al servicio. El Palacio de Kensington declaró que los planes de fin de semana de la pareja eran "privados".

A pesar de que el Duque y la Duquesa de Cambridge llegaron tarde, la Reina parecía estar alegre después de la misa.