Zoológico causa indignación por forzar a elefantes a hacer trucos bajo el agua
En Asia los elefantes son el centro del espectáculo y la polémica
En tailandia se ha vuelto muy popular el zoológico de Khao Kheow gracias a un acto llamado “Pang Saeng dao".
Aunque resulta divertido para algunos y escándaloso para otros, en el show los protagonistas son los elefantes y sus manejadores.
La audiencia que se da cita en el zoológico tailandés disfruta de las pericias de los animales en el agua que duran apróximadamente entre 10 y 15 minutos.
La polémica comienza justamente en esos actos submarinos. Los medios internacionales han iniciado una campaña para que este evento se deje de realizar alegando que es cruel para los elefantes.
CUANDO EL CUIDADOR SE CONVIERTE EN VERDUGO
Appaporn Sriheran, director de Khao kheow Open Zoo, declaró a Pattaya One que quienes critican al recinto animal nunca han visitado tailandia y desconocen su cultura.
“Los extranjeros no entienden a los elefantes” se defiende Sriheran, el mandamás de las acusaciones de los activistas defensores de los derechos de los animales.
Como describe el New York Post, el acto llevado a cabo por los elefantes se desarrolla bajo el agua y en total control de los manejadores, que les ordenan sumergirse y salir en repetidas oportunidades dentro del mismo evento.
Esta actividad se logra debido a una técnica llamada “phajaan" que consiste en golpear constantemente al animal para que a la hora del espectáculo sea totalmente sumiso y obediente.
TECNICAS CRUELES PARA SERES GENTILES
Los cuidadores de los elefantes del Khao Kheow utilizan herramientas de metal afiliadas para el entrenamiento de los paquidermos.
“El que sean forzados a nadar y sumergirse a voluntad del humano ya es un abuso físico y psicológico” dice el Dr Heather Rally, veterinario supervisor de animales cautivos de la organizacion PETA a The Dodo.
El ser humano con el objetivo de satisfacer sus necesidades muchas veces olvida o ignora los derechos de otros seres vivos.
En 2017 un zoológico en Argentina dejó a todos horrorizados; pues el complejo solía drogar a los animales para que los visitantes pudiesen tomarse selfies con ellos sin correr peligro.
Al igual que este, el caso de tailandia debiera llamar la atención, ya que todas las formas de vida merecen respeto y atención.