Cruel madre que tiró a su bebé recién nacido en un contenedor de basura explica por qué lo hizo
Al parir, ella se sintió abrumada por la situación y tomó la peor decisión. Ahora enfrenta una pena de casi dos décadas en prisión.
Cuando en 2016 dio a luz a una niña, la llegada al mundo de su bebita fue causante de mucha angustia para esta mujer de San Sebastián, España; fue entonces, cuando sin pensar las consecuencias, lo dejó abandonado en un contenedor de basura.
La joven madre, deberá cumplir 19 años de reclusión en una cárcel, por haber tirado a la bebé en un basurero, aunque sabía, que si nadie la encontraba, la pequeña moriría.
El hecho ocurrió en la parte vieja de San Sebastián, específicamente en la calle San Juan, cerca de la plaza de Zuloaga. Allí se enconrtraba el vertedero, donde envuelta en una manta fue depositada la bebé.
"Me superó la situación y tomé la decisión de tirar a la niña al contenedor", reveló la joven durante el primer día de juicio.
La acusada, enfrentará una pena solicitada por la Fiscalía de 19 años y 11 meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa con alevosía y la agravante de parentesco. Ella confesó estar consciente de lo que hacía y sabía que su bebé corría el riesgo de morir.
La chica, que cuando sucedieron los hechos tenía 28 años, ha recordado que alumbró a la bebé sola en el inmueble donde trabajaba como servicio. Luego del parto, cobijó a la niña y salió a la calle.
La acusada se encuentre encarcelada en el centro penitenciario de Martutene. Manifestó que no tiene familia en España y que tampoco mantiene contacto con el padre de la bebé.
La mujer que se ha mostrado arrepentida durante el juicio, ya que constantemente se tapa la cara, contó que aquella madrugada del 22 de noviembre, comenzó a deambular por las calles de San Sebastián hasta que abandonó a la niña en un contenedor de basuras.
La acusada se encuentre encarcelada en el centro penitenciario de Martutene. Manifestó que no tiene familia en España y que tampoco mantiene contacto con el padre de la bebé.
Para poder dar con la madre de la niña abandonada, las autoridades se centraron en las declaraciones de los dos jóvenes que encontraron a la pequeña abandonada en el contenedor tras escuchar sus llantos cuando pasaban por la zona.
Imagen tomada de Shutterstock
RASGOS DE LA BEBÉ AYUDARON A DAR CON LA MADRE
Los médicos que auxiliaron y examinaron a la bebé, ayudaron a la policía, al comentar sobre los rasgos de la bebé, que evidentemente eran identificados como un físico de perfil latino.
Después, la investigación se dirigió hacia las cámaras de vídeo instaladas en la zona, que no permitieron identificar a la sospechosa pero sí reconstruir el recorrido que hizo desde las 22.00 horas del 21 de noviembre por el centro y la Parte Vieja de San Sebastián, cuando las imágenes la ubican en la calle San Martín hasta que depositó algo que llevaba en una bolsa en uno de los contenedores instalados en la calle San Juan.
Luego de reducir la búsqueda, las autoridades pudieron hacer detenciones y tras lograr muestras de su ADN, pudieron entablar el vínculo de la acusada con la bebé abandonada.
En el juicio se presentarán declaración de nuevos testigos y peritos que sumarán información para la sentencia definitiva.
"VEN A MIRAR POR ÚLTIMA VEZ"
Elizaveta Klimova, que está en sus veinticinco años, dejó a su hija llorando afuera. Luego tomó fotos y las envió a su ex y padre del bebé, Aleksandr. Ella le escribió en un mensaje perturbador: "Ven a mirarla por última vez".
La bebé de tres meses fue arrojada desnuda en un balcón a temperaturas heladas por su madre rusa.'Ven a mirarla por última vez. La encerré en el balcón. Tal vez ella se está poniendo fría", decía el mensaje completo.
Las sorprendentes fotos, que el ex de Klimova hizo públicas al compartirlas en línea, muestran al bebé de tres meses llorando mientras yacía en una canasta.
SE HIZO PIPÍ Y LO MATÓ
Una mujer mató a golpes a su hijo de 2 años después de que el niño mojara la cama, fue sentenciada a 40 años en una prisión federal.
Katrina Shangreaux, de 30 años, se había declarado culpable de asesinato en segundo grado por matar a su hijo, Kylen Shangreaux, en su casa de la localidad de Porcupine el 28 de junio de 2016. Ella admitió haber agredido al niño varias veces, incluso con un cinturón tachonado.