Tras ser confundido con un extraño, el hombre descubre que tiene dos hermanos gemelos idénticos
Una bella historia del reencuentro milagroso entre estos hermanos, pronto se transformó en una trama oscura de crueldad y engaño.
La historia comienza en el otoño de 1980, cuando Robert Shafran se fue a la universidad en el estado de Nueva York y en su primer día, algunos compañeros desconocidos lo saludaron como Eddy. Eventualmente conoció a Edward Galland, y pensaron que eran gemelos perdidos.
Cuando las noticias locales recogieron la historia, la madre adoptiva de David Kellman notó a un par de gemelos en el periódico que se veían exactamente como su hijo, hasta en sus manos regordetas. Así que hizo que su hijo los contactara y, finalmente, los trillizos idénticos separados al nacer se reunieron a sus 19 años.
El país entero estaba fascinado. Descubrieron que aunque se habían criado separados y desconociendo la existencia de los otros, tenían mucho en común; terminaban las oraciones del otro, fumaban la misma marca de cigarrillos, amaban la lucha libre, e incluso tenían el mismo gusto en las mujeres.
Fuente: Youtube/Movieclips Indie
Pero pasada la euforia inicial, las familias de los trillizos comenzaron a hacerse preguntas, como por qué fueron separados cuando eran bebés para ser adoptados por tres familias diferentes, y por qué se les ocultó que eran trillizos. De pronto las cosas tomaron un giro siniestro.
Los hermanos descubrieron que fueron separados por una lujosa agencia de adopción de la ciudad de Nueva York llamada Louise Wise Services, para ser parte de un elaborado experimento psicológico creado en la década de 1960 para estudiar los efectos de la naturaleza frente a la crianza.
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Los psiquiatras se asociaron con la agencia de adopción en un "estudio doble", que involucró la división de gemelos y trillizos idénticos, colocándolos en diferentes entornos hogareños y estudiando su desarrollo.
En el caso de Kellman, Shafran y Galland, fueron estratégicamente ubicados en tres tipos de hogares diferentes: uno en una casa de clase trabajadora, otro en una de clase media y otro en un hogar de personas adineradas.
Nadie, excepto los científicos que orquestaron el estudio, sabe cuántos otros grupos de mellizos y trillizos pueden estar allí, sin saber que han perdido hermanos idénticos desde hace mucho tiempo. Los resultados del estudio nunca fueron publicados.
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Cuando el investigador principal, el Dr. Peter Neubauer, murió en 2008, todos sus registros se colocaron en la Universidad de Yale y se restringieron hasta el año 2065, presumiblemente el tiempo suficiente para que cualquier persona involucrada en el estudio haya muerto.
Esta historia de horror tras su adopción llevó a los hermanos a sentir mucha ira por el destino que les tocó vivir. Sharfran afirmó a LA Times que su estado emocional está más allá de la ira.
"Nos llamaban 'sujetos'. Somos víctimas. Hay una gran diferencia. No quiero hacerlos pensar que somos personas horriblemente heridas como adultos, porque tenemos familias, hijos y somos relativamente normales. Pero nos trataron como ratas de laboratorio. Nada más. Y somos seres humanos".
Fuente: Youtube/Movieclips Indie
A comienzos de 2018, un documental sobre los trillizos llegó por primera vez al público. Edward Galland no estuvo con ellos, porque se suicidó en 1995 después luchar contra una enfermedad mental.
Para Sharfran y Kellman la experiencia fue emotiva. Escucharon a muchos en la audiencia llorar, y varias personas se les acercaron después de la proyección para abrazarlos.
"Una pareja se acercó a nosotros y dijo: 'En nombre de todos los psicólogos de investigación en el mundo, lo sentimos'", recordó.
Encontrarse entre tantas personas, resulta sorprendente, pero hay muchos casos similares, como el de estos dos sujetos que trabajaron lado a lado por años, hasta que un día descubrieron que son padre e hijo.
Dos conductores de camiones de Wisconsin se hicieron amigos en el trabajo, y dos años después descubrieron que en realidad compartían una conexión mucho más profunda.
Fuente: Youtube/Weau
La madre adoptiva encontró familiar el nombre del compañero de trabajo de su hijo, buscó alguna de sus fotos en Facebook y al compararla con la que guardaba de los padres biológicos de su hijo, supo que se trataba de la misma persona.