Rescate de Julen: Cómo están trabajando los mineros para llegar a donde se encuentra el niño
Sin duda, los mineros que laboran en el rescate del niño de dos años que cayó dentro de un pozo de más de 100 metros de profundidad en Totalán, Málaga, está comprometidos con su trabajo.
Los turnos son constantes y aunque el cansancio no desaparece, los mineros tienen la determinación de rescatar a Julen y no se detendrán hasta encontrarlo.
Ellos pica, cavan, martillan y mucho más, dentro de un reducido espacio en el que deben estar por un tiempo considerable de rodillas.
Pero su norte no se desvanece. La Brigada de Salvamento solo quiere alcanzar la galería en la que se encuentra el niño.
Por los momentos, los mineros se siguen abriendo camino. Ya falta poco, pero mientras más cerca estñan del rescate, las condiciones del lugar se vuelven más difíciles.
En el exterior, se puede observar la jaula en la que descienden los mineros y por un lado cuelgan las mangueras que permiten la ventilación hasta el lugar debajo de la tierra.
Dicen que el terreno no ha sido sencillo y han tenido que emplear explosivos para eliminar la tierra dura que les impide avanzar con mayor fluidez.
DE DOS EN DOS
De dos en dos bajan hasta el pozo y sus turnos terminan cada hora. Ellos aguantan todo lo que pueden bajo condiciones extremas: Luz artificial y poco oxigeno.
Si el sistema de ventilación falla llevan un equipo de emergencia les ayudarán a respirar aproximadamente media hora.
Los héroes de esta historia no solo deben cargar con la responsabilidad de traer de vuelta a Julen, sino que sobre ellos llevan el peso añadido de 18 kilos, que es el estimado de cada traje especial. Además deben llevar consigo las herramientas necesarias.
Toda la responsabilidad recae sobre los ocho mineros del cuerpo de élite que llegaron a Totalán (Málaga) hace más de una semana.
EXPERTOS EN RESCATE
Sergio Tuñón es el ingeniero jefe de la Brigada de Salvamento Minero. Es director técnico desde 2012 y ha rescatado a mineros fallecidos, como el de Degaña en 2015 y el del espeleólogo en Vizcaya en 2017.
El ingeniero técnico es Antonio Ortega, que, tras trabajar en el pozo de Santiago, se incorporó aproximadamente hace un año.
Los más veteranos de la Brigada de Salvamento son Maudilio Suárez y Jesús Fernández, ambos con más de 10 años de experiencia en el rescate de compañeros mineros. Les acompañarán Lázaro Alves, que decidió dedicarse a esto por amor; y José Antonio, Rubén y Adrián, los tres últimos en incorporarse.
LOS OCHO MAGNIFICOS
Sergio Tuñón: Es el ingeniero jefe, el encargado de decirle a sus compañeros qué deben hacer.
Antonio Ortega: Es el segundo, el ingeniero técnico, y ha sido de los últimos en incorporarse.
Maudilio Suárez: Especialista en metro, lleva 10 años rescatando mineros.
Lázaro Alves Gutiérrez: Tiene una deuda con la mina. Se juró, tras ver morir a compañeros, que no dejaría a nadie más dentro de una mina, que sacaría a todo aquel que se tragara la tierra.
José Antono Huerta: Hasta 2009 trabajaba para la empresa allerana Coto Minero Jove. Pero cambió. Decidió consagrar su vida a rescatar a otros compañeros mineros.
Jesús Fernández Prado: Tiene más de 10 años de experiencia en rescates.
Rubén García Ares: Es de los más jóvenes y menos experimentados, pero lo compensa con su pasión. De la comarca del Nalón, vive en Aller. Antes de salir de su casa se juró que volvería tras rescatar a Julen.
Adrián Villaroel: Es el último especialista, se ha incorporado en esta década y es también joven. No ha llegado a aprender, sino a aportar.
LOS SENTIMIENTOS DEL ALCALDE
Entre tanto, el alcalde de Totalán dijo que se siente desolado con el rescate de Julen: "Me estoy viniendo abajo, cada día estoy más asustado".
Miguel Ángel Escaño asegura que está "en estado de shock". Confiesa que la primera impresión que tuvo cuando llegó al pozo fue miedo.
"Me quedé acojonado, me asusté porque veía que la situación era muy complicada por el pozo tan pequeño".
El mandatario local pensó que la abertura del túnel horizontal iba a ser más complejo porque es manual: "Si el vertical ha costado un riñón, el horizontal costará más". "Es complicado porque hay una persona dentro y no se puede trabajar de otra forma".
UNA EMOTIVA VIGILIA
Para unir la fuerza de la fe, se organizó una vigila a la que asistieron más de 200 personas que oraron por el rescate de Julen y por las personas que trabajan en traer de vuelta al niño con sus padres.
Sin embargo, aunque los progenitores acudieron a la actividad, ninguno pudo orar o hablar con los presentes, pues no dejaron de llorar y permanecieron toda la jornada abrazados.
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