Cajera queda llorando tras grosera madre usarla como ejemplo del fracaso

Existe la idea común de que "el cliente siempre tiene la razón" y probablemente es un gran principio a seguir, pero el gerente de una tienda minorista sabía que tenía que intervenir después de que una mujer fuera grosera con uno de sus empleados.

La víctima de este cliente que intentó humillarla frente a su hijita compartió su historia con Newsner, y está agradecida con su gerente por encontrar la respuesta perfecta al horrible tratamiento que sufrió.

La protagonista anónima de este episodio es una estudiante universitaria que tomó un trabajo de cajera en una tienda de suministros para ganar algo de dinero mientras estudiaba su licenciatura, y era un trabajo que realmente disfrutaba.

Una vez, durante el fin de semana "de regreso a la escuela", la hora más ocupada en la tienda, está cajera tuvo que enfrentar a una cliente muy grosera que se enojó por un cupón caducado y trató de hacerla sentir mal al menospreciar su trabajo .

Todo comenzó con una cliente que la cajera describió como una "mujer de clase alta con cabello rubio decolorado que lleva un bolso de diseñador" y que viene a la caja registradora y arroja sus cosas sobre el mostrador y muestra una mala actitud desde el principio.

La mujer maleducada intentó usar algunos cupones de descuento para algunas de sus compras, pero la cajera descubrió que uno de los cupones había caducado, y cuando informó al cliente sobre esto, tuvo la peor respuesta posible.

"Le informé educadamente que no podría aplicar este cupón en particular a su compra, ya que estaba vencido", recuerda la cajera.

“¿Pero por qué? Es un cupón y ustedes deberían tomar cualquier cupón que el cliente le dé”, respondió la mujer, que estuba acompañada por su hija de 7 años.

La cajera repitió lo que acababa de decir y agregó que, aparte de haber caducado, el cupón ni siquiera coincidía con los artículos de su compra. La cliente se enojó cada vez más por no lograr lo que quería, incluso cuando estaba equivocada.

La cliente pidió hablar con el gerente de la tienda, que se encontraba muy cerca, y cuando se acercó al registro, la mujer "se inclinó hacia su hija y dijo, con voz repugnantemente dulce: '¿Ves cariño? ¡Es por eso que vas a la universidad y tienes una educación, para que no tengas que terminar como ella trabajando como cajera! "

"Mi cara se puso roja y las lágrimas empezaron a formarse en mis ojos cuando le dije que, de hecho, iba a la universidad y que este era un trabajo de medio tiempo".

Afortunadamente para la cajera, quien se sintió superado por la emoción en ese momento fue su gerente e hizo lo que tenía que hacer y se puso del lado de su empleada, y le pidió a la cliente que repitiera lo que le había dicho a su hija.

"Tenía una expresión de suficiencia en su rostro cuando explicó que ella era la cliente y que el cliente siempre tiene la razón y que solo necesitaba este cupón para ser aplicado. Quería golpearla en la cara ", escribió la cajera.

Es satisfactorio escuchar que esta horrible persona fue puesta en su lugar y que un gerente sabio eligió apoyar a uno de sus trabajadores en lugar de un cliente abusivo, incluso si eso significaba perderlo.

“Mi gerente se quedó allí y la miró por unos segundos, y luego comenzó a sacar todos sus artículos ya embolsados”.

'¡¿Qué demonios estás haciendo?!' La bruja chilló.

Lentamente y con calma, mi gerente dijo: 'Señora, no la dejaré aquí para ridiculizar y abusar de mis empleados. Voy a tener que pedirle que se vaya. Ya no deseamos hacer negocios con usted".

"Nos miró con los ojos muy abiertos y la cara roja, y luego miró hacia atrás para ver a una larga fila de clientes que la miraban. Escupió. Lloró. Lanzó una rabieta. Su hija pequeña se comportó más como una mujer adulta. Fue una locura.

Tomó su bolso y sus tarjetas, agarró la mano de su hija y salió furiosa mientras gritaba: "¡Nunca volveré aquí de nuevo! ¡Voy a llamar a tu jefe y haré que despidan a todos! ¿Sabes quién soy?

Mi manager se rió entre dientes y luego me dijo que podía ir a tomar un respiro atrás porque en ese momento probablemente parecía que había visto un fantasma".

Es satisfactorio escuchar que esta horrible persona fue puesta en su lugar y que un gerente sabio eligió apoyar a uno de sus trabajadores en lugar de un cliente abusivo, incluso si eso significaba perder un cliente.

Tristemente, todos los días, las personas trabajadoras y honestas tienen que soportar la mala actitud de las personas que se sienten con derecho a humillar y faltarle el respeto a los demás simplemente porque están gastando su dinero en ese negocio en particular.

Historias como esta, seguramente enseñan a todos una lección sobre ser amables con los demás y no asumir cosas sobre personas de las que no sabemos nada.