Fue abandonada en la puerta de su tía al nacer, 18 años después decide abandonar a quien la crió
Conoce la historia de esta mujer, que decide dejar sus sueños por criar a una hija que no es suya, y no recibe lo que merece.
Mi hermana se ha escapado de la casa, habiendo echado a la hija de cinco meses con mi madre cuando tenía solo 20 años. Dejó una nota diciendo que soñaba con otra vida.
Ella es la niña que mi madre y yo cargamos con esfuerzos y cuidados sobre nuestros hombros.
Cuando Diana tenía tres años, y finalmente quedó claro que mi hermana no iba a aparecer, privamos a mi hermana de los derechos paternales y mi madre otorgó la tutela de mi sobrina.
Fuente: Pixabay
Diana me llamó madre desde la infancia. Creció en la familia con mucho amor, pero sin padre.
Mi novio no quiso estar más conmigo, ya que se negó a cuidar de un hijo y hacerse responsable de alguien que no era de su misma sangre.
Luego también le dijo que si Diana era mi hija, él no la iba a adoptar.
Y me decía: “¡Pero ella no es tuya! ¡Déjala con la madre, nosotros daremos a luz y criaremos a nuestros hijos!”, por eso él me terminó.
Nosotras nos trasladamos a otro extremo de la ciudad, donde las personas decían que Diana era superflua, ya que demasiadas personas sabían de esta triste historia.
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Hace dos años, cuando Diana tenía dieciséis años, murió mi madre. Ella estaba fuertemente enferma, y para asegurarnos me escribió. Mi hermana tampoco se ha dignado a aparecer. Luego tuve que correr a punto de adoptar a Diana.
Hasta hace poco, era madre de una hija de 18 años. No me casé, no di a luz a mis hijos. Mi alma fue solamente de esta niña.
Mi hermana debería haber aparecido en un brillante descapotable, con el nuevo teléfono inteligente en manos, con la calidad de un regalo y Diana feliz.
Pero Diana me gritaba que yo había dañado su vida, que no había podido disfrutar con su madre todo lo que pudo, así que reunió sus cosas y decidió irse a vivir con su madre biológica una vida hermosa.
Me quedé sola. Era como un sonámbulo, iba a trabajar, comía, sin sentir el sabor de la comida.
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No sabía qué día de la semana era, ni qué fecha. Pero mi jefe me dio una luz. Bromeó diciendo que me despedirá del trabajo si me niego a ir con él a una cita. No imaginarás la dicha que sentí, cuando un mes y medio después me di cuenta que estoy embarazada.
“Muchas mujeres dan a luz a la edad de alrededor de 40 años, ¿por qué no podrías? No serás la primera, ni tampoco la última. Pues entonces, ¿damos a luz?”, ha preguntado el médico en consulta de mujeres.
Yo, casi sin limitar las lágrimas de felicidad, he asentido la cabeza: “¡Damos a luz! Stas, mi jefe, me propuso, estoy de acuerdo. Un esposo y un hijo, hace mucho tiempo se me había olvidado este sueño.
Y pronto se hará realidad. En este momento nada puede entristecer mi felicidad. Mi niño. Sólo mío. No será quitado por ninguna hermana. Sólo mío.
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Stas y yo nos reunimos para la primera ecografía cuando hemos llamado a una puerta. En un umbral, con maletas, estaban mi hermana, Diana y el niño de 13 años.
El hijo que tuvo con el marido rico necesitaba trasplante. Así que ella también ha hecho señas a las ingenuas promesas de Diana de una vida hermosa y rica.
Fue realmente difícil para ellos encontrar un donante, pero más difícil darse cuenta que Diana no podía ayudarles, porque realmente ellos no la criaron.
El esposo de la hermana ha llegado noblemente, ha encontrado al donante y ha pagado la operación. Y luego expulsó a mi hermana y a su hija.
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Ahora ella necesita la mitad del departamento de nuestra madre. Y, en general, por las palabras de mi hermana, debo llegar noblemente a dar ese departamento para ella y sus hijos.
Pues bien, pueden decirme lo que quieran, pero ahora tengo una vida. Mi hermana y su hija no están en mis planes para la vida. Crié 18 años a la hija de mi hermana, pero ya no, ahora tengo una familia.
Otra historia es la de esta mamá que comparte la tierna historia del elogio más raro que le han dado a su hija con síndrome de Down.
Este elogio significó mucho para ella, ya que le dijeron que la mejor decisión que pudo haber tomado en su vida fue tener a esa preciosa niña, llamada Sofía, a pesar de su discapacidad.