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Maestro lleva a dos exalumnas al baile de padres e hijas en un gesto realmente conmovedor

Un profesor decidió llevar a dos niñas al baile de padres e hijas porque ellas recientemente habían perdido al suyo.

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Luke Reece de Davison, Michigan, murió el 19 de septiembre por complicaciones de coágulos de sangre. Detrás dejó a su esposa y cinco hijos.

Steven Culbert, un antiguo maestro de las dos hijas menores de Luke, estuvo pendiente de la familia desde que él ingresó al hospital. Pero su gesto más importante lo tuvo después de la muerte de este padre de familia.

De hecho, visitó a Luke en el hospital varias veces. Preocupado por que Alivia y Avery no se perdieran el baile de padres e hijas de la escuela decidió invitarlas a venir con él junto a sus dos hijas.

Luke falleció cuatro semanas antes del baile, pero la invitación a las chicas seguía en pie. Entonces muchas personas se unieron a la causa para hacerla mucho más especial.

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Un amigo compró vestidos para las niñas, otro les regaló ramilletes para las cuatro chicas y el profesor Culbert. Además arribaron al lugar en una hermosa limusina.

"Me sentí como si fuera una muñeca Barbie", dijo Avery a WJRT.

Esa día, antes de entrar al baile honraron las cuatro niñas honraron a Luke. Ellas lanzaron globos al cielo con la frase "#BeLikeLuke".

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Después del baile, el profesor invitó a las cuatro chicas a tomar un helado. Ellas estaban fascinadas por todo lo que había hecho Culbert, sin embargo, le recomendaron mejorar sus habilidades de baile.

“No hay palabras suficientes para expresar mi gratitud a esta humilde maestra y amiga y a todos los involucrados para hacer de esta una noche para recordar. Envolvió sus brazos alrededor de mis chicas y se aseguró de que supieran que él está allí para ellas desde que Lukes está pasando ".

Culbert por su parte expresó que esta era su manera de decirle a sus alumnos que ellos son tan importantes para él como su familia, que quiere que confíen en él y "crean en mí de la misma manera que yo creo en ellos y confío en ellos".

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Otro profesor de gran corazón sorprendió a su pequeña alumna que no tiene la capacidad de caminar con un gran gesto.

Agostina Andreata es una niña de 7 años que pudo cumplir uno de sus más grandes sueños gracias a su profesor. Puesto que nació con una malformación genética que la obliga a movilizarse en una silla de ruedas, bailar es casi imposible para ella.

No obstante, gracias a la ayuda que obtuvo de Mariano Salas, uno de los docentes de su colegio, pudo hacerlo, y volver su deseo realidad.

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