El más tierno niño del cortejo enloquece a los presentes apenas ingresa a la iglesia
Las ceremonias de bodas siempre han tenido sus costumbres; pueden pasar muchos años, puede ser cualquier religión, pero además de los contrayentes, los niños juegan un papel especial.
Son los más pequeños quienes llevan los anillos, las arras, las flores o cualquier otro detalle que los novios quieran sumar para su gran día.
Son los primeros en caminar por el pasillo hacia el altar, y la mayoría de las veces son el centro de atracción, robándose las miradas y sonrisas de todos los presentes, con su encanto y espontaneidad.
No obstante, es por la misma naturaleza de ser niños e inocentes, que casi nunca sale tal cual como lo planearon, pero puede resultar aún más divertido e inolvidable.
Fuente: YouTube / Matt Hronick
Hay infinidad de videos en las redes, de todos los tiempos, que muestran los diferentes comportamientos de las damitas y caballeritos que forman parte del cortejo nupcial.
La lista es larga, pero muy divertida y adorable. Algunos lloran, otros salen corriendo, también pueden morirse de la risa o simplemente arrojar las flores antes de tiempo.
Fuente: YouTube / Matt Hronick
Tal es el caso de este video de bodas que muestra el comportamiento bastante peculiar de los niños.
La pareja seleccionó a dos portadores del anillo y una niña de las flores. Vestían muy elegantes y hermosos, la niña con un vestido blanco y los niños de traje negro e incluso sombrero.
La ceremonia inició con los pequeños entrando por el pasillo. El chico más grande entró con la dama de las flores.
Fuente: YouTube / Matt Hronick
Todo iba muy bien, cuando el caballero se dirige hacia el camarógrafo e intenta dialogar con él a través de la cámara. Todos los invitaron soltaron más de una carcajada.
Cuando hace entrada el segundo caballero, que tendría quizás unos dos años de edad y quien vale acotar se veía muy elegante, todos empiezan a saludar y hacer videos, mientras que el pequeño parece disfrutar el momento y grita a todo pulmón.
Ninguno de los presentes en el lugar pudo resistirse al comportamiento del niño, quien también quiso quitarse el sombrero, pero él finalmente continúa su camino hacía el altar y es recibido por una de las damas de honor.
Ni siquiera las bodas reales escapan de la naturalidad de los niños. Durante la ceremonia entre el príncipe Harry y Meghan Markle, uno de los pajecitos, Brian Mulroney, ahijado de la ya convertida duquesa de Susex, entró a la iglesia bastante emocionando, riendo sin cesar y mostrando que le faltaban algunos de sus dientes.