El raro síndrome que te hace creer que estás muerto
Literalmente, los pacientes que sufren de esta terrible enfermedad sienten que sus órganos se están descomponiendo o que no cuentan con ellos en lo absoluto.
Una extraña enfermedad, llamada Síndrome de Cotard, también catalogado como delirio nihilista, es una condición mental que lleva al paciente a creer que es un cadáver. Esta afección está relacionada con la hipocondría. El afectado cree estar muerto, tanto figurada como literalmente.
Lleva el nombre del neurólogo francés Jules Cotard (1840–1889), quien describió por primera vez esta condición en 1880.
El estudioso definió este síndrome como un nuevo tipo de depresión caracterizada por síntomas como melancolía ansiosa, ideas de condena o rechazo, insensibilidad al dolor, delirios de inexistencia con respecto al propio cuerpo y delirios de inmortalidad.
Una historia cuenta que en 1880, una señora que aseguraba no tener cerebro fue a una consulta con un médico francés.
Más alarmante fue la situación cuando esta agregó que tampoco contaba con pecho, estómago ni intestinos. Estaba empeñada en que su cuerpo estaba en descomposición y que, aparte, no tenía alma.
El doctor Jules Cotard trató de ayudarla, pero la mujer, convencida de que no tenía estómago, no probó bocado alguno y murió desnutrida, dándole así varios nombres a la enfermedad, entre ellos, “síndrome del muerto viviente”.
Retrocediendo poco más de 100 años en la historia, el británico Charles Bonnet había conocido en 1788 a otra mujer con los mismos síntomas.
“Según explicaba, una fuerte corriente de aire frío la paralizó ‘como su hubiese recibido un garrotazo’ y, tras quedar inconsciente, al despertar pidió a sus hijas que la envolvieran en un sudario y la metieran en una ataúd, donde debía estar dada su condición de fallecida”.
Sus hijas recurrieron a un especialista que la trató con opio, lo cual de alguna manera le ayudó, pero no la salvó de repetir algunos episodios por el resto de su vida.
Al parecer, la mujer al “irse” y volver, de vez en cuando mantenía “amenas conversaciones” con personas muertas, y hasta había cenado con algunas de ellas.
El artículo Betwixt Life and Death: Case Studies of the Cotard Delusion (1996), describe un caso relativamente nuevo de delirio de Cotard: un escocés cuyo cerebro fue dañado en un accidente de motocicleta.
El hombre, quien viajó a principios de los años 90 a Sudáfrica, después de haber sido dado de alta decía que estaba en infierno. Lógicamente, su madre que lo acompañaba pensaba que se refería al calor que hacía en el lugar.
Pero también comenzó a insistir en que había muerto de septicemia (un riesgo real al principio de su recuperación) o de SIDA.
Finalmente, el joven pensó que había “tomado prestado el espíritu de su madre para que le mostrarse el infierno”, y que el cuerpo de su progenitora realmente estaba dormido en Escocia.
INFORMES DEL SÍNDROME DE COTARD
Un maestro jubilado de 65 años de edad se presentó ante los especialistas con inicios de una enfermedad mental.
Sus síntomas se resumieron inicialmente en: tristeza del estado de ánimo con el empeoramiento de la madrugada, la socialización deficiente, la anhedonia, la ansiedad marcada, la disminución del sueño y el apetito, ideas de desvalorización, desesperanza, pecado y culpa.
Con el tiempo, estos episodios empeoraron y desarrolló delirios de catástrofe, nihilismo, pobreza y persecución. Y más adelante dijo que su cerebro había dejado de funcionar.
El hombre tenía antecedentes de fumar cigarrillos de forma dependiente durante los últimos 30 años de su vida.
La desesperación por la depresión incluso lo llevó al intento de suicidio, cuando trató de quitarse la vida ahorcándose.
En una nota reveló que quería suicidarse ya que temía contagiar una infección mortal a los aldeanos, quienes podrían sufrir de cáncer. Lo que lo llevó a intentarlo un par de veces más.
Una vez que fue ingresado al hospital, el diagnóstico concluyente fue de depresión grave con síntomas psicóticos. Sus investigaciones, incluida la prueba de la función tiroidea y el cerebro de MRI, no revelaron ninguna anormalidad.
De esta forma, los médicos atacaron los puntos débiles que reflejaron los exámenes: abordaron sus deficiencias nutricionales. Su depresión fue tratada con 9 sesiones del tratamiento electro-convulsivo bilateral modificado (TCE) durante tres semanas.
Afortunadamente, sus síntomas se resolvieron completamente después de siete semanas y mantuvo una mejoría después de ser dado de alta.
RARA ENFERMEDAD PRODUCIDA POR CHUPETES DE MIEL
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos alertó sobre a los padres de niños pequeños sobre los chupetes de miel tras varios casos de una rara enfermedad descubierta en infantes.
Adimismo, advirtieron a los padres de mantener a sus hijos alejados de la miel de manera absoluta.
Fuente: Freepik
La alerta se debe a los informes de una enfermedad catalogada “botulismo”, la cual que ha afectado a al menos cuatro bebés, según las cifras ofrecidas por el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, en Estados Unidos.
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