Mamá indignada tras gerente de un pub pedirle que se fuera debido a su "ruidoso" hijo autista
La mujer fue forzada a retirarse con su hijo del pub porque el pequeño estaba gritando muy fuerte y molestó a otros clientes.
Kayla Lucas, de 28 años, se encontraba comiendo con un amigo y su hijo, Frankie, de cuatro años, en un pub en el Markets Tavern en Brecon.
De acuerdo con su madre, el niño se asustó un poco y empezó golpear sus pies contra el suelo y gritar muy fuerte.
EL NIÑO AMA EL LUGAR
"A Frankie le encanta estar allí porque puede correr, le gusta jugar con las mesas de billar y los niños de mi amigo estaban allí, pero se asustó un poco y comenzó a gritar y gritar".
Ella intentó calmarlo, pero no lo logró. Fue entonces cuando escuchó una voz detrás del mostrador que le gritó:
"Esto no es una guardería, es un pub. No tengo esto."
La mujer comentó que esto ya le ha sucedido antes y pide más conciencia acerca de la enfermedad de su hijo.
"Siento que no puedo ir a la ciudad debido a la condición de mi hijo y que la gente no entiende cuando lo ven gritar."
CUIDAR A LOS DEMÁS CLIENTES
Por su parte, Wayne Funnell, propietario de Markets Tavern expresó que debía cuidar su clientela, pese a saber la condición del menor.
"Había muchachos corriendo haciendo un ruido ... Dos personas se levantaron y dijeron que la comida era deliciosa pero no estaban contentos con el ruido."
"Una de las mujeres dijo 'no entiendes que tiene dificultades de aprendizaje', y yo le respondí que tengo clientes en los que pensar".
"Esto no es una guardería, es un pub. No tengo esto."
En una historia relacionada un papá 'avergonzado y enojado' con McDonald's por echar del restaurante a su hijo autista por su perro de asistencia.
En el camino a casa, Shane Wheeler, de Auckland, se detuvo en una sucursal de McDonald's en Bombay para recoger algunos nuggets de pollo para su hijo autista Noah y su hija de siete años para la cena.
Noah y su perro de asistencia, Nitro entraron a la tienda de McDonalds con su padre y su hermana. Pero cuando Shane estaba ocupada pidiendo desde el quiosco de autoservicio, un miembro del personal se acercó a ellos y les dijo que no se permiten mascotas en la tienda.
¡El padre se molestó seriamente!