El Príncipe George se niega a llamar "papá" al Príncipe William y le tiene un divertido apodo

El adorable Príncipe George no solo tiene un apodo para la Reina, sino que también tiene uno para su padre, el Príncipe William.

Desde que el Príncipe George, de 5 años, comenzó a llamar a “Gan-Gan” a la Reina Elizabeth se quedó acostumbrado a hacerlo y ahora está ocurriendo lo mismo para su padre, el Príncipe William.

El miércoles, los Duques de Cambridge visitaron Leicester en honor a la reciente muerte de Vichai Srivaddhanaprabha, quien era el presidente del club de fútbol de la ciudad.

Y los detalles sobre el apodo salieron a la luz cuando Kate Middleton habló con los voluntarios que ayudaron a reubicar flores y varios tributos en un área destinada para tal fin.

Fiona Sturgess, dueña de una tienda de temporada en Leicester City, entabló una conversación con Kate y le preguntó por los niños y su estado.

Fue entonces cuando Kate compartió la adorable anécdota del apodo de que el Prince George le tiene a su padre.

"Kate dijo que William estaba jugando fútbol con los niños la noche anterior y uno de ellos dijo: Creo que fue George: '¿Vamos a jugar fútbol mañana, Pops?'"

Es inevitable derretirse al imaginar al lindo principito George llamar a su padre "Pops" con su adorable acento británico.

El Principito tenía solo dos años cuando comenzó a llamar a la reina "Gan-Gan", quien es una bisabuela consentidora, ya que siempre les deja algo especial, a él y a sus hermanos, en su habitación cuando los visita.

Pero para ser justos, la manzana no cayó lejos del árbol, y es que el Príncipe William también tenía un apodo para la Reina en su niñez, cuando la llamaba "Gary". Como no podía pronunciar la palabra "abuelita", el ocurrente principito lo abrevió a "Gary".

Así mismo, George también parece haber heredado un adorable capricho de su abuela, la Princesa Diana, quien en las celebraciones, no podía cumplir con la tradición alemana de abrir los regalos en la víspera de Navidad.

Diana abría sus regalos el mismo día de Navidad, y el pequeño Príncipe George se emociona tanto ante la curiosidad de lo que puede haber adentro, que solo salta a abrir los presentes para despejar sus dudas.