Bebé prematuro milagrosamente sobrevive gracias a técnica probada en corderos recién nacidos
En Austria Occidental están probando una nueva tecnología neonatal y han salvado la vida de un bebé nacido a las 23 semanas.
El pequeño Leighton se mantuvo vivo gracias a una bolsa de plástico, un método probado en corderos prematuros.
Nació 17 semanas antes de lo previsto. Pesó 760 gramos y fue uno de los primeros bebés en sobrevivir en Australia Occidental.
Considerado potencialmente "inviable", los médicos preguntaron a sus padres si debían intentar la reanimación. "Nos preguntaron dos o tres veces: ¿están seguros?", relató Bree Viner, la madre de Leighton.
El infante sobrevivió dentro de una bolsa de plástico que estaba llena de oxígeno para ayudar a sus pulmones con dificultades.
"Estaba aterrorizada. Sentí como si solo lo tocara que iba a romperlo, como si fuera tan pequeño y tan frágil", dijo la madre.
Ahora, los investigadores de la Universidad Western Australia (UWA) están llenando la bolsa con líquido amniótico y conectándola a una placenta artificial, replicando la matriz de los corderos prematuros.
Los resultados del ensayo han sido sorprendentes. "Estamos mejorando cada vez más en tratar a niños con un peso extremadamente bajo al nacer", dijo el Profesor Asociado Matt Kemp de la Fundación de Investigación de Mujeres e Infantes.
Los especialistas estiman que a nivel mundial 15 millones de bebés nacen antes de término cada año y alrededor de un millón no sobrevive.
A las 23 semanas, la tasa de supervivencia es del 20 al 35 por ciento, pero esta tecnología podría cambiar esta tendencia.
Ahora, Leighton es bebé saludable de ocho meses. Este experimento se ha convertido en un rayo de esperanza para los padres en Australia, donde aproximadamente 68 bebés nacen prematuros diariamente.
Con este estudio, los científicos han logrado mantener vivos a los corderos prematuros durante semanas utilizando un útero artificial que parece una bolsa de plástico, el cual le proporciona al feto sangre rica en nutrientes y un protector de líquido amniótico.
Los expertos esperan que este enfoque ayude a los bebés humanos prematuros a tener una mejor oportunidad de supervivencia.
El equipo del Hospital de Niños de Filadelfia insiste en que no busca reemplazar a las madres ni ampliar los límites de la viabilidad, simplemente encontrar una mejor manera de ayudar a los bebés que nacen demasiado pronto.