Esto es lo que puede pasarle a las personas si no fueron amadas en su infancia

No expresar el amor a los niños durante su infancia puede hacer que tengan carencias emocionales en el futuro y sean incapaces de empatizar.

Todos nacimos para amar y recibir amor, pero carecer de amor durante la infancia podría ser el origen de muchos problemas de comportamiento.

Cuando nacemos, lo lógico es contar con la protección y la seguridad que solo el amor materno puede otorgarnos. Lamentablemente, esto no siempre es así, lo cual genera grandes consecuencias.

Estas se reflejan años después, en nuestro comportamiento y en la forma de relacionarnos con los demás. La carencia de amor durante la infancia puede generar consecuencias inimaginables en la adultez. A continuación, señalamos algunas de ellas.

1. Indiferencia hacia el sufrimiento ajeno y apatía: Esta es una de las consecuencias de la falta de amor materno en nuestra infancia.

Por lo general, las personas que no reciben amor en sus primeros años de vida, a menudo, se muestran como indiferentes. Tienen mucha dificultad para empatizar con lo que sienten las demás personas.

Aquellos que no fueron amados cuando eran niños se caracterizan por tener un comportamiento apático, que puede llegar no solo a afectar sus relaciones cercanas. Por lo general son indiferentes hacia el dolor ajeno en general.

2. Problemas para relacionarse y expresar sentimientos: Una persona que no conoció el amor materno o paterno durante su niñez, cuando crezca y tenga hijos, estos podrían ver lo mismo de cierto modo, que viene siendo el desamor en la infancia o percibir que su padre o madre no les profesa amor.

El amor materno se basa en los instintos más básicos de nuestra humanidad que, además, representa la universalidad y las garantías de paz y fraternidad en las relaciones con el prójimo.

No podemos obviar que cualquier necesidad insatisfecha en nuestra infancia es reflejada en la edad adulta en nuestro comportamiento.

Demostrar el amor a los niños es sumamente importante por diversas razones. Una persona que no recibe amor en su niñez está siendo criada con un vacío afectivo.

Éste se reflejará en su futuro comportamiento agresivo, ya que su adaptación inicial se dio en un entorno carente de afecto. Eso puede pasar a crear consecuencias en las siguientes generaciones.

El amor brindado en los primeros años de vida, desde el momento del nacimiento, tiene un poder inimaginable sobre el desarrollo de las competencias altruistas, de amor y empatía futuras.

Si queremos evitar que nuestros niños tengan todas estas carencias y queden marcados para siempre hay que darles el afecto que merecen y necesitan.