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Esta oración te ayudará con la sanacion de tu alma

Georgimar Coronil
13 abr 2018
21:16

Aprender a despertar y sanar el alma es necesario para poder vivir una vida plena.

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El alma o el espíritu también pueden deteriorarse. Todo lo que hacemos día tras día y la ansiedad y el estrés cotidiano pueden ayudar a que el alma se dañe, y como consecuencia, se enferme el cuerpo que la posee, reportó Canal 246.

Existen enfermedades que van más allá de lo que tiene el cuerpo, una de esas es aquella relacionada con el alma.

Curar un alma herida no siempre es fácil, esto depende del nivel y profundidad del dolor que se siente.

Entre los remedios o fórmulas que se pueden usar para sanar un alma están la meditación y la relajación.

Al meditar y relajarse se controlan más fácilmente los pensamientos que enferman al alma. Sin embargo, aquellos que prefieren otros métodos pueden apostar por el Yoga o el Taichí.

En cualquier caso, todas las actividades mencionadas ayudan a que el alma y el cuerpo se unan de una manera más sencilla.

Imagen tomada de: Pixabay

Imagen tomada de: Pixabay

Si has intentando todo esto para sanar el alma y no funciona, puedes intentar reparar los daños mediante el deporte y una alimentación sana.

Para poder sentirte mejor con tu interior, debes apostar por unos hábitos de vida saludable en los que encuentres un rato cada día para caminar o correr, informó Canal 246.

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Otra alternativa para sanar tu alma puede ser la homeopatía, ya que muchas personas logran remediar los daños de su alma gracias a este tipo de medicina alternativa.

Por ello, si intentas sanar tu alma, debes apostar por soluciones naturales, ya que la respuesta de tus problemas está dentro de ti.

Las oraciones para sanar el alma permiten ponerte en contacto con tus sentimientos y pensamientos negativos para dejarlos ir y curar finalmente el espíritu.

A continuación te mostramos una oración infalible para curar todos esos males que molestan a tu alma.

Imagen tomada de: Public Domain Pictures

Imagen tomada de: Public Domain Pictures

Oración:

Padre de bondad, padre de amor, te bendigo, te alabo y te doy gracias porque por amor nos diste a Jesús.

Gracias padre porque a la luz de tu espíritu comprendemos que él es la luz, la verdad y el buen pastor que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.

Hoy padre me quiero presentar delante de ti, como tu hijo, tú me conoces por mi nombre, pon tus ojos de padre amoroso en mi vida. Tú conoces mi corazón y conoces las heridas de mi historia.

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Tú conoces todo lo que he querido hacer y no he hecho, conoces también lo que hice o me hicieron lastimándome.

Tú conoces mis limitaciones, errores, y pecados; conoces los traumas y complejos de mi vida.

Hoy padre te pido que por el amor que le tienes a tu hijo Jesucristo derrames tu Santo Espíritu sobre mí, para que el calor de tu amor sanador penetre en lo más íntimo de mi corazón.

Tú que sanas los corazones destrozados y vendas las heridas, sáname aquí y ahora de mi alma, de mi mente, de mi memoria y todo mi interior.

Entra en mí, señor Jesús, como entraste en aquella casa donde estaban tus discípulos llenos de miedo, tú te apareciste en medio de ellos y les dijiste paz a vosotros.

Imagen tomada de: Pixnio

Imagen tomada de: Pixnio

Lléname de amor, sabemos que el amor echa fuera el temor, pasa por mi vida y sana y cambia mi corazón y dame un corazón generoso, amable, bondadoso y dame un corazón nuevo.

Haz brotar en mí los frutos de tu presencia, dame el fruto de tu espíritu que es amor, paz y alegría.

Haz que venga sobre mí el espíritu de las bienaventuranzas para que pueda saborear y buscar a Dios cada día, viviendo sin complejos ni traumas junto a los demás.

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Te doy gracias padre por lo que estás haciendo hoy en mi vida, te doy gracias de todo corazón, porque tú me sanas, porque tú me liberas, porque tú rompes las cadenas y me das libertad.

Gracias señor Jesús, porque soy templo de tu espíritu y este templo no se puede destruir porque es la casa de Dios.

Te doy gracias Espíritu Santo por la fe. Gracias por el amor que has puesto en mi corazón, que grande eres, señor Dios bendito y alabado seas señor.

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