Mujer pide ayuda en la radio en vivo por bizarro "problema sexual" y deja atónito a científico

De todas las preguntas que el Dr. Karl ha respondido en la radio, la búsqueda de respuestas de una mujer llama la atención inmediatamente. Advertencia: Contenido explicíto.

El científico más popular de Australia, el Dr. Karl, ha forjado una carrera respondiendo a extrañas preguntas del público, pero de vez en cuando, le lanzan una interrogante que lo deja mudo.

El Dr. Karl suele presentarse en la estación de radio australiana Triple J, donde responde preguntas científicas de personas que sienten curiosidad por el mundo.

Para este momento, el Dr. Karl ha respondido a miles de preguntas de todo tipo, pero hay una que simplemente lo agarró desprevenido. "En una ocasión, una dama nos llamó y dijo que, ¿por qué siempre que tengo sexo oral con mi marido y su pene me pega en la garganta, me quedo sorda un momento?"

Tremenda pregunta para la radio nacional. Pero, al investigar en detalle, el Dr. Karl confirmó la existencia de tal fenómeno.

"Así que le pregunté a mis amigas si habían experimentado eso con sus parejas y también les había pasado", dijo el Dr. Karl.

Él tiene una teoría de lo que sucede. Imagina una manta en un tendero, sacudiéndose en el viento, fijada al tendero por arriba. Según el Dr. Karl, esa imagen mental es útil para comprender el oído humano.

"Cuando escuchas el sonido más suave que puedes escuchar, tu tímpano se mueve hacia adelante y hacia atrás una pequeña fracción" (aproximadamente el diámetro de un átomo de hidrógeno, para ser precisos).

Existe un tubo que va del tímpano hasta la parte de atrás de la garganta, el tubo de Eustaquio. Durante el acto de la felación, es posible que ese tubo se aplaste por un objeto foráneo que prevenga el paso del aire al oído.

"Lo que sugiero es que el pene empuja la parte posterior de la garganta, empujando el tubo de Eustaquio y lo cierra. Comprime el aire en el lado interno del tímpano, y de repente el oído interno está rígido y no suave, así que no se mueve con facilidad por las ondas de sonido, y quedas temporalmente sordo".

Esa es la teoría del Dr. Karl. No tiene evidencia, pero confía en que es la respuesta correcta. "Suena como una aproximación justa a la respuesta", dijo. "No es imposible hacer el experimento, sería bien divertido presentarlo a un comité ético".

Lidiar con este tipo de interrogantes es parte de su interminable búsqueda por absorber hechos y aprender todo lo que pueda sobre el mundo natural, para compartir su conocimiento con quien sea que lo requiera. Así fue como se enteró de que cuando una ballena se alimenta, duplica su peso corporal por el agua.

"La idea de que una criatura pueda duplicar su peso intentando alimentarse, para mí, eso es increíble", dijo.

O el hecho de que las aves del norte de Australia han evolucionado para convertirse en pirómanos. "Incendian cosas, y alimentan esos incendios intentando conseguir comida. Eso para mí fue ina gran sorpresa", dijo el Dr. Karl.

O el hecho de que los pilotos de aerolíneas comerciales contraigan cáncer de piel a una tasa 42% mayor que el resto de la población. Todas estas anécdotas e historias están incluidas en el reciente libro del Dr. Karl, "Vital Science", publicado hace poco.

Su interés es ayudar a mentes inquisitivas, bien sean niños, adolescentes o adultos, a conocer las interesantes historias que se ocultan detrás de las curiosidades de esta vida, y la ciencia que las explica. Discute temas que van desde el costo oculto de quemar carbón hasta las arenosas dunas de Plutón.

Debido a su amplia audiencia, las páginas no contienen historias tan explícitas como la que compartimos anteriormente. Pero sobre ese tema en particular, puedes considerarte educado a plenitud.

En otro inexplicable suceso que reta el conocimiento médico, una mujer afirma que su vulva se cerró debido a un largo período sin sexo.

El extraño caso se presentó en Japón, donde llamó la atención de todos los doctores. Una señora de 76 años de edad fue a una clínica para realizarse varios exámenes, cuando los médicos descubrieron que sus labios vaginales se habían fusionado, es decir, la mujer solo contaba con un pequeño orificio para orinar.