Niña escapa recinto de inmigrantes y se refugia en negocio lanzando grito desgarrador a la policía

Una joven hondureña, de 15 años, que había pasado tres semanas detenida en un centro de Florida, escapó durante una visita al consultorio médico.

La chica no pudo soportar más su situación, y luego de 21 días de sentir que estaba en prisión, encontró la oportunidad de huir corriendo de las autoridades y encontrar refugio lejos de su alcance.

Según lo reseñado The Washington Post, fue entonces cuando Frank González la vio, quien afirmó haberla vista corriendo mientras lloraba desconsolada.

La niña corrió a su tienda, un Centro Automotriz en Homestead, y se escondió en una esquina detrás de un gran estante lleno de herramientas.

Luego de su llegada, la mañana se tornó bastante ocupada en la gran tienda de automóviles. Pero la chica solo se quedó allí, llorando y sin moverse durante más de una hora.

Un mecánico de la tienda, relató que a pesar de que le ofrecieron alimento y agua, la chica se negó a moverse de la esquina en la que se había refugiado.

Le estábamos dando agua y algo de comida, pero ella se quedó en esa esquina todo el tiempo. Parecía bastante asustada y solo decía que no quería volver, afirmó Elvis López.

Nadie sabía qué hacer con la asustada adolescente, que se había encontrado detenida en el “Homestead Temporary Shelter for Unccompanied Children”, a unos cinco kilómetros de la tienda de automóviles.

El mencionado refugio alberga a aproximadamente 1.200 jóvenes inmigrantes, por lo que es el segundo centro de detención para niños migrantes más grande del país.

Las instalaciones del sur de la Florida, cerca de la Base de la reserva aérea de Homestead, han sido blanco de protestas por la política de tolerancia cero de la administración Trump, para la inmigración ilegal en la frontera sur de los EE. UU.

Dicha medida provocó que al menos 2.500 niños fueran separados de sus padres. En el lugar, también se albergan niños que llegaron a la frontera sin padres ni representantes.

La policía no dio a conocer el nombre de la niña que huyó.

"Llevaban a la chica a un examen de la vista, pero cuando abrieron la puerta y comenzaron a caminar, ella simplemente huyó", dijo el portavoz de la policía de Homestead, Fernando Morales.

Cabe destacar que la oficina del oculista está cerca de la tienda de autos, y a solo un cuarto de milla del departamento de policía.

Mientras la mayoría de los trabajadores de la tienda volvían a sus quehaceres, López llamó a su hermana y le pidió que hablara por teléfono con la niña para tratar de calmarla.

Su hermana, Bertha López, confirmó el nivel de angustia de la adolescente.

"Ella tenía mucho miedo. Dijo que era de Honduras y que no tiene familia. Le dije que estaría a salvo, y que trataríamos de ayudarla”, dijo Bertha López.

Bertha llamó a Nora Sandigo, directora de una organización local sin fines de lucro que ayuda a las familias inmigrantes a navegar el sistema legal, donde le proporcionarían a la chica un abogado, si llegaba a ser necesario.

"No confiaba en que alguien pudiera ayudar", dijo la preocupada mujer.

Antes de que Sandigo pudiera llegar, las camionetas de la policía comenzaron a dar vueltas alrededor del estacionamiento de la tienda.

González dijo que ninguno de sus trabajadores llamó a la policía, pero finalmente tuvieron que revelarle a un oficial el lugar donde estaba escondida la menor de edad.

"Me rompió el corazón ver a la niña aterrada y asustada, sin saber dónde estaban su padre o su madre", dijo el dueño del establecimiento.

Berta, que todavía estaba hablando por teléfono con su hermano cuando llegó la policía, dijo que escuchó la conmoción en el fondo.

"Pude oírla gritar y llorar y suplicar que no la hicieran volver".

González dijo que la policía de Homestead le habló a la niña en español y que el trató fue muy amable, pero a pesar de eso, su miedo persistía.

La policía informó que la niña fue devuelta al centro de detención sin incidentes.

Sandigo, llegó a la tienda de autos poco después de que la niña fuera recapturada y dijo que llamó al 911 para tratar de hablar con alguien y hacerles saber que podía ayudar.

"Estaba desesperada por estar a salvo, pero no quería regresar a ese lugar", dijo Sandigo. "Dijo que quería su libertad y su familia. Ella no tiene a nadie aquí".

Mark Weber, vicesecretario adjunto de asuntos públicos para servicios humanos en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., supervisa la custodia de menores no acompañados y dijo que no podía comentar sobre la fuga.

Según HHS, entre octubre y mayo, 109 niños abandonaron los centros de detención "sin permiso". El departamento dice que "la mayoría o todos" regresaron a detención.

González dijo que está contento de haberle dicho a los oficiales dónde encontrar a la niña, ya que era más seguro para ella estar en el refugio, que sola por las calles.

El empresario, quien llegó a Estados Unidos proveniente de Cuba en 1971 junto a su familia, dijo que apoya la postura dura de la administración Trump en la seguridad fronteriza, pero que no está de acuerdo con la separación de las familias.

"Las personas que quieren venir aquí y trabajar por lograr su Sueño Americano deben obtener documentos y seguir las reglas. Pero me rompe el corazón ver a madres y padres separados de sus hijos. Las familias deben estar juntas todo el tiempo", afirmó.

Aún así, dice que apoya la política general de inmigración de Trump, y agregó: "Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser grande".