A mujer le dicen que su bebé murió al nacer, y 69 años después descubre que era mentira

Tal cual como si se tratara de historia de película, una mujer atraviesa todas las agonías del parto y luego le dicen que no puede ver a su hija recién nacida.

La joven madre continuaba insistiendo, así que le respondieron que la bebé había muerto. Sin embargo, los médicos y enfermeras sabían que esa no era la verdad.

Genevieve Purinton, residente de Tampa, Florida, dio a luz a cuando tenía 18 años y toda su vida creyó que estaba sola en este mundo, sus familiares poco a poco fueron falleciendo.

Ella había dado a luz a una hija cuando era una adolescente soltera. Pero siempre había pensado que habiía muerto momentos después de su nacimiento.

"Dije que quería ver al bebé, pero me dijeron que ella murió", recordó.

Sin embargo, había una realidad oculta, la bebé estaba viva.

Aunque no se sabe de quién fue la idea, la bebé fue entregada en adopción a una pareja en California.

Ella creció como Connie Moultroup en la mitad sur del Estado Dorado. Incluso si los médicos y las enfermeras esperaban ocultar a Moultroup del estigma de la ilegitimidad, su condición de adoptada no la protegía de los conflictos.

Su madre adoptiva murió cuando ella era pequeña y su padre se volvió a casar. La nueva madrastra de Moultroup no se llevaba bien con ella.

"Fantaseaba con que mi madre me rescatara desde que tenía 5 años de edad", dijo la propia hija de Moultroup, Bonnie Chase.

Moultroup pudo realizar ese sueño gracias a un regalo de Chase. La hija de Moultroup le consiguió un kit de análisis de ADN.

"Descubrí que tenía un primo hermano cuya madre se llamaba Genevieve Purinton", dijo Moultroup. "Cuando hablamos por teléfono, ella dijo: 'Ese es el nombre de mi tía y todavía está viva'".

Purinton vivía en un centro de retiro de Tampa, Florida. Después de varias conversaciones telefónicas, decidieron reunirse cara a cara.

"Ella no podía negarme si quisiera. Nos vemos exactamente iguales. Ha sido increíble conocer a mi madre finalmente. No hubo nada más que lágrimas de alegría", expresó Moultroup.

Lágrimas de alegría de hecho cuando madre e hija se abrazaron por primera vez en 69 años. Ahora, Purinton ya no está sola.

Este reencuentro es una historia que llena de amor y esperanza los corazones de todos, sobre todo en esta temporada de Navidad.