Va a hospital por dolor de cabeza, la envían a casa con paracetamol y luego le dicen que es terminal
Esta mamá es enviada a su casa con una orden de medicinas de “Paracetamol”, pero luego le informan que tiene un tumor cerebral “incurable”.
Una joven madre sufría de fuertes dolores de cabeza, y dijo que en un hospital le informaron que tenía solo migraña, por lo que fue enviada a su casa con paracetamol, reporta Echo.
Pero solo un día después, después de regresar, Isabel Morison recibió la devastadora noticia de que realmente tenía un tumor cerebral.
Isabel, de 39 años, profesora de música de Aughton, originalmente atribuyó los dolores de cabeza a la espondilosis cervical, una afección común relacionada con la edad que afecta las articulaciones y los discos de la columna cervical.
Pero, en diciembre de 2017, Isabel comenzó a sentir una sensación de hormigueo en sus manos, que finalmente se trasladó a su cuello y columna vertebral.
Esto fue seguido por una serie de dolores de cabeza, que ella describió como un "brote repentino en la cabeza".
Isabel dijo: "Cuando me puse mal, fui a ver a un médico, pero me pusieron en una lista de espera para ver a un especialista y, gradualmente, los dolores de cabeza empeoraron".
Y solo un día después de visitar el hospital, el dolor se volvió tan agonizante y debilitante que Isabel no pudo más.
La madre desinteresada esperó hasta que sus hijos estuvieran en la escuela, antes de llamar a una ambulancia.
Al llegar al hospital, Isabel fue inmediatamente admitida y se sometió a una serie de investigaciones que incluían tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y punción lumbar.
Los resultados mostraron que Isabel tenía un tumor y necesitaba una operación para extirparlo.
Pero después de la operación, se enfrentó a noticias aplastantes: el tumor era un glioblastoma agresivo, considerado incurable.
Comenzó una larga batalla e Isabel se sometió a un curso de quimioterapia, radioterapia y Optune.
Ella dijo: "Si bien Optune no elimina las células cancerosas, evita que un tumor crezca o se disemine rápidamente".
Pero para someterse a este tratamiento, Isabel tuvo que afeitarse su largo y oscuro cabello.
Sin embargo, Isabel se mantiene optimista y tiene la intención de ser una buena madre para su hijo Dylan, de nueve años, y su hija Lucy, de seis.
Muchos médicos pueden equivocarse dando diagnósticos a personas enfermas, sin embargo, esto no debería suceder.
Una mujer de 59 años parecía embarazada, pero los médicos poco después descubrieron que no se trataba de un bebé, sino de un tumor que pesaba 15 kilos.
Esta abuela se la pasó intentando visitar varios hospitales para que la pudieran operar y ayudar con la extirpación del tumor que llevaba en su vientre. Cuando ya estaba desfalleciendo, un médico le dio una buena noticia.