La investigación de la muerte de Ángel Nieto ha sido retomada un año tras la muerte del legendario corredor
Al parecer, ahora las autoridades buscan esclarecer realmente lo que pasó cuando el famoso motociclista, Ángel Nieto, murió hace casi un año.
De acuerdo a lo relatado por Mujer Hoy, la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca llegó a la decisión de que querían reabrir las investigaciones pertinentes sobre la muerte de Nieto, que desafortunadamente se dio a causa de un accidente de circulación.
Dicho proceso había sido suspendido provisionalmente por falta de causas que justificasen la acción de la justicia (una resolución judicial de sobreseimiento), en febrero de 2018, por parte del Juzgado de Instrucción número 2 de Ibiza.
No obstante, La Sala ahora ha estimado dos recursos procesales -un medio establecido en la ley para obtener la modificación, revocación o invalidación de una resolución judicial- que fueron presentados por la pareja del piloto y por su primera mujer junto a sus hijos mayores, afirmó La Vanguardia
El accidente se suscitó el 26 de julio de 2017 en la carretera de Santa Gertrudis, en Ibiza, luego de que un automóvil chocara la parte trasera de la cuatrimoto que Ángel conducía a eso de las 10:30 a.m.
El fuerte impacto hizo que Nieto saliese despedido, golpeándose la cabeza contra el pavimento. El piloto falleció unos días después -el 3 de agosto-, tras permanecer ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario por fuertes traumas craneales.
El juzgado cerró la causa al entender que la conductora que impactó a Nieto no había cometido ningún crimen y que, en todo caso, los hechos corresponderían al ámbito civil por una culpa leve, por negligencia de poca entidad y al fallecido tener culpa por no portar el casco de protección abrochado, según la constancia de hechos.
Los familiares de Nieto recurrieron el sobreseimiento de la denuncia dictado tras considerarlo prematuro, y solicitaron que se llevaran a cabo más diligencias con el fin de aclarar el grado de imprudencia cometido por la conductora, como su propia declaración, la de dos testigos y los policías que intervinieron al hacer la constancia de hechos.
La Vanguardia indica que la familia alegó que la imprudencia no se puede calificar de leve cuando la misma piloto del coche lamentó su falta de atención sin ser interrogada al respecto, los dos vehículos circulaban por un tramo recto, de buena visibilidad, y cuando no hay datos objetivos que amparen que Ángel realmente andaba con el casco sin abrochar.
La revista Semana señaló que Gelete, uno de los hijos de Nieto, dijo que tanto él como el resto de la familia creía que la investigación llevada a cabo fue insuficiente:
“El atestado tiene incongruencias y faltan muchos datos. Ahora mismo no podría detallártelos todos porque ha pasado mucho tiempo y es mi abogado el que está más al tanto, pero no quedan claras cuestiones sobre el casco que llevaba mi padre, la distancia de seguridad que mantuvieron los vehículos, etc”.
Asimismo, aseveró que "Para mí (la conductora) es una víctima más. No pretendemos ir a por ella, tan sólo aclarar cómo ocurrió el accidente”.
La sala indica que, según la constancia de hechos, la causa principal del accidente fue que la conductora de origen alemán no guardó la distancia de seguridad reglamentaria al manejar.
El tribunal considera que las diligencias solicitadas por las acusaciones particulares "permitirán despejar algunas dudas que planean en torno a las circunstancias del accidente y la posible influencia que en el luctuoso resultado pudo tener el propio comportamiento del conductor fallecido a la hora de portar el casco".
De acuerdo a los jueces, la constancia no aclara esas dudas porque existen "algunas lagunas" y presenta "insuficiencias notorias", como que no incluyeron mediciones ni cálculos de velocidades, ni fueron exhaustivos al recopilar declaraciones de todos los testigos.
Está claro que dichas lagunas podrían influenciar la determinación de si la conductora fue imprudente o no, y si su encuadre es en el ámbito civil o en la penal como imprudencia menos grave.