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Mamá que batalló contra el melanoma dio un fuerte mensaje: "Dejen de freir su piel"

Bethany Greenway, madre de dos hijos, es una mujer de piel clara, de 39 años, de Austin, Texas, que no ha sido ajena al cáncer en su vida. Lo ha visto de cerca más de una vez.

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Su madre luchó contra el melanoma cuando tenía 30 años, y en 2014, Greenway decidió ver a un dermatólogo. Una mancha había aparecido sobre su ojo izquierdo, una mancha parecida a un lunar que había empezado a doler, como informó el portal Western Journal.

El dermatólogo pensó que la mancha era benigna, pero una biopsia en 2016 finalmente reveló la terrible verdad: tenía melanoma desmoplásico.

"Recuerdo que mi cirujano plástico llamó el jueves, justo después de que mi suegro llevó a mi hijo mayor a nadar en la piscina del vecindario", dijo Greenway a The Mighty. "El médico me preguntó si estaba sentado porque teníamos que tener una conversación seria".

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A diferencia de la mayoría de clases de melanoma, el tipo de Greenway no se presentó como una mancha oscura en la piel. Por el contrario, tenía un aspecto blanquecino y se parecía a una peca.

Greenway decidió documentar la totalidad de su viaje con el melanoma en Facebook, y los resultados fueron horripilantes. Ella colocó fotos de un grupo amarillo de casi dos pulgadas de embalaje quirúrgico que los médicos presionaron en el enorme orificio en su frente después de su primera cirugía.

Un injerto de piel utilizado para cubrir la herida era tan oscuro y crudo que lo llamó "Bacon". Cuando la radiación dejó un lado de su cara quemada y agrietada, ella escribió que la hacía sentir como un dragón.

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"No puedo estar enojada con la genética, el sol y la reacción de mi cuerpo", dijo en una publicación. Sin embargo, espera que su experiencia ayude a otros a cuidar más su piel.

"Me pone enfermo [ver a otras personas broncearse]", agregó. "Por favor deja de freír tu piel".

Después de ver el caso de Greenway, la dermatóloga de Nueva York Julie Karen también espera que más personas presten atención al órgano más grande del cuerpo.

"Cualquier punto que esté cambiando -aumenta, no cura, cambia de color, ya sea que se oscurece, se vuelve costroso o con bordes alterados- es sospechoso y merece atención inmediata", le dijo a TODAY.

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