Anciana de 87 años soñó con una casa de botellas de plástico y trabajó para hacerla realidad
La casa de botellas de María da un magnífico ejemplo de reciclaje y es reconocida por los ecologistas.
Después de perder su hogar de adobe debido al fuerte terremoto que sacudió El Salvador el 13 de enero de 2001 y destruyó cientos de viviendas, María Bersabé Ponce, de 86 años, tuvo la idea de construir un hogar fabricado con botellas recicladas.
Todo surgió a raíz de un sueño: “En el sueño vi una casita de botellas de plástico en una montaña y por eso decidí hacerla, tenía que hacerla, y lo logré en 2005″, contó la anciana.
A la mañana siguiente al sueño, le dijo a su hija Rosa Miriam que le sirviera un café porque iba a salir a buscar botellas para hacer la casa. La hija le contestó: “Usted está loca mamá”.
María contó: “Ahora cuando la gente viene y me deja dinero, le digo a Rosa: mirá, estamos comiendo de la locura”.
Rosa Miriam es la única vecina de su madre en El Borbollón, una comunidad del este salvadoreño ubicada a unos 140 km al este de San Salvador.
Imagen tomada de: YouTube/Primer Impacto
RECONOCIDA POR LOS ECOLOGISTAS
Fue así como construyó su pequeña y acogedora casa que desafía temporales y temblores, utilizando botellas plásticas de diferentes colores, y ahora la vivienda es “símbolo del reciclaje” reconocido por los ecologistas.
Mauricio Sermeño, presidente de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), declaró:
“Con su casita de botellas, doña María nos da un ejemplo extraordinario y sorpresivo de reciclaje”.
Imagen tomada de: YouTube/Primer Impacto
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN
La anciana además contó que pasó meses recolectando las botellas mientras recorría decenas de kilómetros bajo el sol.
Hubo ocasiones en que tuvo que transportar en autobús hasta tres inmensas bolsas cargadas de botellas camino al lugar donde se ubica ahora su casa.
No recibió ayuda ni asesoría para construir su hogar. Comenzó perforando las botellas con sus propias manos para luego ensartarlas en varas de madera para formar las paredes.
Imagen tomada de: YouTube/Primer Impacto
María Bersabé no recuerda cuántas botellas utilizó para construir su hogar, aunque muchos de sus visitantes han intentado hacer el conteo sin éxito.
La vivienda es de menos de 50 metros cuadrados, no tiene muebles ni electricidad, pero se siente muy fresca, pues está rodeada de árboles y cuenta con la espectacular vista del imponente volcán Chaparrastique.
En mayo de este año la anciana espera celebrar sus 87 años, y desea hacerlo en su acogedor hogar de botellas de plástico.
Imagen tomada de: YouTube/Primer Impacto
ATRAE LA MIRADA DE LOS CURIOSOS
Todos los días los transeúntes se sienten atraídos por la peculiar vivienda y detienen sus vehículos para tomarse fotos usando de fondo la colorida casa.
Además, al notar la condición de pobreza de María, los visitantes le dejan “alguna ayuda”.
La anciana además contó que un día unos “gringos” la visitaron y le ofrecieron tramitarle visa y pagarle su vuelo para que viajara a Estados Unidos para que construyera una casa similar.
A pesar del ofrecimiento, María se negó por “temor a morirme por allá”.
Esta historia nos recuerda a la de otro anciano, que recibió una gran sorpresa de su hijo, pues éste le construyó una acogedora cabaña en el bosque para que pudiera apreciar la naturaleza.
Foto tomada de: YouTube/Go Tiny House Hunting
Josh dijo que el proceso de construcción del nuevo hogar de su padre solo produjo menos de un contenedor de basura, y puedes conocer aquí cómo quedó la construcción.